viernes, 17 de agosto de 2012

La fe y la piedra: trabajo y ofrenda en medio de las costumbres

La familia Saavedra Ulunque, devota de la Virgen de Urkupiña, cumplió ayer con la tradición de extraer piedras y ch’allar lo obtenido. Acción que repite desde hace 20 años.

“Todo lo que le he pedido me ha cumplido (la Virgen): salud, mi familia”, dijo Sergio Saavedra, mientras cargaba dos bolsas con piedras y tenía mixtura en la cabeza luego de la ch’alla.

Las minas en el cerro de Cota se convierten en socavones por la extracción de las piedras y son las más concurridas para “trabajar con el combo”. Extraer piedras implica esfuerzo; bajo el Sol y con mucha fuerza los feligreses las parten como símbolo de préstamo de dinero.

Algunos creyentes se prestaron y otros se las llevaron como regalo de la Virgen. Según las costumbres, quienes se prestan deben volver al año y depositarlas, agradeciendo por los favores recibidos.

“Yo devuelvo, cada año me presto... Todo trabajo cuesta, pero con trabajo se hace todo”, comentó otro creyente, Gonzalo Cardona, agregando que su familia solo pide la bendición y no creen en los sahumerios.

Pero para otras familias, la celebración se armó para el buen augurio. La música de banda y de grupos autóctonos le dieron el toque tradicional a la ch’alla.


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