lunes, 5 de septiembre de 2016

El frío no aplacó devoción de los promesantes a San Roque



A pesar de las bajas temperaturas registradas en la capital tarijeña, se realizó este domingo la segunda procesión de los chunchos en honor al Santo Patrono San Roque, que continuará durante las próximas semanas hasta el cierre del próximo 13 de septiembre.

La actividad religiosa inició aproximadamente a las 10:30 con una misa solemne en la parroquia San Roque, a la que se dio cita una gran cantidad de devotos del Santo, además de los promesantes, copando por completo el templo. Terminada la misa arrancó la procesión desde el atrio de la iglesia bajando por la calle General Trigo, hasta la plaza Luis de Fuentes, y de allí bajaron hasta la avenida Víctor Paz Estenssoro, para retornar luego a la parroquia por la calle Sucre.
En el trayecto, chunchos de todas las edades y de todos los rincones de Tarija hicieron gala de sus vestimentas, su devoción y sus pintorescos pasos, entre los que destacan el paso de procesión, la formación por hilera, en cruzada simple, la cadena, el peine, el combate, la cruzada doble, para la estrella y la pantomima. Por supuesto estuvieron acompañados todo el trayecto de los infaltables tamborilleros, quenilleros y cañeros que con su música demuestran tanta devoción como los bailarines.

Promesantes
Como era de esperarse, la cantidad de chunchos sigue creciendo, según informó en pasados días la encargada de la Secretaría de Turismo y Cultura del Gobierno Municipal, este año se habrían inscrito más de cuatro mil danzarines para participar en las procesiones. Sumando a esto la cantidad de músicos, espectadores y vendedores de comida tradicional, las calles de Tarija se vieron repletas de personas.
Se pudo ver a los más antiguos y a los más jóvenes compartiendo juntos la devoción característica del pueblo tarijeño.
“Yo estoy apromesado hace 30 años ya y creo que voy a seguir bailándole al Patrono hasta que las fuerzas me acompañen”, comentó Juan Solano alistándose para entrar a la misa. “Con fe me he apromesado por salud, así que en agradecimiento voy a seguir viniendo cada año”, explicó luego.

Músicos también manifiestan devoción

En medio de la procesión, y marcando el ritmo para las flechas y pasos de los chunchos, cañeros, quenilleros y tamborilleros de todas las edades estuvieron presentes cumpliendo a su modo la promesa que hicieron con el patrono San Roque.
Se observó que la instrumentación está dividida por edades, estando los más jóvenes, incluso niños pequeños, a cargo de los tambores, mientras que las quenillas las soplaban sobre todo las personas un poco más maduras, y por último las cañas estaban a cargo de adultos experimentados y próximos a la tercera edad, con la salvedad novedosa de una cañera.
“Me he creado una promesa con el Santo y me gusta tocar”, explicó Jesús, un joven tamborillero que lleva ya tocando siete años en las procesiones, “lo más importantes es eso, tener fe y ser fiel con la promesa, así que voy a seguir hasta que las manos den”.
“Antes era chuncho, pero después he decidido cambiarme a la quenilla porque toco bien, además que es una parte de la tradición que se está perdiendo me parece bien cumplir la promesa con esto”, refirió Javier tomando en una de las paradas que hacían danzarines y músicos.
“Siempre que puedo vengo a cumplir la promesa con San Roque”, comenta don Adrián que interpreta la caña desde hace más de 40 años, “el año pasado no pude venir, porque estaba un poco agripado, pero voy a seguir viniendo hasta que Dios quiera”.

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