lunes, 18 de enero de 2016

Patrimonio eclesiástico, un valioso legado por descubrir



ALGO DE HISTORIA

A partir de la construcción de la iglesia de San Felipe Neri (1795) se nota en las edificaciones de la ciudad de Sucre, la influencia del estilo Neoclásico. Hasta entonces el estilo utilizado en casi todas las construcciones había sido el barroco.

Sucre cuenta con un valioso patrimonio eclesiástico oculto en las entrañas de más de media docena de templos que se busca revalorizar, dado que constituye un atractivo de carácter histórico y cultural que puede ser explotado turísticamente

La actual ciudad de Sucre, fundada como asiento de Chuquisaca (1538) y Villa de Plata (1540) fue el centro de una extendida jurisdicción político administrativa denominada Charcas presidida por la Audiencia de Charcas, un tribunal judicial que efectuaba a la vez funciones gubernativas.

Dada la importancia de la urbe, en ella se instalaron tempranamente las principales órdenes religiosas. franciscanos, dominicos, agustinos, mercedarios, jesuitas y otros quienes iniciaron a los pocos años de su llegada la edificación de las iglesias y conventos de las órdenes mencionadas, así como las iglesias de las doctrinas de indios de San Lázaro y San Sebastián. Para fines del siglo XVI las construcciones ya se encontraban avanzadas o casi terminadas en su totalidad.

Durante los siglos XVI y XVII, los enterramientos de los “vecinos y naturales” pobladores de las villas y ciudades se realizaban en las iglesias, siguiendo la legislación pertinente, contenida en las Leyes de Indias.

En cumplimiento de esta norma, los enterramientos se llevaban a cabo, previo pago de derechos, en capillas y bóvedas construidas en el interior y el subsuelo de los templos o en los camposantos ubicados en los atrios que los rodeaban, donde las personas de menor categoría social se sepultaban en el piso.

Esta legislación que permitía el uso de los templos como cementerio, se modificó por otra ley del 21 de marzo de 1794, en la que argumentando razones sanitarias, se ordenaba efectuar los enterramientos lejos de las iglesias y las poblaciones, según documentos de la época.

En Bolivia, fue recién durante el periodo republicano, siendo presidente el mariscal Sucre, el año 1826, que se legisló acerca de la construcción de cementerios de uso público, alejados de las iglesias.

No obstante, actualmente aún en las entrañas de la ciudad, bajo algunos de los principales templos, miles de personas allí sepultadas duermen su sueño postrero desde tiempos remotos. En estos templos anidan también historias sobre quienes dejaron sus huesos en extraños cementerios subterráneos, debajo de los altares de los templos o cerca de conventos de la Real Audiencia de Charcas. Se trata de un patrimonio histórico y cultural que podría convertirse en atractivo turístico de importancia para la capital.

Por ejemplo, hay iniciativas como las del templo de San Francisco que pretende estructurar un circuito turístico de catacumbas y túneles subterráneos. La idea fue planteada por el director del Museo Histórico Militar, coronel José Luis Delgado, quien vio el potencial del edificio histórico de la iglesia y convento de San Francisco, construido entre 1540 y 1581, donde existe una red subterránea estudiada parcialmente.

CRIPTAS
Las criptas se ubicaban dentro de las catacumbas, galerías subterráneas, con el fin principal de enterramiento de cadáveres y eran donde se colocaban para su descanso final autoridades religiosas como papas o mártires. Éstas se adornaban con representaciones pictóricas y con mosaicos reproduciendo escenas de la Biblia.

Las primeras criptas tuvieron como objeto esconder de los profanos a los mártires, y para ello excavaron en las rocas. Fue después que sobre estas tumbas se erigieron las iglesias.

CATEDRAL O IGLESIA MAYOR
La Catedral o Iglesia Mayor de La Plata se encuentra situada en la plaza principal, su construcción se llevó a cabo en varias fases, empezando en 1551, a cargo del maestro Juan Miguel de Veramendi. Varias son las personas que en el siglo XVI, manifestaron su voluntad de ser enterradas en la Iglesia mayor. Entre ellas Felipe López, natural de la provincia de Guipúzcoa; también a Andrés de Carrión y Francisco Martínez, boticario, natural de Toledo.

En la Iglesia mayor no se enterraron únicamente españoles. El 1 de agosto de 1562, en La Plata el indio Hernando de Aldana, natural de Cajamarca, manifestaba su deseo deser enterrado en dicha iglesia.

Para inicios del siglo XVII, la Iglesia mayor o Catedral, contaba ya con una cripta para enterrar a los dignatarios eclesiásticos, según detalla el cronista religioso Antonio de Herrera y Toledo. “Están en la capilla del Evangelio de continuo 24 sillas muy curiosamente bordadas de seda sobre baqueta de Moscovia y el maderaje de ensamblaje. Costó cada una unos 400 reales; y de una y otra salen al altar dos puertas grandes labradas de cuarteles en ensamblaje de cedro y se sube a ellas por cuatro gradas al sitio del Altar Mayor, sobre el que está el más eminente cuerpo de la capilla; y a este hueco con tanto más profundidad sirve de bóveda y entierro para los señores Arzobispos y Prebendados”, relata.

Un año después, esta cripta ocasionó un pleito que se inició en el Cabildo Eclesiástico y llegó hasta los tribunales civiles debido a que por la humedad y el transcurso de los años parecía que se derrumbaría.

La cripta fue rellenada y, años después, se procedió a abrirla, habilitarla nuevamente y sirvió de sepulcro para varios prelados sucesores del Alto Borja.
Anexas a la Iglesia Catedral se encuentran además las capillas, que fueron edificadas con bóvedas para el entierro de personajes distinguidos que costearon su construcción.

CAPILLA DE LA VIRGEN DE GUADALUPE
La capilla de la Virgen de Guadalupe fue construida entre los años 1616 y 1625 por el Obispo Alonso Ramírez de Vergara, quien logró que el Cabildo Eclesiástico de La Plata le concediera el terreno adjunto a la Catedral para construir su capilla funeraria en la que se colocó la imagen de la Virgen de Guadalupe que había hecho pintar con el fraile jerónimo Diego de Ocaña.

La bóveda construida en la misma capilla para su entierro, se cierra con una losa o lápida grande, en que están esculpidas sus armas y su epitafio.

Además del citado Obispo, en esta capilla se encuentran enterrados el fiscal de la Audiencia de La Plata Victorián de Villava, quien se destacó por su crítica a la mita de Potosí y su apoyo a la causa de la libertad de indios y negros.

CAPILLA DE SANTA ANA
La Capilla de Santa Ana fue edificada por Tomás de la Barrera. Él y su esposa se encuentran enterrados, en la bóveda a la que se accede por una losa.

IGLESIA DE SAN LÁZARO
La iglesia de San Lázaro fue de las primeras en edificarse en la Villa de Plata, data de los primeros años posteriores a la fundación de Chuquisaca. San Lázaro fue, a partir del ordenamiento urbano efectuado por el virrey Francisco de Toledo,uno de los dos barrios de indios (el otro era el de San Sebastián) de la entonces ciudad de La Plata, allí fueron asentados los indios Cañaris, Poconas y Yamparas.

Sobre los entierros efectuados en esta iglesia en el siglo XVII, se sabe que yace ahí Marcos Quispi Topo, yanacona, que sirvió en vida al capitán Martín de Almendras.

IGLESIA DE SAN SEBASTIÁN
Para la construcción de este templo se tuvo en cuenta el número de indios que rodeaban aquel sitio y se disponía de un manantial de riquísimas aguas, que se han hecho famosas en la historia, pues años mas tarde se construyó una pila, cuyas aguas poseían cierta virtud y que la tradición conserva con el nombre de "Aguas del Inisterio"

San Sebastián fue un barrio de indios y la iglesia fue erigida para adoctrinar a los residentes en este barrio. Muchos españoles poseían propiedades en este sector, entre ellos el conquistador Hernando Pizarro que poseía dos solares.

Durante el siglo XVII, se siguieron efectuando enterramientos en este templo, por ejemplo el del sacerdote y párroco de la misma, don Justo Pastor Echeverría de quien dice García Quintanilla: “Este generoso sacerdote está sepultado en el templo parroquial de San Sebastián, donde se puede ver la losa en el suelo, con la inscripción dedicada a su memoria”.

IGLESIA DE SAN FRANCISCO
El convento de San Francisco fue uno de los primeros en construirse en Sucre, según Diego de Mendoza, cronista de la Orden, los trabajos se iniciaron poco después de la fundación de la Villa, concluyéndose la iglesia en 1581.

Las primeras escrituras públicas de La Plata que se han conservado en el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia, nos permiten conocer a algunos de los personajes que fueron enterrados en la iglesia de San Francisco, entre los personajes importantes enterrados en esta iglesia se encuentra el licenciado Juan López de Cepeda (hermano de Santa Teresa de Ávila), oidor de la Audiencia de La Plata, cuyos restos fueron trasladados hasta la capilla mayor de esta iglesia.
También se conoce de la voluntad del último cacique del linaje Aymoro, cacique del pueblo de Yotala.

IGLESIA DE LA MERCED
En esta iglesia fueron sepultadas importantes personalidades del mundo indígena de la ciudad de La Plata, especialmente los caciques de los yampara del linaje de los Aymoro, cuatro de los cuales escogieron este templo como sepultura, fundando en él una capellanía.

IGLESIA DE SAN AGUSTÍN (don bosco)
La Iglesia y convento de San Agustín, se comenzaron a edificar también a fines del siglo XVI. El templo actual, cuya obra se inició en 1590, sustituyó a otro más antiguo y en los documentos se lo menciona como la “iglesia nueva”. Este templo se constituyó en sepulcro de los presidentes y oidores de la Audiencia de La Plata.

IGLESIA DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS (SAN MIGUEL)
A este templo se trasladaron en 1592, los restos del licenciado Polo de Ondegardo, procedentes de la iglesia de San Francisco en que fueron sepultados primitivamente.

INVESTIGACIÓN
Los datos de esta investigación son parte de un proyecto que busca revalorizar las criptas y bóvedas existentes en los edificios eclesiásticos para su uso turístico. El estudio realizado por CORREO DEL SUR comprende las siguientes edificaciones:
1. Templo de San Lázaro
2. Templo de Santo Domingo
3. Convento de San Felipe Neri
4. Templo de La Merced
5. Templo de San Francisco
6. Templo de San Miguel
7. Catedral Metropolitana
8. Capilla de la Virgen de Guadalupe.
9. San Agustín
10. San Miguel

INICIO DE LA CONSTRUCCIÓN DE CEMENTERIOS
En Bolivia se legisló acerca de la construcción de cementerios de uso público, alejados de las iglesias, recién durante el periodo republicano en 1826.
La Ley tiene el texto siguiente:

Considerando:

1° Que la insalubridad de los pueblos depende, en gran parte, de la falta de limpieza y policía.
2° Que la experiencia ha enseñado, que nada corrompe tanto la atmósfera de los pueblos, como el enterramiento de los cadáveres en ellos y particularmente en las iglesias, donde la reunión de los fieles hace que el aire, por falta de ventilación, se cargue de emanaciones.

Decreto:

1° Se establecerán cementerios, para dar sepultura a los cadáveres, en todos los pueblos de la república, cualquiera sea su vecindario.
2° Los cementerios se formarán doscientas varas, cuando menos, distantes de las últimas casas de la población, y en los parajes más ventilados.
3°Los curas párrocos, a quienes se les pruebe que se han enterrado cadáveres en sus iglesias, un mes después de haber recibido este decreto, serán irremisiblemente separados de sus curatos, sin derecho a obtener ningún beneficio eclesiástico por diez años.
4° Los presidentes y gobernadores, son los inmediatos responsables de ejecutar y hacer que se ejecute este decreto.
5° El secretario de gobierno queda encargado del cumplimiento de este decreto. Imprímase, publíquese y circúlese.
Dado en el palacio de Gobierno en Chuquisaca a 25 de enero de 1826.
Antonio José de Sucre.
Por orden de S.E. Facundo Infante, secretario de gobierno.

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