sábado, 7 de abril de 2012

Vocación sacerdotal en crisis por pérdida de valores

El número de jóvenes que se sienten convocados por la vocación sacerdotal ha disminuido sustancialmente en los últimos años, coinciden sacerdotes de los seminarios de Cochabamba San José y San Luis.

El Seminario Nacional Mayor de San José tenía el 2007 aproximadamente 150 seminaristas que cursaban los diferentes niveles, pero este año el número ha bajado hasta llegar a 65, afirma el asesor académico, Omar Barrenechea.

Esta gestión iniciaron el primer año de Teología en el Seminario Mayor de San José once jóvenes. En contrapartida, hasta hace cinco años el promedio de los aspirantes era de 35.

Una de las explicaciones es la apertura de seminarios regionales en La Paz y Santa Cruz, pero el padre Barrenechea admite que ha disminuido el interés por tomar los hábitos.

El sacerdote estima que de cada diez jóvenes que inician esta forma de vida, el 30 por ciento logra ordenarse como sacerdote. "Antes terminaban más, pero también se salían después", afirma.

La escasez de sacerdotes se nota, según el padre Barrenechea, en las provincias y comunidades más alejadas de la capital del departamento, porque en las capitales hay el número mínimo suficiente. Los seminaristas se mantienen con becas en los seminarios gracias a los aportes de iglesias de otros países y benefactores particulares.

Los obispos ayudan también con la pensión de los seminaristas.

SAN LUIS La merma en el número de postulantes para ser sacerdotes se siente también en el Seminario San Luis. El rector, Crispín Borda, asegura que en los últimos cinco años ha bajado el número de postulantes.

El Seminario San Luis cuenta actualmente con 30 alumnos en todos sus cursos. Hasta el año 2006, por lo menos 60 jóvenes postulantes a ser sacerdotes estudiaban en sus aulas.

Para la gestión 2012, a propedéutico ingresaron siete jóvenes, cuando en gestiones pasadas el número era entre 28 a 30.

Borda asegura que son muchos los factores que inciden en una menor vocación sacerdotal en los jóvenes; uno de esos aspectos es la "globalización".

El rector del Seminario San Luis admite que la Iglesia está trabajando muy poco en el aspecto vocacional, y en las parroquias donde se trabaja se nota que hay presencia de mayor número de jóvenes.

"La modernidad en la que vivimos pone un cuestionamiento a la fe", asegura Borda.

“Los sacerdotes hablan muy poco en sus eucaristías sobre el seminario y de la vocación sacerdotal.

MOTIVACIÓN Borda asegura que para motivar a los jóvenes a descubrir su vocación sacerdotal se debe hacer "propaganda" mediante testimonios de vida e ir a su encuentro.

"Trabajé en la parroquia de Tacopaya, por ejemplo, y en cinco años que estuve motivé a ocho jóvenes para que vayan al seminario”, señala.

Añade que los sacerdotes deben hablar en los altares del seminario de la vocación sacerdotal.

En su caso, comenta que ingresó al seminario en 1994, junto con otras diez personas, y se ordenaron el año 2000 seis sacerdotes.

“Para que el joven no abandone esta vocación, no solamente debemos llevarlo al seminario, sino también hay que acompañarlo en el camino, es una tarea difícil pero con la ayuda de Dios se logra", asegura.

PÁGINA WEB El seminario San Luis ha implementado una página web (www.seminariosanluis.org) en la cual explica de lo que se trata la vocación sacerdotal para motivar a los jóvenes a que opten por esta forma de vida.

El Seminario Mayor Arquidiocesano San Luis se constituye, dentro de la Arquidiócesis de Cochabamba, en la institución encargada de otorgar un plan de formación para aquellos jóvenes que se sienten llamados a asumir el ministerio presbiteral, al tiempo que les brinda un acompañamiento vocacional.

“Gracias por visitar esta página. Puede ser que sea tu objetivo, tal vez, llegaste por mucha casualidad. Sin embargo, lo importante es que ingresaste a esta nuestra página y nos llena de alegría tu visita", señala la presentación.

PARTE HUMANA Borda explica que lamentablemente a nivel general se ha olvidado la parte humana, y en su criterio todos los educadores, y no solamente los que están en los seminarios, tendrían que formar a sus alumnos como hombres y mujeres íntegros.

Por eso señala que se debe trabajar en la parte humana y todas las personas seguirán los pasos de Cristo.

“Los jóvenes han perdido los valores”

Hay menos jóvenes que se inclinan por las vocaciones sacerdotales en Bolivia, y en general en Latinoamérica, asegura el vicario judicial del Arzobispado, Miguel Manzanera.

"En los últimos años ha bajado el número de seminaristas", confirma el sacerdote jesuita.

Una de las razones, según Manzanera, es la "cultura globalizada" que llega a través de los medios de comunicación. "Se ha perdido la referencia hacia Dios, casi no se habla de él, y se ha introducido elementos de una cultura materialista", añade.

Lo que actualmente buscan las personas, en criterio del sacerdote jesuita, es el bienestar material, el placer en todos los sentidos, incluyendo el sexual, además del dinero.

"Los jóvenes no consideran los valores espirituales. Esa es la razón fundamental por lo cual no respiran ese ambiente religioso en el que han vivido sus padres", afirma.

Asimismo reconoce que ha habido un cierto desgaste de la figura del sacerdote, a causa de los "llamados delitos de pedofilia", ocurridos en varios países, incluido Bolivia.

Sin embargo, Manzanera está convencido de que Dios tiene su plan y "va a querer" que el sacerdocio se mantenga porque se trata de un ministerio muy importante para todos los fieles y la Iglesia católica.

Recuerda que el sacerdote ejerce una función sacramental, al celebrar la Santa Misa, al dar la penitencia y el matrimonio, entre algunos.

Por eso insiste en que es importante que se revalorice la vocación sacerdotal y un primer paso, según el sacerdote jesuita, es lograr que la Iglesia católica sea más apreciada por las familias y las parroquias.

“La Iglesia debe trabajar en la motivación”

El asesor académico del Seminario Mayor de San José, Omar Barrenechea, deja en manos de Dios el llamado a la vocación sacerdotal, pero al mismo tiempo reconoce que se debe trabajar más desde la Pastoral de la Iglesia para incentivar a los jóvenes a seguir este camino.

P: ¿Por qué ha disminuido la vocación sacerdotal en los jóvenes?

R: Considero que se debe a dos motivos: el primero es porque la sociedad actual no nos ofrece ideales como antes. Cuando un joven quería ingresar al seminario tenía la figura clara, para servir al pueblo, por ejemplo. Ahora, cuando se le pregunta a un seminarista, sus respuestas son vagas. Hoy no hay ideales y se han perdido los valores, los jóvenes no encuentran sentido el ser sacerdotes.

La otra situación es que la sociedad actual no nos lleva a asumir compromisos estables.

Los jóvenes no están preparados para asumir retos de por vida y el sacerdocio exige una entrega de por vida.

P: Algunos de los jóvenes que ingresan al seminario lo abandonan al inicio e incluso cuando están a punto de acabar ¿Cuáles son las razones?

R: Algunos en esta etapa se dan cuenta que no están llamados por la vocación sacerdotal y muchos dejan el seminario por la cuestión afectiva, les cuesta asumir el celibato, pero otros porque los necesitan en sus familias.

Hay algunos que se dan cuenta que no tienen vocación por la filosofía ni la teología y prefieren ingresar a la universidad.

Pero el motivo más notorio es la cuestión afectiva.

P: ¿Qué está haciendo la Iglesia católica para motivar a los jóvenes para descubrir su vocación?

R: A nivel personal no me desespero por la falta de jóvenes para esta vocación.

Lo que nosotros vemos insuficiente todavía a nivel de la pastoral de la Iglesia es un trabajo de conjunto.

Se debe insistir en las vocaciones en todos los niveles, por ejemplo en una reunión de padres de familia, en la reunión de los jóvenes y en todos los acontecimientos y actividades pastorales debería insistirse sobre la vocación para el sacerdocio.


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