martes, 9 de agosto de 2016

Un hasta pronto, padre Sebastián Wilhelm Obermaier...!!!

Cientos de personas acompañaron hasta su última morada a quien fuera “doctor” de almas, arquitecto de múltiples proyectos, el que llenó de alegría a muchas personas, y quien hizo mucho y sigue haciendo por todos quienes llegaron a conocerlo en la ciudad de El Alto, lugar del que se enamoró.

El pasado martes 2 de agosto, al promediar las 06:00 dejó de existir el “Padre del pueblo”, Sebastián Wilhelm Obermaier, en su habitación de la parroquia “Cuerpo de Cristo”, por un paro cardiaco, “Como todos los días nosotros oramos a las seis y veinte las laures, rezo de acción de gracias a Dios, y cuando me estuve aproximando ya no escuché las campanas, el siempre toca a las 06:10, entonces corrí al cuarto del padre Sebastián y cuando entré lo vi tendido en el suelo, estaba bien vestido, como queriendo venir a la misa, pero ahí le falló el corazón…” relataba el padre Pabel Padilla.

Niños, jóvenes, adultos, adultos mayores, personas con discapacidad, autoridades, personalidades conocidas, periodistas, población en general, acompañaron hasta su última mo-rada al padre Sebastián Obermaier, quien fue-ra el creador de muchos proyectos y obras realizadas por la parroquia “Cuerpo de Cristo” desde 1982: 34 escuelas, 35 kindergarten (Kinder), apoyo con ambientes en 24 escuelas, re-facciones de centros educativos e institutos, fundados a la cabeza del Rvdo. padre Sebastián Obermaier. Pág. (127-129) “¡Qué linda es la vida!” Mónica Jiménez Mancilla.

El padre Sebastián Obermaier, Sacerdote, Dir. De la Fundación “Cuerpo de Cristo”, consi-guió un doctorado en teología, adicionalmente aprendió Arquitectura, conocimientos que posteriormente lo aplicaría en varios de sus proyectos, como los templos construidos en la Parroquia, desde 1984 en Villa Adela, hasta San Felipe de Seque U.V. 3 en 2004, y otras obras realizadas por la parroquia “Cuerpo de Cristo” desde 1982 en beneficio de la Iglesia Católica y de la comunidad a la cabeza del Rvdo. padre Sebastián Obermaier y el constructor Severo Mamani, 76 obras como la refacción del templo antiguo de Collpani, hasta la casa de retiro en Coroico. Pág. (120-123) “¡Qué linda es la vida!” Mónica Jiménez Mancilla.

Particularmente, conocido por rociar agua bendita a los perros en la celebración de San Roque, donde el padre Sebastián ofrecía una misa a las mascotas, quienes salían después en un gran desfile que culminaba con la ben-dición de las mismas. En varias ocasiones fue nombrado “Padrino” de diferentes promociones de colegios, por el cariño que los estudiantes sentían por el Padre.

Alegría y regocijo, “El padre decía que celebremos con alegría el día de su entierro, que piensen que ha cumplido con su misión”, y Dios lo llamó, que está allá, es cierto que todos estamos sintiendo su partida, pero me gustaría que tengamos esta paz del corazón y podamos decir a todos que la vida es una donación y es una alegría, y él quiere lo hagamos así” expresaba el Mons. Eugenio Scarpellini, Obispo Titular de la diócesis de El Alto.

“Mi solidaridad con una ciu-dad que despide al padre Se-bastián Obermaier, y que siente con tanta profundidad y en el corazón el espíritu del padre Obermaier”, Carlos Mesa Gisbert, historiador, periodista, cineasta y escritor boliviano.

“Su obra ha sido monumental, centros de salud, hogares, escuelas, centros de formación, fundaciones, deben ser 150, 200, era un gran delegado presidencial sobre la tierra del Alto, ahora es un alcalde celestial de El Alto”, Jorge Fernando Tuto Quiroga Ramírez, expresidente de Bolivia.

Uno de sus tantos sueños, el proyecto “Ra-tuki” (Rápido)- “La Ruta Elevada” para el beneficio de la ciudad de El Alto. Otra preocupación grande que el Padre sentía fue la “desintegración familiar”, por lo que su proyecto iría enfocado a las familias, con la intención de reconciliar y unir a las familias, identificando como principal problema a la bebida, “es muy exagerada”, decía el padre Obermaier.

En definitiva, sus obras hablan por sí solas, su compromiso seguirá vigente por generaciones, sin olvidarse de los niños, de los más pequeños, de las guarderías, por los discapacitados, por los ancianos, por los jóvenes, por la promoción de las mujeres y no menos importantes, de los templos que ha construido, que no son solo construcciones, y por sobre todo mantener viva la fe en el Señor.

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