Durante este mes, el arzobispo de Sucre, monseñor Jesús Pérez, propone hacer en cada casa un pequeño altar donde esté la Biblia y el tríptico de la misión permanente, para seguir la invitación de los obispos en el concilio de Aparecida (Brasil): ser “discípulos misioneros”, o sea, anunciar la Palabra de Dios, la Buena Noticia.
Asimismo, siguiendo la exhortación del papa Benedicto XVI, el Arzobispo invita a vivir este mes de la Biblia en comunión eclesial y no reducirla al ámbito de lo personal o privado. “Él dice: la Biblia es el libro de la Iglesia, y su verdadera hermenéutica brota de su inminencia en la vida eclesial. San Gerónimo recuerda que nunca podemos leer solos las escrituras”, remarca.
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