domingo, 10 de marzo de 2013

La Capilla Sixtina, en su punto para el cónclave Doce papables favoritos

Los vaticanistas se han puesto manos a la obra en la elaboración de una lista de cardenales "favoritos", "papables" o, simplemente, "más relevantes del cónclave".

La lista se ha elaborado tras largas horas de consultas y entrevistas con prelados católicos.

Estos son los 12 purpurados (en orden alfabético) más destacados y con más opciones a convertirse en pontífices entre los 115 prelados que se encerrarán en la Capilla Sixtina para elegir un nuevo papa.

Los favoritos de Brasil. Joao Braz de Aviz (Brasil, 65 años). Fue llamado a Roma en enero de 2011 por Benedicto XVI para dirigir la Congregación para los Institutos de la Vida Consagrada y un año después fue nombrado cardenal. Braz de Aviz lleva grabada a fuego su labor como sacerdote de las favelas.
Odilo Scherer (Brasil, 63). Es un purpurado con una fuerte presencia en los medios.

De África y Filipinas. Peter Turkson (Ghana, 64). Ejerce actualmente como presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz. Además de su fuerte vinculación con África, también es un gran conocedor de la situación del mundo europeo y americano.
Luis Tagle (Filipinas, 55). Conocido entre los jóvenes como "Chito", es el más joven de los cardenales. Distinguido teólogo de sonrisa permanente y una de las voces más representativas del episcopado asiático.

Otro posibles. Timothy Dolan (EEUU, 63), Peter Erdo (Hungría, 60), Sean O Malley (EEUU, 68), Marc Ouellet (Canadá, 68), Gianfranco Ravasi (Italia, 70), Leonardo Sandri (Argentina, 69), Christoph Schönborn (Austria, 67) y Angelo Scola (Italia, 71).

Cardenal Terrazas. El cardenal Terrazas no está entre los favoritos. Según Erwin Bazán, director de la oficina de prensa del Arzobispado de Santa Cruz, la historia ha demostrado que los favoritos o los más solicitados por los medios de prensa no necesariamente terminan siendo pontífices, ya que los cardenales, una vez reunidos en el cónclave, actúan en plena libertad de conciencia, sin ninguna presión.

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