domingo, 28 de marzo de 2010

Movimiento religioso va más allá de los templos


Carmela Delgado

La celebración de la pasión, muerte y resurrección de Cristo mueve las actividades religiosas no sólo en los templos, sino también en los ambientes donde se preparan los símbolos propios de esta fecha, como los cirios, las hostias y los ramos.
En la catedral, los miembros del grupo de la Hermandad del Santo Sepulcro hace dos semanas comenzaron con el pintado y la limpieza de la imagen de Cristo y del Santo Sepulcro, para tenerlos listos el Viernes Santo, día en que sale en procesión. Juan Osinaga es miembro de esta organización desde hace 30 años y se siente orgulloso de colaborar con la Iglesia. Los grupos de mujeres también han retocado la imagen de ‘la Dolorosa’.
Las hermanas Carmelitas, en el kilómetro 12, en la doble vía a La Guardia, llevan dos meses trabajando arduamente en la preparación de las hostias que se consagran en las celebraciones, dado que los pedidos aumentan en Semana Santa, porque la gente acude de forma masiva a los templos. Ellas también fabrican los cirios que se colocan en la celebración del Triduo Pascual, en domingo de resurrección.
Los que se encargan del cortado de palmas que se utilizan en el Domingo de Ramos han estado en correteos. En la Mansión prepararon las palmas para entregar en los santuarios de Cotoca y La Guardia. Sólo en el Pahuichi se distribuirán 18.000 ramilletes. Carlos Banegas y Simón Cruz, junto a otras dos personas, se encargaron de la preparación de los ramos, que traen desde Caranda, en el norte.
La asistencia de fieles a las iglesias también ha adquirido un ritmo distinto, sobre todo a la hora de las confesiones. A la catedral, por ejemplo, van personas arrepentidas y se postran ante el Santísimo.
Lucía Soto Vallejos llegó a confesarse, según dice, para vivir una semana libre de culpas. No recuerda cuándo fue la última vez que estuvo frente a un sacerdote, porque en un momento difícil, cuando enfrentó la separación de su pareja, dejó la Iglesia católica. “Ahora he vuelto y no me voy alejar más, estoy muy arrepentida. He confesado mis pecados y estoy empezando de nuevo ante Dios”, sostuvo.
En los templos, las imágenes permanecen tapadas con mantos de color morado. Así estarán hasta la noche del sábado, cuando se celebre la solemne vigilia pascual, que se inicia con la bendición del fuego y se ingresa a la iglesia siguiendo el cirio, símbolo de Cristo resucitado.
El sacerdote Marcial Chupinagua recuerda que la resurrección de Cristo muestra el triunfo del bien sobre el mal. Reflexiona sobre la importancia de participar en las celebraciones con el espíritu abierto, para aplicar la palabra divina en nuestras vidas y no quedarse sólo en el recuerdo de la pasión y muerte de Jesucristo. Explica que el lavatorio de los pies es una invitación de la misión del cristiano de ser un servidor humilde e incondicional.
Todo esto es sólo antesala para vivir el Domingo de Ramos, que marca el inicio de una nueva oportunidad para hacer una revisión de nuestra vida a la luz del Evangelio, porque la justicia de Dios se ha manifestado por la fe en Jesucristo, señala el papa Benedicto XVI en su mensaje para esta Cuaresma.
“Para gozar de una existencia en plenitud, se necesita algo más íntimo. El hombre vive del amor que sólo Dios, que lo ha creado a su imagen y semejanza, puede comunicarle. Para entrar en la justicia es necesario salir de esa ilusión de autosuficiencia que es el origen de nuestra injusticia”, enfatiza el Papa. Recuerda que la fe no es un hecho natural, cómodo, obvio; hace falta humildad, por eso es necesario enmarcarse en los sacramentos de la penitencia y de la Eucaristía. “Gracias a la acción de Cristo, podemos entrar en la justicia más grande...La Cuaresma culmina en el Triduo Pascual, en el que este año volveremos a celebrar la justicia divina, que es plenitud de caridad, de don y de salvación”, dijo. Espera que exista auténtica conversión, de conocimiento del misterio de Cristo, que vino para cumplir toda justicia.

Celebración

- Gesto penitencial. Se pide que los fieles con uso de razón y que no tengan algún impedimento se abstengan de comer carne, realicen algún tipo de privación voluntaria o hagan una obra caritativa. El ayuno es una forma de vigilia, un signo que ayuda a tomar conciencia de la conversión.

- Pasión de Cristo. Es la remembranza devota y el honor de los sufrimientos de Cristo para la redención de la humanidad.

- Consagración del crisma. En la celebración del Martes Santo se bendice el óleo que se utiliza para los sacramentos como el bautismo y confirmación. También se hace la renovación de las promesas sacerdotales. En esta eucaristía participan todos los sacerdotes de la arquidiócesis de Santa Cruz, junto al cardenal Julio Terrazas.

- Día penitencial. El Miércoles Santo se presenta como la oportunidad para el sacramento de la reconciliación o penitencia. Es el día propicio para confesar los pecados y pedir perdón, si es que no lo hizo todavía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario