Desde el 31 de octubre, Día de Angelitos, hasta el 1 y 2 de noviembre, cuando se celebra el Día de los Difuntos y Todos los Santos, las familias bolivianas se preparan para recibir a sus familiares que ya partieron. Aunque las masitas de temporada y las t’anta wawas son los principales elementos de la tradición de esta festividad, otros quizás poco visibles, también son parte fundamental de la cadena.
Como cada año, el país se prepara para cumplir con la festividad dedicada a la visita de las almas. De acuerdo con la tradición y la creencia popular los Angelitos (niños) llegan el 31 de octubre. El 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, al mediodía llegan las almas de los adultos; mientras que el 2 de noviembre se reconoce como el Día de Difuntos, jornada en que los espíritus dejarán el mundo terrenal a la misma hora que llegaron.
Durante su visita, los familiares les ofrecen alimentos que prefería en vida, y rezan por ellos.
En Sucre y Chuquisaca, esta festividad tiene el sabor especial del mondongo.
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