En la era de las nuevas tecnologías, el cura ya es prescindible: los católicos modernos se confiesan vía iPhone o iPad.
El programa, denominado Confession: A Roman App y q ue puede ser descargado desde internet, permite a los católicos admitir sus malas acciones y hacer un seguimiento de sus pecados.
La aplicación también permite examen de conciencia sobre la base de factores como la edad, sexo y estado civil.
La Iglesia aclaró que por ningún motivo esta opción debe sustituir la confesión tradicional, y más bien debe animar a los usuarios a entender sus acciones y luego visitar a su sacerdote para lograr la absolución.
Sin embargo, un portavoz de El Vaticano dijo ayer que no puede haber confesión mediante los aparatos iPhone. “Es esencial comprender bien que el sacramento de la penitencia demanda necesariamente una relación de diálogo personal entre el penitente y el confesor, y la absolución de parte del confesor presente”, dijo.
Una vez creado un perfil, la aplicación permite acceder a una serie de preguntas (algunas muy personales) para comprobar cuánto se aleja nuestro comportamiento de los diez mandamientos.
Finalmente se recibe un Ave María, o el rezo que estime conveniente por cada pecado, y al final un mensaje de un pensador católico.
La pureza del alma tiene un precio: 2,17 dólares.
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