El papa Benedicto XVI dijo ayer que "la destrucción de una sola vida humana nunca puede ser justificada en términos de los beneficios que podría llevar a otro", al hablar de las células embrionarias.
El Papa recibió a los de la "Conferencia Internacional sobre células madre adultas: la ciencia y el futuro del hombre y la cultura" encabezados por el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio de la Cultura.
Para el Papa, si se respetan los límites humanos, "la ciencia puede hacer una contribución realmente notable para salvaguardar y promover la dignidad del hombre”. Por el contrario, quienes investigan con células madre embrionarias "cometen el grave error de negar el derecho inalienable a la vida de todos los seres humanos desde el momento de la concepción".
Sin embargo, señaló que "no hay problemas éticos cuando las células madre se extraen de un adulto".
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