domingo, 7 de septiembre de 2014

La Teología de la Liberación se abre paso en el Vaticano

¿Cuenta la Teología de la Liberación con el apoyo del papa Francisco? Más que una rehabilitación, Francisco pretende superar una fractura del pasado cercano de América Latina entre partidarios y adversarios, tendiéndole la mano a los más pobres, según los observadores del Vaticano.
Varios gestos recientes han parecido corroborar la intención de un acercamiento por parte de la Iglesia a esta corriente del pensamiento cristiano, nacida en América Latina en los años 70 del siglo XX, que defiende la causa de un clero más cercano a los pobres y desheredados.

A mediados de agosto, el papa reafirmó su apoyo a la causa por la beatificación del arzobispo de San Salvador, Óscar Romero, “un hombre de Dios”, defensor de los campesinos sin tierra, asesinado en 1980 por un comando de extrema derecha.

En julio levantó la prohibición para celebrar misa al padre Miguel d´Escoto Brockmann, ex ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno sandinista de Nicaragua. Y antes de eso recibió a uno de los “padres” de la Teología de la Liberación, el sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez, quien siempre tuvo una concepción moderada de la misma. Desde septiembre pasado, la firma de Gutiérrez puede ser publicada en el diario del Vaticano, el Osservatore Romano.

Fractura en el clero
Precisamente, en la prensa vaticana, varios expertos han señalado que Juan Pablo II y Benedicto XVI nunca rechazaron “la opción por los pobres” contenida en esta teología, sino lo que denominaban sus derivaciones marxistas.
Esta teología provocó una fractura en el clero latinoamericano. Hace 15 años moría el obispo brasileño Helder Câmara, figura emblemática de una “Iglesia de los pobres”, pero quien no contaba con los favores de Roma.

El polaco Juan Pablo II, quien sufrió el comunismo en su país, ponía las cosas difíciles a los “obispos rojos” y condenaba las teologías que habían optado por el marxismo e incluso preconizado en ocasiones la lucha armada.

En este contexto, obispos conservadores remplazaron a algunos progresistas. Las dictaduras militares, definidas como muy católicas, no fueron condenadas por la Iglesia.
Jorge Mario Bergoglio no estaba de un lado ni del otro.

“No era de esos obispos que hicieron carrera con la demonización de la Teología de la Liberación. Los tercermundistas siempre encontraron a un protector en Bergoglio. Pero se encontraba alejado, era impermeable a todo intelectualismo, a toda instrumentalización ideológica de las palabras del Evangelio", explica a la AFP Gianni Valente, vaticanista del diario católico Avvenire

ANÁLISIS
Una corriente que no es del demonio
Guillermo Siles - Sacerdote OblatoLa Teología de la Liberación, que para muchos fue considerada la ‘teología diabólica’, hoy está en un proceso de reflexión y aceptación, sobre todo en los ambientes cupulares de la Iglesia católica. El mismo cardenal Gerard Müller editó un libro juntamente con Gustavo Gutiérrez, en Roma y hace unos días se presentó otra obra en Chile, que habla de cómo esta perspectiva goza de buena salud en la Iglesia latinoamericana. Al parecer el ambiente es positivo.

En Bolivia la Teología de la Liberación se vivió desde varios aspectos. Principalmente la interpretación del Concilio Vaticano II, que logró una apertura a nuevas reflexiones teológicas en el mundo moderno, sobre todo imprimir una mirada desde la realidad, para celebrar la vida. América Latina, a través del Celam, en sus diferentes conferencias, dio lineamientos que profundizaron la opción preferencial por los pobres. Sobre todo en Medellín y en Puebla.

Bolivia, como parte de esta reflexión, caminó en sintonía, de vivir los cambios fundamentales que tanto Medellín y Puebla exigían. Es cierto que en estas latitudes no hubo tanto conflicto porque la iglesia estaba al servicio de los pobres y quería que los pobres salgan de la pobreza.

Teólogos, pastores, sacerdotes y laicos tomaron posiciones claras contra las dictaduras y frente a la violencia, la persecución y el sometimiento a los pobres.

La Teología de la Liberación fue cuestionada porque hacía una interpretación sociológica de los pobres, al parecer no de carácter bíblico; y porque se incorpora en la reflexión, el análisis crítico, histórico y dialéctico. Esto fue considerado, como que el marxismo se había incrustado en la reflexión teológica. Además, lo que trajo tensión fue su sentido de confrontación. A veces en medio de las Comunidades Eclesiales de Base se lograba la necesidad de actuar frente a las injusticias y lograr derrotar las estructuras de pecado. Había la necesidad de actuar, y ahí estaba el conflicto

2 comentarios:

  1. Quiza hasta por estrategia TLL se puede hallar buena teologia en la TLL. Pero sus mediaciones sociologicas son veneno, opresion, salvavidas de plomo para los pobres.

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  2. Quiza hasta por estrategia TLL se puede hallar buena teologia en la TLL. Pero sus mediaciones sociologicas son veneno, opresion, salvavidas de plomo para los pobres.

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