sábado, 26 de marzo de 2016

Tarija Viacrucis viviente fue acompañado por miles de fieles

Con el cielo nublado, miles de católicos participar de la tradicional procesión, donde los jóvenes que se preparan para su acto de confirmación, como miembros de grupos parroquiales interpretan y desarrollan el Viacrucis viviente de Viernes Santo.
De a poco se reúnen padres de familia que acompañan a sus hijos, quienes interpretarán a los soldados, a lasmujeres que llamaban por el crucificado, al pueblo, María, Jesús, Pilato y demás quienes tienen la responsabilidad de que cada uno de los asistentes reflexione sobre el accionar de Jesucristo en el pasado para el perdón de los pecados.
Mientras unos y otros hablaban de diferentes temas, empezaron a sonar las campañas, para comunicarles a los asistentes que el viacrucis empezaría, y de esa manera, cada uno de los fieles deberá meditar sobre los momentos y sufrimientos vividos por Jesús desde que fue hecho prisionero, hasta su muerte en la cruz.
El sacerdote, Danny Avalos, explicó que viacrucis significa "camino de la cruz", aseverando que al rezarlo, recordamos con amor lo “mucho que Jesús sufrió por salvarnos del pecado” durante su pasión y muerte. “Dicho camino se representa mediante 15 imágenes de la pasión que se llaman estaciones".

Inicia el recorrido
El joven que interpretaba a Jesús, apareció de repente en puertas de la iglesia Catedral, generando silencio total en los asistentes, con este paso, inició la primera estación, donde Jesús es sentenciado a muerte, seguidamente, cargado de la cruz inició la representación del duro recorrido.
Mientras un grupo de coristas acompañaba de cerca, con tristes letras y melodías, las jóvenes que interpretaban a las mujeres que solicitaban la libertad de Jesús, junto a los acompañantes cubiertos con mantas para protegerse del frío seguían el recorrido a paso lento.
En la tercera estación, Jesús cae por primera vez, bajo el peso de la cruz, generando gritos y llantos de dolor, por parte de los participantes, pues el intérprete actúa como si realmente le habrían lastimado parte de su cuerpo, y con el golpe de la madera en el piso, toma por sorpresa a los acompañantes.
La simpática joven que interpreta a María, la madre de Cristo, se acerca hasta su hijo, quien ya mostraba un aspecto cansado y agobiado, por los latigazos de los que era víctima, por parte de los soldados que vestían con ojotas, falda y la armadura de la época.
Mientras el sol aclaraba, pero con el cielo todavía semi nublado, un joven que ya se preparaba para ayudar al condenado, fue obligado a llevar la cruz. En la sexta estación, una mujer de nombre Verónica enjuaga el rostro de Jesús, el cual estaba lleno de sudor y sangre.
La segunda caída del intérprete, nuevamente reavivó a los asistentes que de cerca acompañaban con sus oraciones. Los soldados lo ponen de pie, para que nuevamente continúe el recorrido junto a la pesada cruz que cargaba, sin antes consolar a las hijas de Jerusalén.
En la novena estación, Jesús cayó por tercera vez, logrando que las mujeres rompan en llanto por la cruel escena, donde una de las seguidoras, Mabel Bustos, refería que seguir la procesión no es fácil, porque se revive y levanta la ira en contra de aquellos que condenaron a un inocente por ignorancia de unos cuantos, “vacíos de fe”.
En la décima estación, Jesús fue despojado de sus vestiduras, misma que fue sorteada entre los soldados, dicha escena fue realizada en el Mirador de la Loma de San Juan, más conocido como el calvario, lugar donde fue desarrollado el acto viviente.
En la décima primera estación puede observarse como Jesús es clavado en la cruz, para que muera en ella, mientras el sacerdote, reflexionaba y narraba a la vez, lo que ocurrió hace miles de años atrás, cuando al Mesías lo escupieron, golpearon, humillaron y no satisficieron su última voluntad.
Nuevamente aparece la intérprete de la madre María, quien toma entre sus brazos a su hijo muerto, misma que le dio la vida, por obra y mandato de Dios, escogiéndola de entre todas las mujeres.
Con la décima cuarta estación, donde el cadáver de Jesús, es puesto en el sepulcro, culmina la larga actividad, y viene la desconcentración general de todos los asistentes, mientras los actores regresaban hasta la iglesia Catedral.
Para uno de los jóvenes, que interpretaba a un soldado romano, Rodrigo Farfán, no es una obligación el ser partícipe de esta actividad.
“Aquí no se obliga, estamos felices de que todos participen”, refiriéndose a los jóvenes que se preparan para recibir algún sacramento.
A la cabeza del obispo, Javier del Rio Sendino, quien vestía una túnica guinda que resaltaba entre los demás religiosos, salió desde las 16:00 de la iglesia Catedral la procesión del Santo Sepulcro, que fue la más participativa, donde estuvieron el alcalde, Rodrigo Paz Pereira, el presidente del Concejo, Alfonso Lema Grosz, secretarios, concejales, autoridades policiales como militares.
Con la banda que entonaba tristes melodías siguió la procesión por la plaza Luis de Fuentes y Vargas, como las principales calles del centro de la ciudad, siendo el sepulcro llevado por jóvenes encapuchados, quienes cumplen una promesa efectuada al Señor.
Así pasó la procesión también llamada de la Virgen de los Dolores, porque la imagen de María vestida de negro, acompaña el paso de los promesantes, rememorando el sufrimiento durante la pasión y muerte de Cristo.

Devoción
El viacrucis es la devoción propagada sobre todo por los franciscanos a partir del siglo XV y XVI; que consiste en recorrer un itinerario de representaciones, llamadas estaciones, de las etapas del camino que va del palacio de Pilato al Calvario, deteniéndose a meditar y a rezar en cada una de las paradas.

Liturgia y tradición
Según una antiquísima tradición, la Iglesia no celebra los sacramentos en este día ni el siguiente, el altar debe estar desnudo por completo, sin cruz, sin candelabros, sin manteles, ya que el episodio que recuerdan los católicos es el más fuerte durante la Cuaresma.
Ayuno y abstinencia se incluyen como precepto a obedecer, como lo dice el Código de Derecho Canónico en el número 1251, 1252 y 1253, en el cual, los días para este sacrificio son el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, desde los 14 a 59 años.
El ornamento sacerdotal para esta solemnidad es color rojo, la primera parte es la Liturgia de la Palabra y la Oración Universal, se lee la pasión del Señor según el Evangelio de San Juan, seguidamente en segunda parte es la adoración de la cruz, el celebrante, los ministros y los fieles van a postrarse sucesivamente delante del crucifijo en señal de adoración de Cristo.
La tercera parte es la Sagrada Comunión se distribuye únicamente a los fieles dentro de la celebración de la pasión del Señor. A los enfermos que no pueden participar, les pueden llevar a cualquier hora del día.

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