lunes, 19 de octubre de 2015

Rosas de octubre…, rosas para la virgen del rosario

Octubre, siendo el mes destinado a celebrar la fiesta de la “rosa” flor del rosal; es igualmente el mes dedicado a la Virgen del Santísimo Rosario, patrona de importantes ciudades euroafricanas y latinoamericanas como Huancavelica del Perú, lugar de donde trasladábase a la Villa Imperial de Carlos V, el azogue o mercurio que servía para el tratamiento de la plata. En este orden, la flor del rosal y la Virgen del Rosario, tienen en el mes de octubre, días dedicados a conocer su significado e historia, es el caso de la “rosa de las cien hojas”
Esta es una planta muy solicitada en varias ciudades de Europa y América, por tener rosas de fragancia exquisita y la particularidad de contar en su tallo, con cien hojas en total, ni una más, ni una menos; de ahí su nombre “la rosa de las cien hojas”. Así hay numerosas clases de rosas con nombres curiosos como la rosa albardera; rosa de Alejandría; rosa de Berbería; rosa de Jericó; rosa de la China; de las cuatro estaciones; de las viñas; del río, del cielo; de la Virgen; rosa de montaña; del mar; de Navidad; de Siria; de Venuz; Mosqueta; Castellana, etc., etc.
Y lo más interesante de todo ello es que las primeras rosas trasplantadas a la Villa Imperial, fueron las llamadas “Rosas de Santa Clara” que tuvieron su cultivo y florecimiento en el convento de San Antonio de Pádua bajo responsabilidad de voluntariosos franciscanos de fines del siglo XVI, cuando éstos decían al igual que San Francisco de Asís: “hermano sol”, “hermanas estrellas, “hermanas plantas”, “hermanas flores”…..!!!
Por tanto, la primera casa conventual que tuvo un jardín de rosas en Potosí, fue la de San Antonio de Pádua, regentada por los religiosos franciscanos que, también dedicáronse a fabricar su propio vino para los oficios religiosos y, el ofrecer a los fieles católicos el agua de rosas de Santa Clara.
Tiempo después y entronizada que fue la Virgen del Santísimo Rosario en la iglesia de Santo Domingo de Potosí, esta imagen religiosa recibía el regalo de rosas frescas traídas de la cercana población de Santa Lucía de Cayara. Precisamente el Marqués de Otavi, siendo propietario de la hacienda de Cayara, fue el motivador para que en los alrededores de su casa de campo se cultivase buena cantidad de rosas, cuyas flores eran destinadas a la Virgen del Santísimo Rosario. Labor que efectuábase generalmente en el mes de octubre de cada año, hasta convertirse en una simpática tradición potosina.
LA VIRGEN DEL SANTÍSIMO ROSARIO
En concepto de reconocidos estudiosos y escultores de todas las épocas, se reitera el hecho de que la escultura de la imagen de Nuestra Señora del Santísimo Rosario, venerada en el templo de Santo Domingo de Potosí, es considerada como una de las obras más preciosas que se conserva en estas gélidas tierras de argento, sabiendo que la misma fue admirada por gobernadores, alcaldes, arzobispos y otras autoridades del Potosí Virreinal; así como por ricos azogueros, afortunados mineros, pintores y nativos de esta Villa, los que no hicieron otra cosa que fijar su mirada en esa maravillosa escultura religiosa y, a través de ella pedir los favores a la Madre de Cristo.
Esta hermosa escultura trabajada en madera, fue realizada en Sevilla de España a fines del siglo XVI, sin conocerse el nombre del escultor; motivando a que la tradición diga que esta imagen escultural fue realizada por ángeles de la hermandad de Santo Domingo de Sevilla, como queriendo justificar la belleza de esta obra inspirada en la Virgen María como reina del universo y dignidad de amor para la humanidad.
Aquí recordamos que la Virgen del Rosario venerada en el templo de Santo Domingo de Potosí, sirvió de modelo al indio Francisco Tito Yupanqui, para cristalizar su designio de tiempo atrás, con la reproducción de la Virgen María, a través de un trabajo artístico hecho en madera maguey que en su pulimento angelical, quedó para admiración y devoción de religiosos y laicos. Escultura lograda en advocación a la Virgen de la Candelaria, para luego tomar la denominación de Virgen de “Copacabana”, al haber sido llevada a la isla del mismo nombre en el Lago Titicaca, donde actualmente es venerada por miles de fieles devotos.
En lo que toca a la escultura de la Virgen del Rosario de Potosí, ella es realmente maravillosa e inigualable. Viendo únicamente el rostro de esta divina Señora, el corazón palpita de emoción y la mente se limpia de cualquier pensamiento inmundo. La vivacidad de aquel delicado y dulce rostro de María, muestra unos ojos hermosísimos llenos de piedad que, con el efecto dicho, inflama el corazón.
MILAGROS DE LA VIRGEN DEL ROSARIO
Esta preciosa escultura traída de España, tiene dos varas de estatura con un rostro de agradable proporción y en todo virginal; es una encantadora pasta de un color rosa pálido que, a veces parece estar encendido como una áscua de oro que brilla y resplandece mucho. En otras ocasiones cambia de color de su rostro por un blanco chispeante y ojos que se le encienden y arrasan, casi como cuando uno quiere llorar.
El brazo izquierdo con la mano delicada e incansable, lleva con mucho cariño al Niño Jesús; y la mano derecha sostiene un báculo pastoral junto a un rosario de cuentas y algunas sortijas de metal precioso, una de las cuales –dice cierto cronista de la colonia-, milagrosamente cayó a los pies de un soldado realista que, habiendo perdido todo su caudal en un juego de naipes, motió a que el anillo de la Virgen, le diera al anónimo oficial, una riqueza ajmás imaginada por éste, al multiplicarse la sortija de la Virgen en muchas otras de oro que al final, fundidas que fueron ellas y convertidas en monedas, sirvieron para cancelar la deuda que había contraído el soldado, para tiempo después convertirse en catequístico y fiel devoto de la Santísima Virgen del Rosario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario