miércoles, 24 de junio de 2015

El Vaticano abre nuevas puertas a divorciados y a los homosexuales

El Vaticano presentó ayer el documento que guiará el Sínodo sobre la Familia, en el que aparece como aspecto fundamental el “arte de acompañar” a sus realidades, como los divorciados o las familias con miembros homosexuales.

Las discusiones del Sínodo, el próximo octubre, estarán orientadas por este documento, el “Instrumentum Laboris”, redactado a partir de respuestas de las conferencias episcopales a un cuestionario enviado desde la Santa Sede y del informe final del Sínodo Extraordinario del pasado octubre.

En el documento destacan dos temas que serán esenciales en la próxima asamblea: la situación de los divorciados y la de las familias que cuenten con integrantes homosexuales. En el primero de los casos, la Santa Sede ha revelado que se da un “común acuerdo” sobre una “vía penitencial”, bajo la autoridad de los obispos, para reintegrar en la Iglesia a los cristianos divorciados que se hayan vuelto a casar, algo que ha sido considerado como una señal de apertura.

El “Instrumentum” señala en relación con los fieles divorciados que se hayan vuelto a casar por lo civil que esa “vía” incluiría una “toma de conciencia del fracaso y de las heridas” producidas por la separación de los cónyuges. Y que vaya marcada por un “arrepentimiento”, además de por una verificación de la “nulidad del matrimonio, el compromiso a la comunión espiritual y la decisión de vivir en continencia”.

El texto recoge las conclusiones del Sínodo Extraordinario de la Familia del pasado octubre, en el que se constató la existencia de un debate sobre el “acceso a los sacramentos de la penitencia y la eucaristía” de los divorciados que han vuelto a casarse.

Sobre la situación de esas personas las respuestas obtenidas de las conferencias episcopales indican que se debe dar “un acompañamiento de gran respeto” a esos casos y evitar que los afectados se sientan “discriminadas”, promoviendo su participación en la comunidad.

Sobre las personas que se han casado por lo civil o que conviven sin haber contraído matrimonio, el texto señala que esta situación “muy a menudo no está motivada por prejuicios o resistencias a la unión sacramental, sino por situaciones culturales o contingentes”.

HOMOSEXUALES

La Iglesia Católica también estudia la posibilidad de “acompañar” a las familias con integrantes homosexuales y que “deben ser acogidos con respeto y delicadeza” y evitando cualquier “discriminación injusta”.

“Sería deseable que los proyectos pastorales diocesanos dedicaran una atención específica al acompañamiento de las familias en las que viven personas de tendencia homosexual”, afirma el texto.

En la cuestión de la adopción “se ha señalado la importancia de afirmar que la educación de un hijo debe basarse en la diferencia sexual, así como la procreación”.

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