Con una solemne misa en la Catedral Metropolitana, presidida por el Arzobispo de Cochabamba, Monseñor Tito Solari, anoche cientos de católicos despidieron el pontificado de Benedicto XVI destacando su labor significativa dentro la iglesia Católica.
En medio de signos de alegría, esperanza y renovación, cientos de cristianos católicos participaron de la eucaristía convocada por el Arzobispado para agradecer al Papa saliente que con su renuncia, abre el camino a un nuevo sucesor de Pedro que reconduzca la Iglesia Católica, en un mundo cada vez más polarizado.
“Agradecerle al Santo Padre, que ha dado su vida, todas sus energías para la Iglesia y amando la Iglesia por este amor, deja el cargo la responsabilidad que el Señor le ha confiado para que tenga vida nueva, recupere energías en con un nuevo Papa, invito a todos a sumarse en las misas pidiendo también por el nuevo sucesor de Pedro que tendrá la gran responsabilidad de dirigirnos”, afirmó Monseñor Solari.
El pastor de la iglesia Católica en Cochabamba dijo que la elección del nuevo Papa comienza el momento que se instale el Cónclave que contará con la presencia y más de 100 cardenales de todo el mundo, de los cuales sólo 115, no mayores de 80 años, inspirados por el Espíritu Santo, podrán votar por el nuevo Pontífice.
“Considero que es un día del Espíritu, que renueva da vida a la Iglesia, confía a una nueva persona, un Cardenal la gran responsabilidad de asumir la figura de representante de Vicario de Cristo, son días de reflexión y de comunión, todos los católicos estaremos unidos en este día de espera con la confianza para acoger al nuevo servidor de la iglesia Católica en el mundo”, manifestó.
Asimismo, exhortó a la comunidad de católicos acompañar en estos momentos históricos y trascendentales para el futuro de la Iglesia, mediante sus oraciones y participando en las misas en sus templos y parroquias, estando pendientes del humo blanco que desde la Santa Sede en Italia, podría salir en el trascurso de los próximos días, dando una buena noticia al mundo.
“Es tiempo de oración, cuando nació la Iglesia, la Virgen y los apóstoles, estaban en oración esperando el don del Espíritu Santo, nuestra madre María estaba con ellos, y seguramente ahora acompaña también a los cardenales y a todo la Iglesia que está en oración esperando esa manifestación del Espíritu para conducirnos en estos tiempos”, enfatizó.
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