Esta semana, la Iglesia Católica se dedicará a orar por la unidad de los cristianos, que desde hace más de un siglo en todas las iglesias invocan por la recomendación de Jesús: Para que todos sean uno. La celebración en Bolivia es desde hoy, domingo, solemnidad de la Ascensión, hasta el 27 de mayo, fiesta de Pentecostés.
El arzobispo de Sucre, Jesús Pérez, en su mensaje enviado a la redacción de este diario informó que la semana de oración fue iniciada por el presbítero anglicano Paul Wattson, el año 1908, y el Papa San Pío X bendijo esta iniciativa; en 1916, el Papa Benedicto XV impulsó su celebración en la Iglesia Católica.
“No lo dudemos, esta semana es un medio que permite a la oración universal de Cristo, entrar y penetrar en todo el cuerpo cristiano; esta oración debe crecer hasta convertirse en un ‘grito inmenso, unánime, de todo el pueblo de Dios’”, señala el Arzobispo en su mensaje.
Dijo que en el primer día de la semana, la Iglesia, cada cristiano, están llamados a ser servidores de la humanidad y que las cualidades o talentos deben estar al servicio de todos. En el segundo día, convocó a orar con paciencia para alcanzar una transformación. “Es un acto de fe y confianza en las promesas del Señor”, dijo el Arzobispo.
En el tercer día, manifestó que los cristianos están convocados a ser solidarios con todos los que sufren, con la cercanía en Cristo sufriente que capacita más para acercarnos unos y otros.
En el cuarto día, invitó a los cristianos a ser fuertes en la lucha ante el mal; dijo que la pascua de Jesús invita a vivir su victoria, para vencer el mal. En el quinto día de oración se destaca la paz y la unidad como signos claros de la transformación, mientras que en el sexto día, el amor de Dios invita a la unión con Cristo y a la unión de los unos con los otros.
Así, el séptimo día está dedicado a la unidad en Cristo que nace con fuerza para ser solidarios por los más débiles. Finalmente, el octavo día, es para recordar que la unidad es un don del Espíritu.
El Arzobispo invitó a los sacerdotes, religiosos, religiosas y a los agentes de pastoral a vivir estos ocho días de oración.
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