A poco más de dos meses de la llegada del papa Francisco a Bolivia, la Pastoral Penitenciaria Católica de Bolivia dio a conocer que la sobrepoblación en las cárceles del país supera el 350% y que el beneficio del indulto está obligando a la mayoría de los reos a autoinculparse, a pesar de ser ‘inocentes’.
Los “datos escandalizan”, reconoció el coordinador nacional de la Pastoral Penitenciaria Católica de Bolivia, padre Leonardo da Silva, en una entrevista con EL DEBER, en la que reveló que en los penales del país existen más de 14.000 personas privadas de libertad, en un hacinamiento cada vez mayor.
Por su parte, monseñor Jesús Juárez lamentó que el tan anunciado indulto aprobado por el Gobierno sea un “tema casi olvidado” por las autoridades y espera que la visita del papa Francisco cambie la situación. “El papa es un motivo para que podamos retomar este tema que es fundamental, y a mí, por ejemplo, los privados de libertad en Sucre insistieron en que no nos olvidemos de seguir promoviendo esto”, declaró.
El padre Da Silva dijo que lo peor del indulto no es la cantidad de beneficiados, sino que “muchos están saliendo con juicio abreviado y ahí hay un error bastante grande, porque los supuestamente inocentes tienen que declararse culpables ante la desesperación del hacinamiento y de todo el sistema injusto e infrahumano en las cárceles. Entonces, ven como única salida el declararse culpables, siendo inocentes; hay muchísimos casos así”.
Esta temática ha sido abordada en un encuentro de tres días que hoy concluye en Santa Cruz, en el Centro San Antonio. Coincidentemente, el arzobispo de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, ratificó ayer que el pontífice visitará la cárcel de Palmasola en julio.
“Para nosotros la visita del papa a Palmasola será un motivo de renovación en nuestra labor pastoral, será el impulso que necesitamos para seguir trabajando por los derechos, la dignidad y la vida de los privados de libertad”, dijo monseñor Juárez.
Los reclusos son ‘inducidos’
La presidenta de la Asamblea Nacional de Derechos Humanos, Yolanda Herrera, coincidió en que las cifras que da la Iglesia sobre la sobrepoblación carcelaria son una “realidad lamentable” y que hay casos tan extremos como el de la cárcel de Riberalta, donde las cocinas y ollas que se usan durante el día tienen que ser colgadas en las paredes durante la noche, para que los internos puedan dormir en el mismo lugar.
Con relación al indulto, reconoció que muchos reos, por lograr su libertad tan ansiada, se acogen al proceso abreviado, que hasta es “inducido por fiscales, abogados y algunos jueces para agilizar el proceso y cometer la mayor de las injusticias, en vez de lograr la verdad”.
Según Herrera, “todavía existen niveles de corrupción en la justicia, malos abogados que negocian, y fiscales y jueces que actúan de forma corrupta. Es toda una maquinaria”.
El 82% no tiene sentencia
El director nacional de Régimen Penitenciario, Jorge López, admitió que las cifras de internos en el sistema carcelario son altas. Según los datos de su despacho, el total de reclusos en el país es de alrededor de 13.900. Reconoció que esta cifra es casi similar a la que maneja la Iglesia, sin embargo, no coincide en que eso signifique una sobrepoblación del 350%.
Para López, la sobrepoblación es diferente en cada penal, así como hay algunos que tienen 150% de sobrepoblación, hay otros, como el de Qalauma (Viacha), que no tienen este problema. Sin embargo, reconoce que “en la mayoría de los penales sí existe hacinamiento”.
“Esto (la sobrepoblación) es producto de la situación jurídica incierta por la que pasan los privados de libertad. Tenemos un 82% de detenidos preventivos, frente a un 18% de detenidos con sentencia”, admitió.
Con relación al indulto, una medida establecida por un decreto presidencial, López aseguró que se están haciendo todos los trámites correspondientes para hacer viables los casos y que el juicio abreviado es una “opción voluntaria” de cada interno, porque “nadie lo obliga”.
“(El juicio abreviado) Es una consecuencia jurídica de las acciones que realizan los mismos privados de libertad, nadie los está obligando”, insistió y dijo que el indulto está reduciendo en “algo” la sobrepoblación.
Cuestionado sobre por qué todavía existe tanta gente sin sentencia dentro de las cárceles, López le echó la responsabilidad al sistema de justicia. “La detención preventiva depende más del Órgano Judicial, porque nosotros solo realizamos la custodia de estas personas”, dijo.
Hoy, la Pastoral Penitenciaria Católica dará una conferencia de prensa con más detalles sobre esta temática
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