domingo, 14 de octubre de 2012

Alberto Cutié: « Ahora que estoy casado, soy un mejor sacerdote»



Política, fe y un par de ojos. Las tres cosas que marcaron la vida del padre Alberto Cutié siempre estuvieron fuera de su control. Parece que el azar se ha tomado algunos caprichos con la vida de este puertorriqueño de origen cubano.

Su familia salió de Cuba –ahí entra la política- con la intención de radicar en España, pero se quedó en Puerto Rico. En ese país, en 1969, nació el futuro sacerdote. Tenía seis años cuando su familia (padre, madre, dos hijas, un hijo) se mudó a Miami.

Siempre travieso, siempre inquieto, Alberto llegó a la adolescencia. En su cabeza pajareaba la música ochentera, que hasta hoy le gusta. Empezó a trabajar como pinchadiscos. “Sí, tengo fotos de cuando era diyéi. Pero tendría que buscarlas”, promete. El llamado de lo alto no fue perturbado –ahí entra la fe- por los acordes ochenteros ni por las luces de discoteca. Empezó sus estudios de filosofía y teología.

Su ascenso fue rápido. Las cámaras lo mimaban y Telemundo empezó a transmitir un ‘talk show’ diario en el que hablaba de las intimidades del público hispano. Su programa Hablando claro con el padre Alberto, que emitía EWTN, el canal católico fundado por la Madre Angélica, hizo que se lo llamara Padre Oprah, en alusión a la conductora de ‘talk shows’ más famosa de Estados Unidos. Dirigía Radio Paz, publicaba una columna semanal, recibía 5.000 correos electrónicos a la semana y todo lo que ansiaba era que, alguna vez, esa mujer que rara vez lo saludaba –ahí entra el par de ojos- le dirigiera la palabra.

Ruhama Canellis se acercó y eso fue todo. El cura supo que el celibato no era para él. Entró en crisis, es decir, se enamoró. Comenzó a reflexionar, a hablar con su director espiritual, pero mientras reflexionaba, flash, click, llegaron los medios. En esta entrevista recuerda los momentos que aceleraron su salida de la Iglesia católica romana.

- ¿Qué fue lo más complicado cuando nos enteramos de que estaba enamorado? ¿La presión de los medios o la de la gente que deseaba que siga siendo sacerdote?

- En realidad no sentí la presión de la gente. Ellos tienen una imagen del sacerdote muy elevada. La dificultad fue ver cómo los medios presentaron la noticia. Hay una diferencia muy grande entre un sacerdote que esté en una playa con una mujer adulta, soltera, y muchos de los otros escándalos que tristemente son actos criminales. Lo mostraron como la cosa más grande del mundo porque soy un sacerdote conocido, que ha trabajado muchos años en los medios. Eso fue lo más difícil. La gente de las parroquias sabe que uno es sacerdote y será sacerdote siempre. Ellos sabían que yo iba a continuar el ministerio.

- ¿Estaba, antes de que se publiquen las fotos, decidido a hacer pública su relación?

- Estaba en un proceso interno. Eso es lo difícil. Uno está en un proceso en el cual está hablando con el director espiritual, con la gente que le aconseja. Se está en un proceso que uno conoce y que está viviendo. Se dio a conocer primero lo externo y no realmente lo interno, lo que uno estaba atravesando. Eso es lo difícil de las cosas.

- En esos momentos de crisis, de cambio interno, ¿qué tipo de palabras lo ayudaron más?

- El Salmo 23: “El Señor es mi pastor, nada me faltará”. En los momentos más difíciles de mi vida he visto cómo el Señor ha sido mi pastor y me ha ido guiando. A mi esposa y a mí nos ha unido mucho la fe y la relación con Dios. Su amor a Jesús, su amor a la iglesia, a servir a los demás, en ella son algo espontáneo y eso nos unió.

- Su esposa, Ruhama, dijo que ustedes no querían enamorarse, pero pasó.

RITUAL. Durante un servicio religioso en la Iglesia de la Resurrección, de la cual es responsable. Lo acompañan los obispos Frade, Soto y Holguín

















- Nadie planifica enamorarse. El amor es algo espontáneo, es un regalo de Dios. Cuando uno está en la situación de sacerdote no es lo mismo, como algunos han tratado de decir, que ‘ah, bueno, es como un hombre casado’. No es como un hombre casado. El casado ya tiene su compromiso con su esposa, con su familia. Ya tiene ese amor natural, ese regalo de Dios. El hombre célibe no tiene eso. El que diga que es lo mismo estar casado y de repente cambiar de opinión no sabe de lo que está hablando.

El sacerdote hace a un lado el matrimonio por una norma de la iglesia... y las normas son cambiables, mudables. Hay sacerdotes compañeros míos, anglicanos, que están siendo recibidos en la iglesia romana. Ellos sí pueden ir con su esposa y con sus hijos y ser sacerdotes plenamente en la iglesia romana. En realidad, uno se da cuenta de que no es una norma universal ni es una norma esencial del sacerdocio.

- ¿Cómo era Alberto Cutié antes del matrimonio y cómo es hoy?

- Antes hablaba del matrimonio desde el punto de vista teórico. Hablaba de las cosas de las parejas, del sacramento del matrimonio de una forma más ideal. Hoy día hablo de una forma más práctica. Tengo el conocimiento de lo que es ser hombre casado y sacerdote. Mi trabajo diario no ha cambiado tanto, porque sigo con la atención a la gente en la parroquia, la atención a la comunidad. La predicación, la celebración de los bautismos, los matrimonios, los sacramentos, la misa… prácticamente los rituales son casi idénticos. No ha habido un cambio radical en mi vivencia de la fe. Lo que sí hay, diría yo, es un ingrediente añadido, que es el tener la bendición de poder hacerlo con mi esposa y mis hijos a mi lado.

(Cutié renunció a sus cargos y a su condición de sacerdote romano, pero fue acogido por la Iglesia episcopaliana. Es párroco de la Iglesia de la Resurrección en Miami).

- Ahora que trata el tema de la Iglesia episcopaliana, que lo ha acogido, ¿qué se puede argumentar a quienes no consideran católica a la Iglesia episcopaliana?

- Hay personas que quizá no conocen lo suficiente sobre la historia de la Iglesia. La iglesia ortodoxa, que se dividió en el siglo XI (1054), es una iglesia católica. La Iglesia anglicana, que se separó en el siglo XVI por una cuestión de gobierno, también es una iglesia que profesa la fe en la Iglesia católica que es una, santa, católica y apostólica. Decir que un anglicano no es católico o decir que un ortodoxo no es católico, o que cualquiera de las otras iglesias separadas de Roma o del papa no son católicas, es no saber la diferencia entre ser católico y católico romano. Es verdad, ya no soy católico romano. Fui católico romano durante muchos años, pero al ser anglicano pertenezco a otra rama de la iglesia de Cristo, que es una, santa, católica y apostólica. Uno no espera que todo el mundo entienda y sepa todo eso, especialmente en nuestros países latinos, donde ha predominado siempre una iglesia y la gente iguala estar en comunión con el papa con el catolicismo. Pero el catolicismo existe, y la fe católica existe fuera del Vaticano y fuera de la Iglesia romana.

- Con el celibato en crisis o al menos cuestionado, ¿en qué cree que mejoraría una iglesia –romana en este caso- sin celibato, o con un celibato opcional?

- ¿Realmente cuál es la motivación de mantener el celibato como la única forma de ser sacerdote en la iglesia hoy? No hay nada en la tradición apostólica que indique eso. San Pedro, el primer Papa, y los 40 primeros papas eran hombres casados. La mayoría de los apóstoles eran hombres casados. No hay nada en la tradición de 2.000 años de cristianismo que indique que el celibato es la forma de ser sacerdote. De hecho, hasta el siglo XII, casi en el mundo entero los sacerdotes tenían la opción de ser casados o no.

- Eso se decidió en un concilio, ¿verdad?

- Sí, la iglesia decide eso como una norma. La gente a veces olvida la diferencia entre dogma (los fundamentos básicos de la fe) y las prácticas de la iglesia. Las prácticas de la iglesia cambian y se pueden cambiar en el futuro. O pueden no cambiar.

Lo fundamental, que es la fe revelada en las sagradas escrituras, la tradición, no cambia. Dios es inmutable; la humanidad cambia, el uso sí cambia, la sociedad cambia. Hay muchas cosas que la iglesia podría examinar. Eso no solamente se aplica a la iglesia católica romana, sino a todo el cristianismo. En todas las ramas de nuestra iglesia (protestantes, evangélicas, anglicanas, católicas romanas, ortodoxas) hay necesidad de cierta reforma y cierto cambio.

FAMILIA. Alberto y Ruhama, con Camila Victoria en brazos. Detrás, Christian Norton, hijo biológico de Ruhama





























- Si uno de sus hijos le dice ‘papá, quiero ser sacerdote o monja de la Iglesia católica romana, ¿qué le diría?

- Creo en la libertad plena del ser humano. En la comunidad anglicana tenemos conventos, monjas y monjes. Hay personas que profesan el celibato de por vida. Tienen la opción de hacerlo, es la vida religiosa. Yo era cura secular, no era religioso. Yo sé que los periodistas a veces escriben ‘el religioso Alberto Cutié’.

Técnicamente, nunca fui religioso. Los religiosos hacen votos de castidad, pobreza y obediencia. El secular hace las promesas de celibato y obediencia a su obispo. Es una estructura diferente la de la vida de un religioso a la de un sacerdote secular. Yo era cura secular. En la Iglesia anglicana soy un sacerdote diocesano secular. O sea que, en realidad, la vida religiosa, si alguien se siente llamado a eso, a ser monja, a ser monje, lo puede hacer en cualquiera de las ramas de la Iglesia católica, sea la romana, la anglicana o la ortodoxa. Todas tenemos monasterios y conventos. Si mi hijo o hija opta por ser parte de la Iglesia romana, no tiene ningún problema, si es lo que Dios le pide en su corazón. Creo que cada persona tiene que seguir su corazón.

- Ruhama, su esposa, dijo algo muy lindo: “Sucedió porque Dios lo quiso así”. ¿Cuál es el mensaje?

- Para mí no cabe duda. Lo que sucede, es porque Dios lo quiere así. Parecía imposible que un sacerdote católico romano, público, dedicado a su misión, permitiera que en su vida existiera este amor, que también es puro, es bueno, algo deseado por Dios. En mi cabeza nunca ha existido la duda de que Dios me ha dado, a través del amor de Ruhama, un regalo. El resultado de ese amor es el regalo de nuestros hijos. Para mí no hay duda de que las circunstancias y toda la situación que ocurrió en esos meses de tanta tormenta, tienen que ver con el verdadero regalo que Dios nos ha dado en medio de todo eso.



ATENCIÓN. El matrimonio fue una cobertura exclusiva de la revista People. En las redes sociales la opinión se divide entre quienes apoyan su decisión y quienes lo descalifican



























-Entonces, ¿ese es el mensaje de Ruhama y Alberto?

- Diría que el mensaje es: en la vida uno no debe dejarse paralizar por el miedo. Debe seguir a su corazón.

- ¿Y su libro Dilema? ¿Cómo le va en ventas y difusión?

- Es lamentable que en muchos países católicos, de alguna forma no permitieron llegar el libro Dilema. Se ha distribuido en toda América Latina, pero hay ciertos poderes dentro de la Iglesia católica que no quieren que la gente lea esos libros. El libro Dilema es el testimonio de una persona que tuvo que poner en blanco y negro todo lo que yo viví. El mensaje está claro ahí. La premisa del mensaje es que no es incompatible amar a Dios con todo tu corazón, con toda tu vida y tu fuerza, y ser a la vez un esposo y un hombre de familia. No lo es bíblicamente y no lo ha sido tampoco en la tradición constante de la iglesia. De hecho, han existido más siglos con sacerdotes casados que con sacerdotes célibes.

Durante la entrevista, el sacerdote fue requerido por personas que querían algún consejo. “No son dilemas ideológicos. La gente quiere respuestas para su vida práctica”, dice. Cutié escribe, conduce un programa de televisión y celebra misa. Como antes, como siempre. Pero esta vez, al regresar a casa, ya no está solo.

LA IGLESIA, LA FE, LA CASA

CATÓLICO, EPISCOPALIANO
Anglicanos. Surgen por la separación de la Iglesia de Inglaterra de la de Roma, por decisión de Enrique VIII, a quien negaron la anulación de su matrimonio.

Episcopalianos. Eran parte de la Iglesia anglicana. Es la iglesia que recibió a Cutié. Surgió en 1798, con la independencia de Estados Unidos de Inglaterra.

Semejanzas. Según explica Cutié, la fe es la misma en la Iglesia católica romana y en la episcopaliana. La Iglesia católica toma distancia.

Mujeres. En 2009 los episcopalianos eligieron como obispa presidenta a la primera mujer de la historia, la Reverendísima Katharine Jefferts.

SUS GUSTOS, SU RUTINA
Televisión. FOX emite un programa de entrevistas llamado Padre Alberto en Nueva York, Tampa, Los Angeles, Phoenix, Dallas y Minneapolis.

Para las madres. El primer sitio web bilingüe para madres de Estados Unidos (mamaslatinas.com) lo ha incluido entre sus colaboradores.

Paseos. Cuando hay un tiempo libre se va para la playa con su esposa. Les gusta ver películas y una serie con sus hijos: El Chavo del Ocho.

Lecturas. Está completando su doctorado en teología. Su lectura de cabecera es Introducción a la mística de San Juan de la Cruz.

Jornada. Todos los días, su esposa le pregunta: “¿Qué quiere desayunar, mi amor?”. Casi siempre tratan de comer sano. Bebe mucha agua.

Amor. “Es la vocación de cada ser humano. Para citar a la Madre Teresa de Calcuta, ella siempre decía que hemos sido creados para amar y ser amados”.


EL SEGUNDO. Alberto Felipe lleva los nombres de sus abuelos. Fue bautizado en julio de este año. La Iglesia episcopaliana permite que sus sacerdotes sean casados. Tiene su origen en la Iglesia anglicana, surgida en Inglaterra después de la ruptura de Enrique VIII con la iglesia de Roma

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