domingo, 20 de enero de 2013

Tata Chelo, el cibernauta católico

“Cibersacernauta”. Así se hace llamar el rector de la Basílica Metropolitana de Cochabamba, Marcelo Bazán Ivulic, un apasionado confeso de Internet que brinda orientación espiritual a sus 2.613 contactos en Facebook.

El rector de la Catedral Metropolitana de Cochabamba, Marcelo Bazán Ivulic, rompió la barrera conservadora de la iglesia para sumergirla en la era de las redes sociales.

“Tata Chelo” creó su cuenta personal en Facebook hace cuatro años, y desde entonces la usa para orientar espiritualmente a sus -por ahora- 2.613 contactos y difundir actividades religiosas.

Sin embargo, “facebookear” rápidamente se convirtió en una actividad protagónica y recurrente en la vida del sacerdote, por ello vio la necesidad de adquirir un equipo acorde a sus requerimientos, una Galaxy Tablet.

Su moderno aparato le permite conectarse las 24 horas del día y, mientras no se encuentra en una celebración eucarística o una confesión, él “chatea” sin premura con cada uno de sus fieles.
“CIBERSACERNAUTA”

El hecho de unirse a Facebook no posesiona a Marcelo Bazán como una personalidad en el mundo religioso, porque al igual que él, monseñor Tito Solari o Benedicto XVI tienen cuentas personales con igual o mayor número de seguidores. La autenticidad de Tata Chelo se respalda en el lenguaje moderno que emplea para interactuar con sus fieles.

Publicaciones como: “Estén atentos: su cibercatedral y su cibersacernauta están full energy para que tú estés cool” o “Cool bendiciones y un nice day para todos”, logran decenas de “like” en Facebook y causan expectativa por cada actividad que comparte a través de su cuenta.

“Mis mensajes mantienen el contenido básico, pero son transmitidos con el lenguaje de los chicos”, asegura Tata Chelo, a tiempo de señalar que esto no significa que tiene intenciones de “hacerse al joven”.
“ARRUINANDO SE APRENDE”

Además de Facebook, Bazán aprendió a usar programas de diseño como Photoshop, para crear artes que luego sube a su galería fotográfica de Facebook.

La más reciente se trata de Jesús comiendo en una mesa (con un fondo de la fachada de la Catedral Metropolitana) y mientras come, Jesús piensa: “Con qué locura vendrá en este 2013 este cura... Estoy curioso”.

Entre risas y anécdotas, Bazán asegura que no pasó cursos para aprender a usar internet o programas de computación, sin embargo los conocimientos básicos que ostenta son resultado de algunas computadoras arruinadas.

Sin duda, la galería de Bazán es la máxima expresión de su talento porque entre las 814 fotos que la componen también figuran imágenes tomadas desde su Galaxy Tablet.

Armado del pesebre de la Catedral Metropolitana, celebraciones eucarísticas para Navidad, misa de bendición para animales, Todos Santos, etc, fueron algunos eventos que Tata Chelo fotografió.

Las acciones virtuales de Bazán -chatear con sus contactos- tienen el fin último de materializarse fructíferamente.

Por ejemplo, cierta ocasión “chateó” hasta las cuatro de la madrugada con una persona que estaba al borde del suicidio. “Supe que lo salvé cuando volví a hablar con ese contacto dos días después”, cuenta Bazán.

Casos similares o iguales son encarados constantemente por el Tata Chelo a través de Facebook, por ello no descuida ni por un segundo a sus amigos virtuales.

“Si alguien quiere hablar conmigo converso incluso por mensajes de texto y si de verdad es urgente dejo de hacer mis cosas para atenderlo”, dice Bazán, aclarando que su fin es orientar hasta donde sus facultades se lo permitan. “Si se trata de casos crónicos recomiendo a mis contactos acudir a un profesional o les propongo acompañarlos”, agrega.

Esta afirmación se respalda en otro caso que vivió el sacerdote, cuando otro día le tocó “chatear” con una persona que estaba sumida en una depresión crónica.

Marcelo Bazán recuerda que logró contactarse con los padres de esa personas y acompañó a la familia a las sesiones terapéuticas.
“LE DECLARÉ MI AMOR A DIOS”

Marcelo Bazán descubrió su vocación hacia el sacerdocio a los 12 años y tomó la decisión por influencia de dos hechos fundamentales: el gusto por las actividades religiosas y las costumbres católicas de su familia. “Cuando me di cuenta de lo que quería ser, le declaré mi amor a Dios”, cuenta Tata Chelo.

Luego de culminar sus estudios en Brasil, vivió sus primeras experiencias como sacerdote en la iglesia “Nuestra Señora del Carmen”, en Cliza.

El padre Bazán no resalta ninguna de las iglesias en las que estuvo porque cuando lo destinaban a otros templos terminaba extrañando por igual a cada comunidad de fieles.
“ME SENTÍ DESPRECIADO”

Pese a que Tata Chelo no prefiere a una iglesia más que otra, su trayectoria se vio marcada por hechos que calaron profundo en él.

Irónicamente, la iglesia donde permaneció más tiempo el sacerdote Bazán (12 años), fue en la que se sintió más “desvalorizado”.

“El otro padre hacía esto”, le decían y él tomaba con paciencia las insinuaciones porque son “reacciones normales” en comunidades que experimentan un cambio de sacerdote en su templo.

“Tuve que aprender a conquistar a la gente, involucrándola en actividades novedosas”, señala, a tiempo de indicar que tiempo después los fieles del lugar lo empezaron a querer.

Marcelo Bazán irradia su carisma por los ambientes de la Catedral Metropolitana de Cochabamba y promueve actividades religiosas que incluyen a niños, jóvenes e incluso mascotas.

Con motivo de la fiesta de San Francisco de Asís, patrono de los animales, el rector de la Catedral Metropolitana de Cochabamba convocó a una celebración eucarística en la que participaron los fieles y sus mascotas.

Tata Chelo cuenta que antes de la ejecución de esta actividad muchos se alarmaron e incluso quisieron impedir el ingreso de animales a la Catedral. “Yo les respondí que son criaturas de Dios y merecen atención”, dice Bazán.

La actividad fue promocionada a través de Facebook y tuvo más éxito del esperado. Es así que conejos, perros, gatos, loros, etc. acudieron con sus amos para ser bendecidos.
FIESTA DE DISFRACES

Otro acierto del rector fue la celebración de Todos Santos con el armado de un mast´aku lleno de dulces para los niños.

Como el dilema adolescente actual es elegir entre disfraz o plegarias, Tata Chelo propuso que los niños vayan disfrazados de angelitos a la Catedral y a cambio de sus oraciones recibirían una bolsa de golosinas.

Tras la difusión del evento por internet, la catedral se llenó de niños hasta las nueve de la noche.
APRUEBA “PAREJITAS”

“En ocasiones las parejas empanadean mientras escuchan la misa, entonces me acerco y se sueltan. Yo me río y les digo que continúen porque es una etapa bonita de la vida”, cuenta riendo Tata Chelo.

El matrimonio es importante para Bazán, por ello hace poco organizó una misa exclusiva para las personas comprometidas y bendijo a las parejas en la Catedral.

Estas y otras actividades forman parte de la nueva etapa que atraviesa la Catedral de Cochabamba, desde hace ocho meses.

Según su actual rector, esta iglesia ícono del departamento, no debe ser únicamente de “padrecitos y hermanitas” tiene que abrirse a las familias.
A LA ORDEN

Las personas pueden encontrar al cibersacernauta a través del Facebook con el seudónimo: Tata Chelo, o bien buscarlo en la catedral para recibir orientaciones espirituales o simplemente entablar una amistad.

Por ello ante cualquier malestar del corazón la comunidad católica ya tiene un orientador virtual.

“Estoy para servirlos y ser su ayuda a través de Jesús, un amigo que permite encontrar una vida cool y un horizonte nice”, concluye el sacerdote Marcelo Bazán Ivulic.

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