La Iglesia Católica decidió abrir las puertas de sus parroquias y colegios de convenio para albergar a los damnificados de los desastres naturales, sostuvo el monseñor Jesús Juárez.
“La Iglesia siempre ha abierto las puertas de su estructura para acoger a los damnificados (…) y ahora estamos dispuestos a abrir nuestros salones parroquiales y colegios de convenio para atender a nuestros hermanos afectados por los desastres naturales”, dijo.
Asimismo, Juárez recomendó que los recursos económicos destinados para la celebración del carnaval sean invertidos en ayuda humanitaria.
“Qué lindo sería que estos carnavales fueran de solidaridad con los damnificados y que no haya despilfarro y más bien haya un espíritu de compartir la alegría del carnaval con las necesidades de los que están sufriendo por las inclemencias del tiempo. Esos miles de dólares que se gastan en entradas y en corsos que vayan a socorrer a nuestros hermanos”, afirmó.
En un comunicado, la Iglesia también informó que se comandará campañas solidarias a favor de las familias damnificadas por los desastres naturales.
En las últimas semanas, miles de personas fueron afectadas por las intensas lluvias que provocaron desbordes de ríos e inundaciones.
Uno de los hechos que consternó al país fue el registrado anoche en el municipio de Tiquipaya, donde el río Taquiña se desbordó y provocó que una mazamorra ingrese hasta la población sepultando viviendas y vehículos.
Hasta el momento se rescató en ese municipio a un niño sin vida y todavía se realizan trabajos para sacar otros tres cuerpos de personas fallecidas, según el vicepresidente Álvaro García Linera. (ANF)
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