lunes, 1 de abril de 2013

Resurrección, un acto de fe



El estudio bíblico de Jorge Colón, difundido por la Asociación Evangelística La Respuesta de Jesucristo, afirma que la resurrección de Cristo es el mayor de todos los milagros de él y la máxima prueba de su misión divina. Aunque Jesús hizo muchas maravillas, el apóstol Pablo dijo, según 1ra. Corintios 25:17, que sin su resurrección nuestra fe sería vana y estaríamos todavía en nuestros pecados.

Además, la resurrección fue la señal que el mismo Jesús prometió como la prueba de su misión divina (Mateo 12:38-40; Juan 2:19). Y si Jesús hubiera fallado en su promesa de volver a la vida el tercer día después de su muerte, se le hubiera acusado de impostor.

Los sacerdotes y fariseos, enemigos de Jesús, comprendieron muy bien la importancia de su promesa de resucitar y por eso tomaron precauciones de sellar la tumba y de poner guardias. Esas medidas preventivas excluían la posibilidad de un fraude, ya que no había manera de que alguien se pudiera robar su cuerpo de la tumba que, además de estar cubierta por la enorme piedra y sellada, también tenía guardias vigilando, de manera que era imposible cualquier intento sin que hubieran terribles consecuencias y pudieran enterarse las autoridades pertinentes.

Pero fueron los mismos sacerdotes y fariseos los que confirmaron por medio de sus precauciones la certeza del milagro de la resurrección de Cristo, el Hijo del Dios viviente. Mateo, capítulo 28 y versículos del 11 al 15, dice que uno de los que formaban parte de la guardia fue a la ciudad para darle aviso a los principales sacerdotes de las cosas que habían acontecido. ¿Y qué les fue a contar? Mateo 28:2-4 se refiere a un gran terremoto cuando un ángel removió la piedra del sepulcro .

La resurrección no fue un retorno aparente, o una mera alucinación de los apóstoles, sino que Cristo reasumió su cuerpo humano. La resurrección de Cristo es un hecho histórico atestiguado por personas que no podían ni querían engañar, y mucho menos ser engañados. Entre aquellos que la Biblia menciona que vieron a Jesús resucitado se incluye primeramente a María Magdalena, Maria la madre de Jacobo y al apóstol Pablo (1a.Cor.15:8).

El sacerdote jesuita Carlos Arce reflexiona y asegura que al contemplar la cruz uno debe ver amor y cómo un hombre llegó a dar su vida por la humanidad y cargar con todo lo malo. Por eso considera que la resurrección es la más grande lección de fe del cristianismo. “No es posible concebir personas como la Madre Teresa de Calcuta si Jesús no ha resucitado y si su amor no está con nosotros. El Espíritu Santo nos necesita para demostrar que él está vivo y que sigue trabajando a través nuestro, porque si no, sería un muerto más”.

Agrega que muchas veces tenemos arrinconado al Espíritu Santo y no dejamos que él trabaje con nosotros; él quiere seguir construyendo el reino de Dios.


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