domingo, 20 de enero de 2013

El sacerdote más sexy y con más poder de la Santa Sede

Siempre ha sido considerado un tipo guapo, muy guapo, hasta el punto de que le llaman “el George Clooney del Vaticano”. Pero ahora el padre Georg Gänswein, secretario particular de Benedicto XVI y como él alemán, ha sido oficialmente consagrado como un símbolo de la belleza por una de las “biblias” de la moda y el famoseo: la edición italiana de la revista “Vanity Fair”.

La publicación dedica su portada, precisamente al padre Georg. Con un sugerente título: "Ser guapo no es un pecado".

A partir de ahí, el semanario repasa la vida de este hombre que de jovencito llevaba el pelo largo y le gustaba Pink Floyd, que fue ordenado sacerdote en Friburgo en 1984, que sigue siendo un buen jugador de tenis y un gran esquiador (llegó a ser instructor) y que hoy, a sus 56 años, no solo recibe cartas de amor, sino que está considerado una pieza clave dentro de la Santa Sede.

Un secretario multifacético. Gänswein fue, además, cocinero antes que fraile, y hasta que se ordenó sacerdote en la diócesis de Friburgo en 1984 trabajó de cartero, de profesor de esquí, obtuvo una licencia de piloto e incluso dicen que tuvo novia.

De aquella época conserva su afición por el tenis, que practica regularmente en un club deportivo de Roma con camiseta negra y pantalón corto, haciendo gala de un envidiable golpe de revés para disfrute de sus compañeras de club. “Pero solo juega con hombres”, se lamentaba una de ellas hace un par de días. Y eso que, según propia confesión, mantiene “una relación serena y muy natural con las mujeres”.

Lo de la serenidad no siempre es compartida. Fue famosa la frase que, en junio de 2005, la esposa del entonces presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, le soltó a Benedicto XVI cuando visitó por primera vez el palacio del Quirinale acompañado de Gänswein: “Santidad, felicidades por su secretario. ¿Cómo se llama?”.

Seis oficios y una sonrisa perenne. Santo Oficio—y luego junto a Benedicto XVI en el Vaticano, monseñor Gänswein ha puesto su preparación teológica, sus seis idiomas y su sonrisa perenne al servicio de un papa enfermo, anciano y acosado por los escándalos. De hecho, durante la masiva filtración de documentos secretos –el llamado caso Vatileaks—que sacaron a la luz las guerras de poder en el seno de la Iglesia, algunos vaticanistas apostaron a que el padre Georg tenía los días contados. No hay que olvidar que compartía despacho con Paolo Gabriele, el mayordomo del Papa, el único responsable –por el momento-- del robo y la filtración de la correspondencia privada. A finales de diciembre se supo que quienes auguraron el final de Gänswein erraron el tiro.

Al servicio del Papa, acosado por los escándalos. Monseñor Gänswein ha puesto su preparación teológica, sus seis idiomas y su sonrisa perenne al servicio de un Papa enfermo, anciano y acosado por los escándalos.

Apuntes

• Las fotografías del religioso, de 56 años, de ojos azules y cuerpo deportivo, ilustran el artículo dedicado al "Georg Clooney de San Pedro", como lo define la publicación, quien se ha convertido en uno de los personajes más influyentes del pontificado.

• El hombre que desenmascaró al mayordomo Paolo Gabriele por haber filtrado a la prensa documentos confidenciales del Papa, aparece sonriente en la portada.

Detalles
Es la persona más influyentes después de Benedicto XVI

Secretario. "Después del Papa, es la persona más influyente del Vaticano", asegura el vaticanista Gerald O'Connell. Al fin y al cabo Benedicto XVI cumplirá en abril próximo 86 años, y a medida que se vaya haciendo más viejo se verá obligado a depender cada vez más del padre Georg, con quien comenzó a trabajar en 1996 cuando Ratzinger era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y que es su secretario personal desde 2003, dos años antes de convertirse en Papa.

Transparente. "Personalmente veo mi papel o servicio al pontífice como un cristal. Más limpio está, más alcanza su objetivo. Tengo que dejar entrar el sol y cuanto menos se vea el cristal, mejor. Y si no se ve nada, quiere decir que hice bien mi labor", señala Georg Gänswein. La transparencia es uno de los objetivos de la nueva estrategia de comunicación del Vaticano por lo que el Papa designó a un experto como consejero para la Secretaría de Estado.

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