La imagen “peregrina” de María de Urkupiña fue en procesión desde el templo de San Ildefonso de Quillacollo hasta el cerro de Cota, acompañada por miles de creyentes y era recibida con aplausos y pañuelos blancos. La misa principal de ayer se desarrolló a las 11:00 horas.
A la celebración eucarística asistieron el Arzobispo de Cochabamba, el Obispo Auxiliar de Cochabamba, las autoridades de la Iglesia católica en Quillacollo y el Obispo de la Diócesis de Potosí.
El obispo de Potosí, Ricardo Centellas, emitió el mensaje a los feligreses durante la homilía y expresó la importancia de la unión y la fraternidad que deben “reinar” en Bolivia.
“Hace falta una capacidad y una madurez de caminar juntos, no una capacidad de estar el uno sobre el otro, o que el uno tenga más poder que el otro; o que el uno pueda dominar más que el otro”, dijo Centellas exhortando al respeto entre otros, y a dar oportunidad a todos. “No se puede construir una integridad nacional anulando leyes...”, añadió dijo la autoridad religiosa ante los miles de fieles que se trasladaron hasta Cota.
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