lunes, 17 de septiembre de 2018

Iglesia hace un llamado para mejorar los sistemas de salud

Ante las precarias condiciones en las que se encuentra el sistema de salud en el país por la falta de medicamentos, equipamientos, ítems para profesionales médicos y muchas otras deficiencias, la Iglesia Católica hizo ayer un llamado a las autoridades gubernamentales a mejorar esas condiciones y evitar “electoralizar” las exigencias de mejoras.

En su homilía del ayer, el Arzobispo de la Arquidiócesis de Santa Cruz de la Sierra, monseñor Sergio Gualberti, reflexionó en torno a los últimos problemas surgidos, como el caso del niño Sebastián, que puso al descubierto las múltiples necesidades en las que se debaten los miles de enfermos en todo el país.

En ese contexto, monseñor Gualberti expresó su solidaridad con los padres, familiares y todos los que están involucrados en esa tragedia que ha impactado a todos, pero que la Iglesia no juzga esos hechos desafortunados, porque para eso están las autoridades.

“Esta desventura ha desvelado una vez más el estado deplorable y las graves deficiencias en que se encuentra el sistema de salud pública en nuestro país”, dijo.

Lamentó los vanos “clamores” que durante muchos años hace la Iglesia a las autoridades gubernamentales, para que se prioricen políticas sociales por encima de todos los demás rubros.

“Ha llegado la hora inaplazable de implementar las mejoras sin cálculos o afanes electoralistas, pensando en las personas enfermas, los pobres, los niños huérfanos y abandonados, los ancianos y todos los sectores vulnerables descartados de la sociedad”, afirmó.

Añadió que como Cristianos, estamos llamados a unir nuestros esfuerzos para que esto se haga realidad acogiendo con agrado la invitación del papa Francisco a orar por los operadores de salud en particular por los médicos que hoy celebran su día.

“Como dice el Papa orar para que los médicos pongan todos su esfuerzos en dignificar cada día más su profesión y para acompañar, cuidar y valorizar el inmenso don a las personas que sufren de alguna enfermedad”, afirmó.

“El papa Francisco dice que los enfermos son un don, no sólo para los médicos, sino para todos nosotros. Nos recuerda nuestra fragilidad y que todos estamos de paso; pongamos toda nuestra confianza en el señor, con la certeza de que como dice el salmo, el señor escucha el clamor de nuestras súplicas, inclina su oído hacia nosotros cuando nosotros lo invocamos”, concluyó.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Cardenal pide ver las cosas buenas que hace el Gobierno



El cardenal Toribio Ticona pidió ayer a la población boliviana “ver las cosas buenas” que hizo el actual Gobierno en favor de los pobres del país.

“No hay que ser ciegos ni sordos, porque sabemos desde que ha entrado el actual Gobierno se han hecho muchas cosas buenas en favor de los pobres”, afirmó en un contacto con la prensa.

Convocó a todos los bolivianos a buscar la unidad y el entendimiento: “No tenemos que estar resentidos ni con odio; más al contrario, con amor. El que gana ganará, pero de todas formas si uno muestra su programa y uno hace el bien a los demás, el pueblo lo va a aceptar, por más que tengamos debilidades, como todos lo tenemos”.

A su juicio, truncar un proyecto político, en clara referencia al Presidente que está sacando hacia adelante al país, no sería una buena señal.

domingo, 9 de septiembre de 2018

Devoción a Nuestra Señora de la Merced

El 10 de agosto de 1218, San Pedro Nolasco fundaba la Orden Militar y Religiosa de Nuestra Señora de la Merced en la catedral de la ciudad condal de Barcelona, con especial dedicación en la redención de fieles católicos cautivos en manos de los mahometanos. Ochocientos años después, la comunidad mercedaria se prepara para celebrar un excepcional jubileo por sus ocho siglos de historia y labor pastoral.

Cuando el Imperio Español impuso la fe católica en el nuevo mundo, la Orden de La Merced partió desde Cataluña, sede tradicional de su fundación, con la esperanza de evangelizar a los naturales de la indias, difundir la devoción a la Madre de Dios Nuestra Señora de la Merced y, principalmente, ejercer su función mendicante para redimir mediante el pago de rescates a los católicos tomados como rehenes de las guerras de religión por el control del mar Mediterráneo, en especial el norte de África, donde fueron reducidos luego de la reconquista de la península ibérica.

Asistieron desde temprano a la conquista del Perú, llegaron únicamente después de la Orden de Predicadores y de la Orden Franciscana, fundaron conventos en las principales ciudades y establecieron una sólida estructura en la provincia mercedaria del Perú, a la que nominaron Provincia de San Pedro Nolasco en honor al patriarca fundador de la orden.

La iglesia y convento de Nuestra Señora de la Merced de Potosí se erigieron a partir de 1549. La orden participó activamente en el desarrollo social y espiritual de la villa, especialmente con la predicación de su carisma de redención de cautivos. Durante el siglo XVI e incluso en el XVII, los frailes mercedarios participaron activamente en el transporte de caudales desde Potosí rumbo a España, producto de la generosidad de la mentalidad virreinal de ayudar al prójimo para agradar a Dios, o bien producto de la participación de la orden en negocios comerciales como la otorgación de créditos con imposición de censos o hipotecas sobre propiedades urbanas o haciendas rústicas. También participaron de la actividad minera, pues la orden, especialmente Nuestra Señora de la Merced, llegó a ser titular de parajes de minas y propietaria de ingenios de procesar metales en virtud de donaciones o herencias testamentarias. Estas propiedades y su administración ocasionaban que el padre comendador sea una suerte de místico sacerdote y, al mismo tiempo, administrador de empresas.

La imagen

La devoción permanece vigente hasta nuestros días, quizá, debido a que la imagen de la Virgen de la Merced pudo conservarse a lo largo de los siglos.

En cuanto a esa imagen, artísticamente hablando, el escritor Luis Subieta Sagárnaga señala que es de factura cusqueña y elaborada por un autor indígena anónimo. Walter Zavala Ayllón puso en duda esa versión y, sin citar fuentes, mencionando solo “manuscritos encontrados en las Indias de Sevilla”, publicó en el diario El Potosí que “el año de 1640, el Prior de la Orden Mercedaria de España, había contratado los servicios de los maestros tallistas e imagineros José Manuel Zozaya y Ricardo Martín Medina, para que ellos labrasen la escultura de la Virgen María de la Merced, con destino a la Villa Imperial de Potosí en América del Sur, a solicitud de los frailes mercedarios que tenían a su cargo el convento y templo de la Merced en Potosí, cuya casa de Dios habíase fundado el año de 1555, con los generosos donativos de los ricos mineros de la ciudad”.

La Virgen de Guadalupe en el corazón de Sucre


ACTIVIDADES

El programa religioso continúa hoy, 9 de septiembre, con la Roma Chica, hasta el lunes 17, en la Capilla de la Virgen de Guadalupe, a las 6:00.

"Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo y bendita eres entre todas las mujeres". Con el rezo del Ave María, la Virgen de Guadalupe recibió infinitas muestras de cariño en su día, ayer, durante la misa en la plaza 25 de Mayo y la procesión engrosada por centenares de devotos. La Iglesia Católica invitó a “dar, vivir y servir”, pero también a defender el derecho a pensar diferente en una cultura de diálogo.

Retablos, cuadros, medallas y réplicas en tamaños diferentes se observaron en la misa que presidió el arzobispo de Sucre, monseñor Jesús Juárez, en la plaza central de la Capital, con la idea de que, a través de la imagen de María, se lleve la bendición a casa.

Sin diferencia de edad, los chuquisaqueños rindieron su homenaje a la Virgen María con cánticos y oraciones, le dieron las gracias por su bendición y los pedidos concedidos. El Coro Metropolitano se encargó de dirigir los cánticos.

“¿La imagen del testimonio de María en esta festividad a qué compromiso nos lleva como iglesia cristiana en una sociedad que va perdiendo los valores auténticos del reino de Dios? Yo sí daría tres opciones partiendo de la palabra de Dios: dar, vivir y servir”, enunció el religioso.

Instó a “dar nuestro sí” a la misión de Dios que pide una apertura al espíritu santo y al reino de María, promoviendo la cultura del diálogo y el entendimiento. Convocó a defender el derecho a pensar distinto, cumplir y exigir el vivir en democracia, y remarcó que la opción de "vivir" supone hacerlo como auténticos creyentes y profundizar la fe con la novedad del Evangelio.

El prelado pidió que el servicio se traduzca hacia los necesitados. “Evitemos gastos superfluos y escuchemos las verdaderas necesidades y las exigencias del pueblo antes de gastar por gastar o dejar tras de nosotros los conocidos y llamados ‘elefantes blancos’”, prosiguió al señalar la “desigualdad entre los que ostentan el poder y se olvidan que son servidores del pueblo”, argumentó.

“Le deseamos todo lo mejor a nuestro Departamento y a toda nuestra querida Bolivia y ojalá que a causa de estos acontecimientos que estamos viviendo no haya enfrentamiento entre hermanos ya sean de este o del otro departamento a causa de la coca, o de opiniones distintas. En democracia somos libres de opinar y por eso que vivamos en un Estado realmente de derecho y que la Virgen bendiga”, dijo a los periodistas, al inicio de la procesión.

Aunque centenares de fieles acudieron a escuchar la misa, no todos se plegaron a la procesión que empezó casi al mediodía; tampoco lo hicieron todos los cargamentos, algunos se desviaron a medio camino a sus fuentes de trabajo, ya que la mayoría pertenecían a comerciantes del mercado; y de los conjuntos folclóricos, sólo sobresalieron los estandartes.

Pese a ello, durante la romería, el rezo del Ave María no se dejó de escuchar.

El prelado reconoció la presencia de alcalde Iván Arciénega y el secretario general de la Gobernación, Leoncio Layme, quien luego aclaró a los medios de comunicación que el gobernador Esteban Urquizu no pudo asistir “por fuerza mayor”.

Acudieron también la secretaria Departamental de Desarrollo Social, Mery Romero; la presidenta del Concejo Municipal, Rosario López, sus colegas Aydeé Nava y Pablo Arízaga; el vicerrector de San Francisco Xavier, Walter Arízaga; el comandante departamental de la Policía, coronel Alex Ríos, y el director de Tránsito, coronel Alfredo Araoz.

El Arzobispo no olvidó agradecer a los fieles que participaron activamente de las actividades religiosas apoyadas por el grupo de las “Gualalas”.

Como antesala a la celebración, en la madrugada, se llevó adelante el alba de salutación a la Virgen, en el frontis de la Catedral.

sábado, 8 de septiembre de 2018

Guadalupe en Potosí



Imágenes, oraciones, una pieza teatral —única en su género—, procesiones, feria de Alasitas y dos entradas folclóricas, las más importantes de la capital del país, son solo algunas de las manifestaciones de la devoción que existe en Bolivia a la imagen de la Virgen de Guadalupe.

Y la devoción tiene un año de inicio, 1600, cuando llegó al territorio de Charcas, hoy Bolivia, el sacerdote Diego de la Huerta Salcedo, más conocido por su nombre religioso de Diego de Ocaña. Pertenecía a la Orden de San Jerónimo pero en 1588 ingresó al Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, en Cáceres, España, y allí se plegó al culto a esa advocación mariana.

Partió hacia América en 1599.


Pero no viajó por gusto ni mucho menos por turismo, pues este era un concepto desconocido en la época.

Por las investigaciones de su primer editor, el franciscano fray Arturo Álvarez, se presume que el referido monasterio debió estar atravesando una situación difícil, debido a la escasez de limosnas, así que los sacerdotes capitulares de su orden, que estaban a cargo del prior fray Pedro de Santiago, decidieron enviar a dos de ellos a América, y específicamente a Charcas, a Potosí —que entonces era el centro económico del mundo— a, literalmente, recaudar fondos apelando a la piedad de los devotos.

Los elegidos para ese viaje fueron los frailes Martín de Posada y Diego de Ocaña.

“La obediencia religiosa imponía a los dos monjes aquel camino —escribe fray Arturo Álvarez—. Y el propio fr. Ocaña nos dirá luego que ‘en todo este viaje no es otro mi interés sino servir a la Virgen de Guadalupe y por esto no hay trabajo de que yo me excuse, como se interese su servicio’; y quejándose a la señora escribirá: ‘yo no ando haciendo negocios, sino los vuestros, pidiendo limosna para dar a los peregrinos que acuden a nuestra casa’”.

Fray Martín ya era de edad avanzada, así que no soportó el viaje. De Ocaña, más joven, cumplió su misión y su destino.

Dos imágenes, una Virgen


Del legado de Ocaña, mención especial merecen las imágenes que pintó, tanto en Potosí como en La Plata, en su afán de extender el culto a la Virgen de Guadalupe. Tuvo tal éxito que la advocación mariana es el centro de la festividad folclórica más importante de Chuquisaca. Un detalle poco conocido es que esa devoción, junto a la imagen original de la Virgen, fue sembrada primero en Potosí.

“Para ambas ciudades pinta la imagen de la Virgen de Guadalupe, la de Chuquisaca se ha hecho muy famosa; la de Potosí, que en un principio se veneraba en el altar mayor de San Francisco, por disidencias entre la Cofradía y los franciscanos fue trasladada poco después a la parroquia de San Juan, donde aún se conserva”, dijo de él la historiadora Teresa Gisbert.

Expliquemos esto del culto… Álvarez señala que, tras llegar fray Diego a Potosí, “alojóse en el convento de Santo Domingo y enseguida trabó amistad con el matrimonio Miguel Juárez y Francisca de Ulloa, naturales de Guadalupe de España. En la ciudad del argentífero cerro recogió Ocaña muy pingües limosnas (para el monasterio de la Virgen en España) y él mismo nos dice que en marzo de 1601 envió a su monasterio 44 barras de plata. Entre los dibujos de su manuscrito vemos uno del cerro Potosí, al que nuestro monje llama la octava maravilla del mundo y nos dice trabajaban en sus minas cada día 8.000 indios, con velas de sebo”.

Pero es mejor leer al propio Ocaña quien hace estas puntualizaciones: “Luego como despache esta plata por el orden dicho comense a hacer una imagen y retrato de ntra señora de Guadalupe por q’ auia comensado a asentar por cofrades a la gente de la villa de potossi…”.

En su estudio sobre el culto guadalupano, Álvarez agrega que, ya en Potosí, Ocaña “halló, sobre todo, devoción a la milagrosa virgent extremeña, y para satisfacer a sus devotos pintóles un retrato que se hizo célebre, y por suerte creemos que todavía perdura. Aparte los datos que él mismo nos ofrece en la relación tantas veces citada, es de gran precio lo que en torno a este cuadro leemos en el libro de milagros de la Virgen guadalupana. Allí se nos dice que estando en Potosí por el mes de octubre de 1600 el padre Ocaña, le pidieron los fieles un retrato grande de la Virgen de Guadalupe. Pintóselo él con mucho ornato y fue colocado en el altar mayor de San Francisco con grandes fiestas. Después narra el ms. Referido cómo a los ocho días obró la Virgen de Guadalupe el milagro de salvar a cinco indios que estuvieron sepultados cinco días, al hundirse una mina en que trabajaban…”.

Lo primero que se confirma tras leer a Álvarez es que la devoción a la guadalupana se impuso primero en Potosí, donde incluso Ocaña fundó una cofradía. Lo segundo es que la imagen fue colocada originalmente en el templo de San Francisco de la que fue trasladada en fecha incierta. Una carta que el mayordomo de la cofradía, Martín Pérez de Gallare, escribió el 30 de marzo de 1606 al prior del monasterio guadalupano en España revela las discrepancias con los franciscanos. “Sin embargo sabemos que en 1616 todavía se veneraba en San Francisco pues la visitó y cita el padre Pedro del Puerto en su ms.”, apuntó Álvarez.

El franciscano cree que el traslado se decidió después de la visita de Del Puerto y de allí se habría llevado al templo de San Juan, en la zona del mismo nombre. Este se encuentra ubicado en la esquina de las actuales calles Hernández y Chuquisaca. Su nombre es San Juan Bautista, diferente, por tanto, de San Juan de Dios, que también tiene su templo en Potosí pero en la calle Chuquisaca, entre La Paz y Millares.→

→Entonces, estamos hablando de una imagen, o, específicamente, una primera imagen que se pintó en Potosí en el año 1601, antes de que Ocaña pasara a Sucre donde pintó otra, la segunda. Y si todavía queda alguna duda de eso, hay un dato que aporta el propio monje jerónimo. En su crónica especifica que, antes de su llegada a Potosí, jamás había pintado: “Y yo con buen selo y animo tome los pinceles del olio cosa q’ en toda mi vida auia hecho solo con la noticia q’ yo tenia de la yluminacion y guiándolos la Virgen santissima hice una imagen con tanta perfection del mismo alto y tamaño de la despaña q’ toda la villa se movio a mucha deuocion…”.

“Para identificar la imagen venerada actualmente en San Juan con la pintura de Fray de Ocaña, tendríamos que demostrar primero que el monje castellano utilizó en su trabajo una tabla y no lienzo, como en todas las estampas de Guadalupe conocidas acostumbraba —agregó Álvarez—. Y esto no lo especifica él en su relación. Solo nos dice que hizo una imagen con tanta perfección, del mismo alto y tamaño de la de España. Y la hizo pintada, con tantas perlas y piezas de oro sobrepuestas, que es más curiosa que si fuese de bulto. El parecido entre la imagen existente en San Juan de Potosí y la efigie extremeña es innegable. Y por lo que toca a la pedrería a que se refiere Ocaña, pudo estar entre los sitios donde hoy vemos joyas pintadas”.



Más descripciones


El franciscano también describe la imagen: “es una tabla de cedro, recortada con la figura de la Virgen, al modo de la sucrense. Mide 1,60 m. de alto. Su vestido quiere imitar al manto de perlas de Extremadura y la pedrería va pintada en relieve sobre la madera. El rostro de la Virgen y del Niño son de metal —¿plata, cobre?—, pintados finamente. La cabeza del Niño lleva una cabellera postiza de mal gusto y las manos de la Madre y su Hijo van talladas en muy bajo relieve, faltando un dedo en la mano izquierda del Niño. También falta el cetro de la Virgen, que debió estar sobrepuesto y lo han robado”.

Así, con esa descripción, la imagen se encuentra bien conservada en el templo de San Juan Bautista que depende de la parroquia de San Martín. La encontramos en su altar, no solo bien cuidada sino triplemente resguardada por la imagen de un santo desconocido que albañiles anónimos encontraron mientras excavaban para la obra del campo deportivo que se encuentra junto al templo. Esa pequeña imagen fue colocada debajo flanqueada por dos cráneos humanos, llamados comúnmente “ñatitas”, que también fueron desenterradas cuando se llevó a cabo esas obras.

La imagen original de la Virgen de Guadalupe recibe misas semanales y sale cada 8 de septiembre en una procesión que recorre las calles de la zona alta de Potosí. En los últimos años se ha añadido la participación de fraternidades folclóricas. Para cerrar los actos, la plaza España, de la zona de San Juan, se convierte en el escenario de una feria de alasita.

Como para despejar toda duda sobre el origen del culto y las dos imágenes de la Virgen, Álvarez añade lo que sigue en su libro: “Fray Ocaña nos dice —al narrar las fiestas de su entronización en San Francisco— que su imagen se adornó con piedras, esmeraldas, perlas y oro que dieron las mujeres de Potosí, muy a tono con los gustos del arte virreinal y preámbulo de lo que se haría en Sucre al año siguiente”. •

Una comedia pionera


Con el fin de extender el culto a esa advocación, Diego de Ocaña también escribió una obra de teatro, la Comedia de Nuestra Señora de Guadalupe y sus milagros, un texto dentro del texto de su crónica de viaje por la América hispana.

Esta comedia figura en el primer lugar de las que habrían sido escritas con motivo de la Virgen extremeña mientras que la segunda sería el “Auto de la soberana Virgen de Guadalupe y sus milagros y grandezas de España”, de 1605 y atribuida a Miguel de Cervantes. La destacamos no solo porque fue representada en la Audiencia de Charcas sino, concretamente, en Potosí y Chuquisaca.

“La comedia de Ocaña parece ser la primera de una serie de piezas dramáticas dedicadas a la Virgen de Guadalupe y sus milagros que fueron escritas y representadas entre los años de 1601 y 1722. Y digo parece ser porque debido al estado actual en que se encuentra mi investigación, no puedo asegurar que no existiera una pieza anterior, de la que tal vez procedan la de Ocaña y las que le suceden”, dice Blanca López de Mariscal en otra obra.

Afortunadamente, esta pieza literaria fue editada en Bolivia pero en lo que constituye una llamada de atención para las autoridades municipales de Potosí y Sucre, la que la mandó a imprimir fue la Alcaldía de La Paz, en 1957, como parte de los cuadernos de teatro de su Biblioteca Paceña de los que es la primera publicación.


Chuquisaqueños rinden homenaje a la Gualala



Hoy, en el natalicio de la virgen María, los chuquisaqueños homenajean a Guadalupe con cánticos, oraciones, una multitudinaria procesión, alegorías y el llamado de la Iglesia Católica a la unidad a través del amor de la madre de Jesús. A la fiesta religiosa, le seguirá esta tarde-noche la promesa de fe de los bailarines que participarán de la entrada folclórica en su honor, el próximo fin de semana.

Ayer, comenzaron las actividades con la tradicional entrada de ceras. Los devotos de la Virgen Guadalupe partieron en una procesión desde la plaza Aniceto Arce para recorrer las avenidas Venezuela y Hernando Siles, calle Aniceto Arce y concluir en la Catedral Metropolitana; la actividad concluyó con la celebración eucarística presidida por monseñor Jesús Pérez, que también hoy, cumple años.

El mensaje eclesial se concentró en la unidad; el prelado abogó porque la madre de Jesús logre unir a los bolivianos y a los chuquisaqueños que buscan un mejor futuro para la región.

Pasadas las 21:00, se desarrolló la serenata en homenaje a la Gualala, con la presentación de los grupos folclóricos Candor, Lirio, La Junta, Sawa y Mariachi Garibaldi, este último, a la medianoche, le cantó las mañanitas a la patrona de los chuquisaqueños.

Cumple de la Gualala

La eucaristía en homenaje a la advocación de Guadalupe y al cumpleaños de la virgen María, se celebrará a las 10:00, en la plaza 25 de Mayo, en el frontis de la Catedral.

Luego, los feligreses junto a las autoridades partirán en una procesión que recorrerá las calles España, Camargo, avenida Hernando Siles, Loa, Ravelo, Aniceto Arce para concluir en la plaza 25 Mayo.

Participarán cientos de carros alegóricos que preparan las comerciantes de los diferentes mercados, instituciones y confraternidades.

Muchas de las alegorías llevan adornos de platería, característicos de los cargamentos de antaño.

PROMESA DE FE

Por la tarde, según la organización de la entrada folclórica del próximo fin de semana, se desarrollará la promesa de fe, más conocida como convite, que comenzará desde la plaza Manuel Ascencio Padilla, al inicio de la avenida Germán Mendoza, y recorrerá la calle Ladislao Cabrera, avenidas Venezuela, Hernando Siles, calle Aniceto Arce y concluirá en la plaza, en la puerta de la Catedral. Los colegios son los llamados a cumplir con el convite hoy.

Esta actividad se repetirá mañana, domingo, desde las 9:00, durante toda la jornada, con las agrupaciones folclóricas.

Para el convite, el comandante Departamental de la Policía, coronel Alex Ríos, anunció que desplazará el personal de servicio y emergencia para cortar el tráfico en las intersecciones en todo el recorrido. La próxima semana estará casi la totalidad de los efectivos del Comando.

Pueblo católico de Sucre venera a la Virgen de Guadalupe



Con cánticos, oraciones, alegorías y una multitudinaria procesión por el centro de Sucre, el pueblo católico celebró la natividad de la Virgen María representada en la imagen de la Virgen de Guadalupe. En la homilía, la Iglesia Católica instó a los pobladores a “dar, vivir y servir”.

Centenares de sucrenses se congregaron hoy en la plaza 25 de Mayo para rendir homenaje a la “Mamita Gualala”, patrona de Sucre, entre ellos las autoridades locales y departamentales, a excepción del gobernador, Esteban Urquizu, que según sus colaboradores no asistió “por fuerza mayor”.

En la eucaristía, el arzobispo de Sucre, monseñor Jesús Juárez instó a los pobladores a “dar, vivir y servir”.

Organizaciones, instituciones y personas particulares prepararon los tradicionales cargamentos, muchos de ellos con objetos elaborados en plata. Además, muchos creyentes portaron la imagen de la patrona en cuadros y retablos.

Tras la misa, bajo un sol radiante, la imagen de la Virgen de Guadalupe recorrió las calles del centro de la ciudad en procesión, en medio de una “lluvia” de flores.

Esta tarde, a partir de las 14:00, está programada la promesa de fe de los establecimientos educativos e invitados especiales; mientras que mañana, a partir de las 9:00, lo harán los grupos de la Asociación de Conjuntos Folclóricos.