jueves, 6 de diciembre de 2012

Madre, el auxilio de los cristianos

Oración

“Querida Madre, Reina y Victoriosa, tres veces admirable de Schöenstatt. vengo a ti con ilimitada confianza a implorar tu ayuda para obtener de Dios lo que humildemente te pido. Tu Hijo Divino te entregó a mí como madre. Sus palabras: “He ahí a tu madre”, me las dijo también a mí y a ti te dijo: “He ahí a tu hijo” (Jn 19,26-27). Estamos unidos para siempre. Aquí tienes pues a tu hijo arrodillado a tus pies! Qué consuelo es tenerte como Madre! Por eso vengo a ti en mi angustia. Te ruego Madre, Reina y Victoriosa, tres veces admirable de Schöenstatt, pues ninguno de tus hijos que acudió a ti ha quedado sin protección o ayuda. Tú misma has llevado a cuestas grandes penas. Permaneciste al pie de la cruz como Madre dolorosa. Ahora que vengo a ti con mi dolor, no despreciarás mi humilde y angustiosa súplica, porque tú eres la salud de los enfermos, el consuelo de los afligidos, el auxilio de los cristianos. Lo que me llena de especial consuelo es que te llaman Madre, Reina y Victoriosa, tres veces admirable de Schöenstatt, un título de honor que quiere decir simplemente que eres maravillosa en todo momento y en todo lugar. Intercede por mí ante tu Hijo Divino para que responda a mi plegaria y yo repetiré tu ‘Magnificat’ (Lc 1,46-55) y pregonaré la piedad de nuestro Señor por toda la eternidad. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario