Una de las preferidas para esta práctica es la iglesia San Francisco de la ciudad de La Paz, se aprecia que en la puerta o en los rincones de la capilla, los niños, además de los reyes magos y las figuras de José y María quebrados o desportillados.
“Se cree que guardar un niñito roto en la casa trae mala suerte, es por ello que es preferible dejarlos en la iglesia”, dijo Carmela Miranda a tiempo de dejar a su figura con algo de tristeza.
Otra de las razones que expresan es que resulta costosa la reparación de un niño, más aún si se trata de una reliquia antigua con tradición familiar.
“Se repara o restaura desde diez hasta los 200 bolivianos, dependiendo el tamaño y la antigüedad del niño porque mientras más anticuado, tiene mayores detalles, inclusive se le repone los cabellos”, precisó Omar Cuellar, restaurador de santos de yeso.
Travesuras
Por ser objetos delicados, suelen romperse al más mínimo golpe, no obstante, algunas personas aseguran que sus niños se quiebran por traviesos.
“Tengo un niño que siempre aparece con los dedos rotos, por más que lo dejemos en medio de algodones, pero lo más extraño es que sus pies aparecen cada año muy sucios, como si caminara, además se escuchan ruidos cerca”, contó Berta Linares, de El Alto. Entretanto, es una verdadera incógnita saber cuál es el destino final de los niños o santos dejados en la iglesia, pues nadie que trabaja en los templos se animó a responder esta cuestionarte.
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ResponderEliminarA través de la clase de Educación Física los niños aprenden, ejecutan y crean nuevas formas de movimiento con la ayuda de diferentes formas jugadas, lúdicas, recreativas y deportivas. En estas clases el niño puede desenvolverse, ser creativo y mostrar su espontaneidad como un ser que quiere descubrir muchas alternativas que pueden ser aplicables en un futuro en su vida social y que no lo pueden lograr fácilmente en otras asignaturas del conocimiento.