domingo, 8 de abril de 2012

La Vigilia Pascual se iluminó con la luz de Cristo resucitado

La comunidad católica celebró ayer la Vigilia Pascual, en la que Cristo luego de su pasión en la cruz, pasó de la oscuridad a la luz, venciendo a la muerte y al pecado para otorgar la vida eterna y el amor al mundo, que junto a valores, como el servicio al prójimo deben ser aplicados en la cotidianeidad de la humanidad.

"Los cristianos debemos anunciar la palabra de Cristo, la buena nueva de la Resurrección, pero dando testimonios de vida, haciendo a un lado la cultura de la muerte, la violencia, la corrupción, el libertinaje y optando por el amor, el servicio al prójimo y la libertad", manifestó el Obispo de la Diócesis de Oruro, Cristóbal Bialasik, en la Homilía, luego de la lectura del Santo Evangelio de Marcos en el que se hace incidencia en la frase: "No teman. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el Crucificado. Ha resucitado".

Esta es una tradición celebrada ya por las primeras comunidades cristianas lideradas por los apóstoles de Jesucristo, y concretada luego por la Iglesia Católica, se tornó emocionante pues los fieles católicos y las autoridades eclesiales que antes de ingresar al templo totalmente en tinieblas, encendieron en el atrio de la infraestructura sacra, una fogata y luego el Cirio Pascual, para ingresar a La Catedral con velitas prendidas con el "fuego de Cristo". Luego para la parte introductoria de la celebración una vez más se apagaron las luces del templo y las velitas de la comunidad, para prenderlas al momento de la Homilía.

En este sentido la fiesta de la Pascua significa, paso, es decir, un cambio de una situación a otra, una de las fundamentales celebraciones de la cristiandad, junto a la Navidad o nacimiento del Redentor.

La solemne celebración de la Vigilia Pascual, fue realizada ayer por la noche en la Parroquia de La Catedral, que se replicó en las demás parroquias de la ciudad, tiene como contenido principal el paso de la muerte a la vida, de la oscuridad y las tinieblas a la luz y al amor, estructurada en dos partes centrales, la Palabra, con siete lecturas en lugar de dos o tres habituales en la Eucaristía y por otro lado los sacramentos de la iniciación, el Bautismo y la Confirmación, pues nuevamente se nace a la vida y por otro lado se ratifica el amor a Dios, situaciones en las que los símbolos del agua y de la luz cobran notoriedad, junto al fuego vivificador.

La celebración litúrgica denominada como Vigilia Pascual, que se produce antes del Domingo de resurrección como un preludio de la buena nueva, tuvo dos momentos históricos importantes, que fueron relacionados en base a las lecturas tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento de la Biblia, que se fundamentan en la Pascua Judía con la liberación del pueblo de Israel de Egipto, además del paso por el Mar Rojo y por otro lado la Pascua Cristiana con la victoria de Jesús ante la muerte con su resurrección eterna.

La principal autoridad eclesial del departamento, manifestó que en el Antiguo Testamento, los israelitas pasan de la muerte que significa la esclavitud en Egipto a la promesa de vida que les propone la Alianza con Jehova, en tanto que en el Nuevo Testamento este proyecto de Dios se denomina como Nueva Alianza, pues llega a su culminación en Jesús muerto y resucitado, en el que se revela la voluntad liberadora del Padre, para que la humanidad tenga vida y en abundancia.

Asimismo, Monseñor Bialasik expresó que al igual que las mujeres que vieron a Jesús resucitado, como son María Magdalena, María, la madre de Santiago y María Salomé, los orureños y bolivianos con las acciones transformadoras de la realidad de pecado social que van a confirmar que la Resurrección no es un hecho inútil, sino una realidad cargada de esperanza y de vida nueva que se ofrece a todos.

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