Con una celebración eucarística, Sor María Eugenia Salazar fundadora de la congregación de Bethania, celebró 40 años de servicio a Dios y a la humanidad, formando a niños y jóvenes con valores que son el fruto que siembran para que otros lo recojan.
Es de esta manera como la religiosa de la congregación de las Hermanas de Bethania Consoladoras de la Virgen Dolorosa, resumió su labor educando a los niños y formando a los jóvenes junto a sus similares que
realizan esta labor en varios países del mundo.
La religiosa ingresó a la capilla en la que fue recibida con pétalos de rosas rojas combinando el color de la corona de flores rojas que llevó en su cabeza, símbolo de cuarenta años de vida religiosa, dispuesto por la congregación. Explicó que las religiosas de su congregación cuando realizan sus primeros votos llevan la corona con rosas blancas, cuando realizan sus votos perpetuos rosadas; cuando realizan las bodas de plata, flores de ese mismo color, a los treinta años de color perla, a los cuarenta años de rubí, y a los cincuenta llevan flores doradas.
"Como muy pocas hermanas llegamos a los cincuenta años de vida religiosa porque el señor se atraviesa en nuestro camino y nos lleva junto al padre, hemos decidido a nivel de la Congregación celebrar los cuarenta años distinguiendo esta fecha con el color rojo", explicó.
Al concluir la misa, realizada en la capilla del Colegio Bethania, dio gracias a Dios por los cuarenta años de vida religiosa, recordando que había llegado muy joven a Bolivia, después de haber profesado, país en el que estuvo durante tres periodos diferentes, pero según contó donde pasó los mejores años de su vida porque en esta tierra descubrió el sentido y la razón de ser religiosa.
Sor María Eugenia, llegó a Oruro el 12 de enero de 1976 junto a Sor María Emma Gómez, Sor Míriam Rubio y Sor Gema Botero para fundar la congregación de las Hermanas de Bethania.
En 1977 inició su labor como maestra de kínder llevando adelante a los niños por todo un año, posteriormente fue trasladada a Venezuela para fundar otra congregación y el resto de tiempo lo pasó en Colombia, para después retornar a Bolivia. Desde hace tres años, se encuentra en Oruro cumpliendo la función de sub directora del Colegio Bethania.
Su decisión es continuar con mayor fuerza y optimismo para trabajar duro y sembrar en el corazón de los niños y jóvenes porque esa es la labor de ellas como religiosas, sembrar para que otros recojan los frutos que ellas siembran.
"Me siento feliz y de verdad es una gracia especial porque por gracia de Él hemos llegado aquí hasta este momento y gracias por apoyarme y darme la oportunidad de servirlos", dijo al agradecer a la ciudadanía que colmó la capilla del colegio y a los que quedaron fuera.
Para Sor María Eugenia Salazar, pasaron muy rápido 40 años y siente muy extraño decir que ya tiene ese tiempo de religiosa, aunque a la vez siente que es todo un cargamento de vida, de ayuda a los demás, de vivencia fraterna con su comunidad y de superar tiempos muy difíciles.
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