sábado, 9 de julio de 2016

A un año de la visita del Papa, la tensión entre Iglesia y Gobierno sigue

A un año de la llegada del Papa Francisco a Bolivia, miembros de la Iglesia Católica recuerdan con cariño los mensajes que su líder espiritual dirigió a la congregación del país.
El sacerdote jesuita Xavier Albo manifestó que uno de los fundamentos importantes del discurso del Papa en Bolivia hacía referencia la relación Iglesia y Estado. "Fue una visita importante e inolvidable, por los mensajes que dejó. La sensación general es que continúa la crisis en la relación entre el Estado y la Iglesia. (Al respecto) El papa lo que solicitó es la unión y la armonía entre las mismas.
"El hecho de que el Papa hubiera participado del encuentro de movimientos sociales y que recientemente Evo Morales lo haya visitado nuevamente en el Vaticano para organizar un tercer encuentro, nos dice una cosa, pero al contrario en el país (Morales) se sigue confrontando con la Iglesia", aseveró.
Según el Coordinador de la visita del Papa Francisco a La Paz, padre Hugo Trujillo, la visita de Francisco fue "muy breve, pero sustancial". Recordó el homenaje, que hace un año Francisco realizó al jesuita Luis Espinal, que fue asesinado en tiempos de dictadura. "Ese momento fue muy importante para todos quienes somos seguidores de Espinal, fue un homenaje justo que el Papa le hizo".
En el único discurso que dio en su visita a La Paz, en la Catedral Metropolitana, "como tema central, él (Francisco) hace alusión a practicar el bien común, desde lo económico, desde lo político y desde lo social. Él deja este mensaje, señalando que es necesario seguir el trabajo en busca de la dignidad de los seres humanos", mencionó.
Si bien no hizo ninguna alusión directa al trabajo de la Iglesia Católica, sí hablo de mantener una "iglesia viva, que integre a todos y todas, para edificar la unidad de la misma".
Respecto a la aplicación del discurso en la vida política y de la sociedad, Trujillo remarcó que cada ciudadano es capaz de discernir y poner a práctica los mensajes de Francisco, en busca de ese "bien común".
El 8 de julio de 2015 el avión del Papa arribó en la ciudad de El Alto. Pocos minutos después se dirigió a unas 150.000 personas en el Campus Papal de la ciudad de El Alto.
Posteriormente descendió por el camino de la Autopista hasta la ciudad de La Paz. Antes hizo una parada cerca al lugar donde hace 35 años fue asesinado Espinal, ahí rindió un homenaje al sacerdote. Ya en la sede de Gobierno hizo una visita al Palacio de Gobierno, donde recibió de manos del Presidente una réplica de la cruz que Espinal talló, representada en la hoz y el martillo.
Antes de dejar La Paz, ofreció una eucaristía en la Catedral, lugar desde donde se refirió al enclaustramiento marítimo que sufre Bolivia. "Estoy pensando en el mar. El diálogo es indispensable", comentó.
Ese mismo 8 de julio, en horas de la noche, viajó a Santa Cruz de la Sierra.
El día 9, frente a más de 2 millones de personas, celebró una misa en la que pidió solidaridad con los que tiene hambre en el mundo, "a tantas situaciones de hambre en el mundo (…) hay una lógica que busca descartar a aquellos que no producen. No es necesario excluir a nadie, asta de descartes, denles ustedes de comer".
Finalmente el líder de la Iglesia Católica visitó el penal de Palmasola. Dirigiéndose a los reclusos de ese recinto a otros tantos que viajaron desde otras cárceles del país para escuchar al Papa, Francisco les pidió que no pierdan la fe, ni la esperanza. Asimismo a quienes administran estos centros les solicitó dejar de lado "la lógica de buenos y malos".

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