lunes, 20 de enero de 2020

Iglesia Católica pide evitar nuevos brotes de violencia


El padre Diego Plá, secretario ejecutivo del Área de Comunión Eclesial de la Conferencia Episcopal Boliviana.

Este domingo, el padre Diego Plá, secretario ejecutivo del Área de Comunión Eclesial de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), durante su homilía exhortó a detener cualquier intento de enfrentamiento armado entre bolivianos y al cese de amenazas que generen incertidumbre y temor del retorno de la violencia en las calles.

“Cristo no quiere escuchar que se arma al pueblo con pistolas, palos y fusiles, porque esas actitudes sólo llevan al enfrentamiento y a la muerte. Y hoy decimos, Basta de muerte, basta de violencia, basta de vivir en la incertidumbre, y basta de tener miedo a que la violencia vuelva en cualquier momento”, publicó ANF.

La reflexión se da en un contexto donde la pasada semana se evidenció la presencia de las Fuerzas Armadas y la Policía en diversas ciudades del país como medida para preservar la seguridad ante anuncios de protestas y movilizaciones de diversos sectores y que generaron múltiples repercusiones.

En ese sentido, el padre Plá aseguró que es mejor “armar a nuestro pueblo” desde la educación para la paz, desde los colegios y las universidades ofreciendo una educación de calidad y en valores, de esta manera se puede hacer frente a cualquier problema que afecte a la sociedad.

Plá pidió a la población que desde su vocación de profesores, médicos, amas de casa, etc. sean artesanos de paz, reconciliación y bien común.

“Frente a la delicada situación que vivimos de incertidumbre, seamos artesanos de la paz, artesanos de la reconciliación, y artesanos del bien común; y para ello pongamos toda esta tarea ilusionante que tenemos frente a nosotros, pongamos esta misión desde nuestro ser profesores, políticos, médicos, sacerdotes, amas de casa, sacerdotes, cada uno desde nuestra vocación”, indicó.

Por otro lado, el padre Plá hizo referencia a la época preelectoral que vive el país, donde alentó a los partidos políticos a presentar proyectos esperanzadores “donde la prioridad sea buscar el bien común, el crecimiento y el bienestar de nuestro pueblo”.

Sobre el mismo tema, el arzobispo de Santa Cruz monseñor Sergio Gualberti explicó que aceptar a Dios implica cambiar la manera de actuar sobre nuestra vida personal, pero también sobre la sociedad, donde todavía está presente el pecado, aunque la sociedad no lo llame pecado, sino males o delitos.

Dijo que estos males son las divisiones en las familias, son los feminicidios e infanticidios, la pobreza, la explotación, la marginación y la violación de los derechos humanos, según información de Erbol.

Añadió que estos pecados son también los males de la violencia y de las armas, de la destrucción de los bienes e instituciones del Estado, de la falta de respeto del otro, de las descalificaciones personales, de los enfrentamientos, de los atentados a la paz y a la convivencia fraterna, el mal del desprecio de la justicia, la libertad y la verdad.

miércoles, 1 de enero de 2020

Después de dar un manotazo a una mujer que lo jaló, el papa se disculpa por haber "perdido la paciencia"


Las imágenes del papa, de 83 años, reaccionando molesto ante una fiel que le quería dar la mano a toda costa se viralizó en redes sociales. El hecho ocurrió este martes en la plaza de San Pedro del Vaticano

El papa Francisco se disculpó este miércoles, antes de la tradicional oración del Ángelus, por haber "perdido la paciencia" la víspera cuando una fiel lo forzó a darle la mano y él le dio un golpe en el antebrazo.

"Tantas veces perdemos la paciencia. A mí también me ocurre. Me disculpo por el mal ejemplo dado ayer", declaró el pontífice, desde una ventana del palacio apostólico de la plaza de San Pedro del Vaticano.

Las imágenes del papa, de 83 años, reaccionando de forma irritada ante una fiel que le quería dar la mano a toda costa, agarrándolo y atrayendo al pontífice hacia ella en la plaza de San Pedro del Vaticano el último día del año, fueron visionadas por miles de internautas.


Tras haber besado a muchos niños, apiñados delante del pesebre de Navidad en la extensa plaza de San Pedro, y cuando se disponía a cambiar de dirección, una mujer le agarró fuertemente de la mano y atrajo al pontífice hacia ella hasta casi hacerlo caer.

Mientras se ve cómo la desconocida le dice algo casi inaudible, el papa, irritado y con gesto molesto y dolorido, logra zafarse de la mujer golpeándole en el antebrazo.

El pontífice, que tiene dificultades para andar y lleva calzado especial, siguió su camino tras el incidente manteniendo un poco de distancia con los files entusiastas. Su rostro, firme, se fue relajando progresivamente al entrar en contacto con los niños.