viernes, 26 de octubre de 2012

Flores, velas y comida para las almas



La fiesta de Difuntos comienza el mediodía del 1 de noviembre y culmina 24 horas después. Es en esta fecha que, según las creencias, las almas retornan a sus casas para reunirse con sus familiares.

Cada familia prepara la mesa a su modo. “Una fotografía del familiar fallecido, las masitas o el plato de comida favorito más un vasito de agua bastará para darle la bienvenida”, dice Flora de 80 años, una abuela que conoce el tema.

Nancy, una awicha de 72, recuerda que es importante encender una vela. “Debes hacerlo al mediodía del 1 de noviembre porque es la hora en que las almas llegan a la que fue su casa y se quedan todo el día”.

“Muchos de estos altares son considerados obras de arte, ya que reflejan el trabajo, dedicación y creatividad de la gente para ofrecer un buen recibimiento”, comenta Nancy y recomienda que la habitación donde se armará la mesa sea barrida con hierbas aromáticas hacia los cuatro vientos un día antes.

Flores

Las flores que decoran el altar dan la bienvenida al alma. La blanca representa el cielo, la amarilla es la tierra y la morada es el luto que los familiares siguen llevando dentro de ellos.

Música

Algunas personas, mientras agasajan al difunto con la comida, ponen la música que era de su preferencia porque se supone que está presente y la familia quiere que esté a gusto.

Siete niveles

Otras abuelas señalan que se deben armar altares con siete niveles o escalones (cada uno tiene diferente significado) para que el alma de un muerto pueda descansar en paz.

La ascensión

Las llamas de las velas encendidas representan la ascensión del espíritu y significan luz, la guía del camino. El lienzo blanco simboliza la pureza y el cielo.

1 comentario:

  1. https://tightwriters.com/como-graficar-una-hiperbola-en-5-pasos/
    Para mí es un ritual, porque según las voy desenvolviendo voy haciendo interiormente un recordatorio de como estaba el año pasado haciendo esto mismo, y reflexiono como estoy ahora y me invade siempre el mismo sentimiento
    Gracias Jesús por permitirme estar aquí un año más,con sus alegrías y sus dificultades pero todos, sin que nos falte ninguno.

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