martes, 2 de agosto de 2016

Un paro cardiaco se lleva la vida del padre Sebastián Obermaier

A sus 82 años de edad, falleció esta madrugada el padre Sebastián Obermaier, víctima de un paro cardíaco. Tras la dolencia detectada por sus colaboradores, fue llevado al Hospital de El Kenko, donde no pudo ser reanimado.
Obermaier era considerado un líder de la Iglesia Católica en la ciudad de El Alto, polémico, vehemente en defender sus ideas y carismático en su forma de evangelización, además de impulsor de varias campañas navideñas.
Hasta ayer, el sacerdote realizaba sus actividades con normalidad y visitaba diariamente al Canal 57 "Virgen de Copacabana", una obra de su gestión.
El periodista Javier Copa del Canal 57 dijo a Erbol que el padre los alentó a seguir en la senda del trabajo y no daba señales de ninguna dolencia ni malestar.
Se presume que el fallecimiento se habría producido cerca de las 06:00 de la mañana. Un día antes no había reflejado ningún signo de malestar.
Los restos del padre Obermaier fueron trasladados a la parroquia "Cuerpo de Cristo" de la zona de Villa Adela, de la ciudad de El Alto, a donde llegó hace 39 años, procedente de su natal, Rosenheim, Alemania.
Nació el 24 de octubre de 1934 y fue bautizado como Sebastián Wilhelm Obermaier Mayer, pero en la ciudad de El Alto, era más conocido como el "Padre Obermaier", recibió su orden sacerdotal en Múnich, cuando tenía 24 años de edad.
Fue sacerdote en Alemania, Venezuela y luego se vino a Bolivia, durante la época del Arzobispo de La Paz, Jorge Manrrique, quien le había escogido, como lugar de residencia, la parroquia de Villa Adela, donde vivió hasta este viernes.
La actividad pastoral del padre Obermaier cambió radicalmente la ciudad más joven de Bolivia, sembrando preceptos religiosos orientados a concretar un plan de evangelización que tenía proyectado hasta el 2050 y en forma paralela, construyó varias Iglesias, cuyas torres color blando y verde, resaltan a simple vista en varias zonas de la ciudad de El Alto.
En la entrevista concedida el año pasado al matutino Página Siete, se consideraba un misionero más, como uno de los 40 sacerdotes de la Diócesis alteña y ratificaba su voluntad de trabajo por un mandato sagrado. Dios me dice: "sigue nomás, no seas flojo", indicó.
"Cuando llegue el día de morir me sentiré feliz porque Bolivia fue súper y el cielo será súper súper", declaró al remarcar que el Alto tiene un carácter fuerte por haber formado gente que sabe luchar, trabajar y proteger a sus hermanos; es gente que vale.
"No conozco Bolivia, por ejemplo no conozco Santa Cruz. En cambio si hablamos de El Alto, aquí me siento en mi casa, es mi vida y mi familia; de su casa uno conoce lo bueno y lo malo, pero no hablará de lo malo", manifestó.

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