En los países sajones es común engalanar un árbol, pino o abeto, con adornos, dulces, regalos, foquitos y la estrella de Belén en la copa del árbol. Esta costumbre se dice que nació en Alemania, donde un misionero inglés llamado Bonifacio, sustituyó (siglo VIII) los sa-crificios que se hacían a la encina sagrada de Odín (dios de la mitología escandinava), por un pino, en homenaje al nacimiento de Cristo.
En la mesa, de acuerdo con las tradiciones de cada país, se consume chocolate con pa-netón, pavo al horno, pollo (picana) o carne de cerdo.

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