martes, 24 de enero de 2017

Un sacerdote mexicano abusó sexualmente de más de 100 niños indígenas en Oaxaca



Autoridades eclesiásticas habrían protegido a un cura que violaba a menores de comunidades indígenas de la sierra oaxaqueña del sudeste de México.

El sacerdote Gerardo Silvestre abusó sexualmente de más de 100 niños de la sierra indígena zapoteca del estado mexicano de Oaxaca.

Después de permanecer en prisión desde noviembre del 2013, fue declarado culpable de pederastia clerical por el delito de corrupción de menores de 18 años, de acuerdo con el semanario 'Proceso'.

El periódico 'Milenio' cuenta que desde el 2006 comenzaron las primeras denuncias por casos de pederastia en la parroquia del pueblo serrano de Santiago Camotlán, de donde Silvestre fue trasladado a otras comunidades, donde siguió abusando de menores.

El documental titulado 'Silvestre. Pederastia clerical en Oaxaca', estrenado en octubre del 2016, muestra testimonios de niños y jóvenes que denuncian "caricias obscenas" por parte del cura; luego los invitaba a tomar y después los llevaba al curato para tener relaciones sexuales con ellos.

En lugar de castigar al cura Silvestre, la Arquidiócesis de la región de Antequera-Oaxaca, a cargo del Arzobispo José Luis Chávez Botello, castigó al grupo de sacerdotes que denunciaron formalmente a Silvestre por pederasta.

"En lugar de encontrarme con un obispo que dice 'vamos a investigar', me encuentro con alguien que te para en seco. Eso hicieron a los otros nueve sacerdotes que trataban de buscar una solución a la injusticia para resolver una problemática de daño a los niños", afirma en el documental el exsacerdote Alberto Athié, quien resalta que en la Iglesia católica hay una forma sistemática de proteger a los abusadores.

Los curas denunciantes enviaron una carta al Vaticano, pero no recibieron apoyo.

El Foro Oaxaqueño de la Niñez (Foni), organización que trabaja por los derechos de la infancia, espera que ahora se dicte sentencia contra el clérigo; además, exige que el Arzobispo de Oaxaca dé una disculpa pública sobre el caso y se repare el daño a los niños, quienes en la época en la que fueron abusados, tenían entre 11 y 13 años.

"El documental, además de probar la práctica y sistemática de un delito atroz, exhibe el colonialismo que aún prevalece en América Latina", publica el sitio Aristegui Noticias.

Casi al terminar el documental, un joven indígena sostiene en zapoteco: "Pido que lo metan preso para que pague por los males que ha hecho. Que repare todos los daños que hizo a los pueblos zapotecos".

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