sábado, 13 de febrero de 2016

Católicos y ortodoxos cierran una herida de 1.000 años

Nada dura para siempre, ni siquiera la enemistad. Tras un milenio de malentendidos, el Papa de la Iglesia católica y el Patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa se fundieron ayer en un abrazo, en un lugar abonado por la alegría de los reencuentros y la tristeza de las despedidas: el aeropuerto José Martí de La Habana, y con Raúl Castro como testigo.

Francisco y Kirill (Cirilo) pusieron la primera piedra para conjurar las diferencias entre católicos y ortodoxos iniciadas en el siglo IV y que desembocaron en el cisma de 1054.

Comparten grandes preocupaciones. Las dos grandes iglesias cristianas ven con preocupación la violencia del radicalismo islámico y la persecución contra los cristianos, tanto católicos como ortodoxos, en Medio Oriente y en el norte y centro de África.

¿Por qué se eligió a Cuba? Aprovechando el origen latinoamericano de Bergoglio, se escogió a Cuba para sostener el encuentro, una "región donde la cristiandad se desarrolla de forma dinámica". Cuba reunía todas las ventajas. Por una parte, y como Cirilo destacó nada más llegar, "existe una larga relación de cooperación y amistad" entre la isla y Rusia.

Por otro lado, Francisco y Castro construyeron durante meses, junto a Barack Obama, una alianza que remató con el anuncio del acercamiento de EEUU y Cuba. En pocos meses, Castro se ha convertido en el anfitrión de un abrazo esperado casi mil años entre católicos y ortodoxos. No se sabe si por la intercesión del "Che" o por la de la Virgen de la Caridad del Cobre, la historia se escribió ayer en la tarde en una sala de espera de un aeropuerto lejano. Y al abrazarse el Papa le dijo a Cirilo: "Finalmente, somos hermanos".

El papel de Putin en el encuentro. La reunión que el Vaticano trató de organizar en vano por décadas en Europa se fraguó en gran secreto, en parte debido a las resistencias de algunos sectores del patriarcado de la Iglesia ortodoxa rusa, que representa a 130 millones de fieles sobre un total de 250 millones de ortodoxos.

Para muchos analistas, los estrechos vínculos entre el patriarcado y el presidente ruso, Vladimir Putin, dan a la reunión una dimensión política y estratégica.

"Entre bambalinas hay un tercer protagonista, el presidente Putin", sostiene en su blog el vaticanista Marco Politi, quien recuerda que Francisco recibió el año pasado en dos ocasiones al líder ruso en el Vaticano.

"Sería una ingenuidad pensar que la repentina disponibilidad del patriarca no está relacionada con el papel de Rusia en este momento geopolítico", escribió Politi.

¿Qué pasó en 1054? En 1054, el Papa de Roma y el Patriarca de Constantinopla se excomulgaron mutuamente y así comenzó lo que se conoce como el gran cisma del cristianismo, que pervivió hasta el encuentro de ayer.

Datos
Cuba, de nuevo un escenario internacional



Religión. Los líderes religiosos representan a unos 1.330 millones de cristianos, entre católicos (la gran mayoría) y ortodoxos rusos.

Cuba. Este encuentro en Cuba, donde el Estado fue oficialmente ateo entre 1976 y 1992 antes de proclamarse laico, trasciende lo religioso.

Gestor. Cuba vuelve a convertirse en el escenario que atrae todas las miradas internacionales. De los políticos que fraguaron el deshielo de la isla con EEUU a albergar un abrazo histórico entre dos autoridades religiosas.

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