La canonización de la madre Nazaria Ignacia March, ayer en el Vaticano, por el papa Francisco fue recibida con alborozo en la ciudad de Oruro, donde la ahora primera Santa de Bolivia desarrolló su labor.
“Dios ha querido mandar una Santa a Bolivia y para nosotros el gozo es muy grande porque ésta es orureña, los quirquinchos nos sentimos orgullosos (...) El Señor nos está diciendo sean como Nazaria Ignacia, una valiente mujer que ha amado tanto a Bolivia, a Oruro, a la Iglesia, pero sobre todo a los pobres”, afirmó el vicario de la diócesis, Salvador Cuevas.
El obispo de Oruro, monseñor Cristóbal Bialasick, y una comitiva boliviana asistió a la ceremonia realizada en la Plaza de San Pedro, donde el Pontífice canonizó a siete santos, entre ellos a monseñor Óscar Romero, de El Salvador.
La responsable de la Fundación Hermanas Misioneras de la Cruzada Pontificia, Jaqueline Romero Martínez, informó que con los feligreses aguardaron la canonización desde la tarde del sábado, con un festival de la canción para Cristo y una velada de oración y adoración a Dios.
Concluida la ceremonia de canonización, el Santo Padre ofició una celebración en la que se descubrió una estatua en tamaño natural de la Santa —realizada por el artista Rolando Rocha— y procedió a la bendición.
Nazaria Ignacia March Mesa nació en España en 1889, llegó a Oruro en 1912 y falleció el 6 de julio de 1943 en Buenos Aires. En 1972 sus restos fueron trasladados a Oruro, a la capilla de la congregación fundada por ella.
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