La visita del papa Francisco a Latinoamérica parece beneficiar a la salud de la Iglesia, particularmente en Bolivia cuya población es en su mayor parte católica apostólica y romana (67 por ciento), a como reza el propio lenguaje impuesto en la Colonia al presente.
Históricamente, desde la fundación de la República de Bolivia, en agosto de 1825 y sucesivas constituciones oolíticas del Estado, hasta diciembre de2009, la Iglesia Católica formaba parte del Estado boliviano y ocupaba, además, el privilegio de ser, constitucionalmente, religión única y nacional.
Aunque, a lo largo de la República hubo intentos de apartar a la Iglesia de los asuntos del Estado, sólo en la Constitución de 2009, durante el gobierno del presidente Evo Morales, ocurrió situación tan inusitada, cuyo mandato expresado en el Artículo 4 de la CPE, a la letra dice: “El Estado respeta y garantiza la libertad de religión y de creencias espirituales de acuerdo con sus cosmovisiones. El Estado es independiente de la religión”.
Varias razones, entre ellas la ideológica, primaron para que el Estado boliviano de católico trascienda al Estado Laico.
En efecto. La tendencia ideológica del Movimiento Al Socialismo, navegaba entre la negación y el rechazo al contenido católico y reemplazaba a este con un numeroso panteón kolla-quechua-guaraní. Así, contribuye al reencuentro de la identidad indígena, perdida en el siglo XVI y perseguida durante siglos, casi hasta la República, con los famosos extirpadores de idolatrías.
Citamos también, al MAS difusor de la interpretación materialista de la Historia, que niega la existencia de seres supremos, siendo lo único eterno y transformable la materia.
Desde fines del siglo XX y principios del siglo XXI ocurrió un fenómeno de tinte religioso que fue, paso a paso, conquistando al área rural boliviana: sectas y Organizaciones No Gubernamentales (ONG), de las corrientes reformistas luteranas, protestantes y otros grupos escindidos de la Iglesia Católica, “cooptaron” a miles de campesinos, indígenas y originarios en el extenso territorio boliviano.
La conquista de grandes núcleos campesinos y de zonas periféricas de las ciudades, tenía entre otros objetivos, equilibrar la balanza constitucional que favorecía sólo a la Iglesia Católica. Su estrategia defensiva, fue crear un partido político y luego, presionar por años para que se cambie el estatus definido en la Constitución.
Agreguemos otro argumento. En más de tres décadas la Iglesia, por su carácter de mediadora en los grandes conflictos, que enfrentaron a gobiernos y sectores sociales, evitó cuando menos, el derramamiento de sangre y tuvo éxito como conciliadora entre el Estado y el pueblo.
El papel de conciliación, protagonizada por la alta jerarquía de la Iglesia Católica Boliviana, generó anticuerpos en gobiernos tradicionales que, fueron apartando a los mediadores católicos, de manera que, cuando el MAS captó el poder político, cortó de inmediato el cordón umbilical republicano con el estilete del Artículo 4 de la CPE del 2009.
EL PODER DEL PAPA
Pese a reiteradas tramas para desplazar a un segundo plano a la religión católica del contexto nacional, en las últimas horas la Religión Católica recuperó su identidad perdida frente al Estado laico. La causa de este viraje histórico, es la visita del papa Francisco a Bolivia.
En efecto. El Gobierno boliviano parece devolver o restituir la antigua identidad de la Iglesia Católica de Bolivia, incluyéndola en actos de importancia para la gestión de Evo Morales: 1.- Testera para el papa Francisco, al lado del mandatario Evo Morales, en el Segundo Encuentro Mundial de Movimientos Populares, en la ciudad de Santa Cruz. Este evento, en los hechos constituye un marco ideal para que, Bolivia, siendo un Estado laico, actúe como católico, 2.- Asistencia del presidente Evo Morales y su gabinete de ministros, a una misa celebrada por el Papa, en la misma ciudad de Santa Cruz.
Basta citar estos ejemplos para mostrar que el gobierno boliviano, transita diferente senda a la descrita en el Artículo 4 de la CPE. Diríamos entonces, que el Estado es dependiente de la Iglesia Católica.
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