miércoles, 13 de julio de 2011

Los “brujos y adivinos” de La Loma

Cartas, ceniza, agua y coca son las herramientas de trabajo de los “videntes” o comúnmente llamados “brujos” de quienes su presencia ya se ha hecho común en las afueras del colegio Fe y Alegría. Sentados en unos pequeños puestos que ellos mismos armaron, esperan que la gente se acerque a consultar sus inquietudes. “Están aquí desde la mañana, la gente se acerca a hacerse leer la suerte, con coca, cartas e incluso a consultar sobre alguna información de un objeto perdido”, afirma Lourdes Macedo, vecina del colegio Fe y Alegría. Según cuenta Macedo estas personas vienen desde la mañana y están hasta las seis de la tarde ofreciendo sus variados servicios desde un precio de 5 bolivianos. También elaboran algunos remedios utilizando quina, bálsamo, genciana, copaíba y otros sulfatos.
Uno de ellos, Carmelo, nos contó que asiste mucha gente a buscar su ayuda sobre todo cuando tiene un problema o experimenta la irresistible necesidad de conocer qué le deparará el futuro. Afirma también ser capaz de saber qué podemos esperar de nuestro destino según qué área.
Sin duda una de las cualidades de estos adivinos, aquí en Tarija y en toda Bolivia y el mundo, es la facilidad de palabra, lo cual hace de ellos unos geniales oradores. Según la psicóloga Carolina Montenegro, estos adivinos emplean en su discurso una técnica que ha sido estudiada en Psicología Social y que ha sido bautizada con el nombre de efecto Barnum. Según este efecto, aquellas descripciones realizadas acerca de nuestra personalidad y que se hacen de una manera muy vaga llegan a ser aceptadas como propias.
Lucia realizó una consulta a Carmelo quien dijo estar conectado con los “achachilas”, los espíritus que moran en los nevados o cerros de los Andes, y el adivino comenzó de esta manera:
“Tienes la necesidad de que otras personas te quieran y admiren, y sin embargo eres crítica contigo misma. Aunque tienes algunas debilidades en tu personalidad, generalmente eres capaz de compensarlas. Tienes una considerable capacidad sin usar, que no has aprovechado. Disciplinada y controlada hacia afuera, tiendes a ser preocupada e insegura por dentro. A veces tienes serias dudas sobre si has obrado bien o tomado las decisiones correctas. Prefieres una cierta cantidad de cambios y variedad y te sientes defraudada cuando te ves rodeada de restricciones y limitaciones. También estás orgullosa de ser un pensador independiente; y de no aceptar las afirmaciones de los otros sin pruebas suficientes. Pero encuentras poco sabio el ser muy franco en revelarte a los otros. A veces eres extrovertida, afable, y sociable, mientras que otras veces eres introvertida, precavida y reservada. Algunas de tus aspiraciones tienden a ser poco realistas”. Terminada la evaluación Carmelo aseguró que puede controlar que los espíritus malignos se alejen y no regresen, además dijo ser una suerte de “médium” entre el más allá y el “más acá” por si la consultante se animaba a preguntar algo a sus parientes ya fallecidos.
Consejos para atraer la buena
suerte y la felicidad en amores
Consultado sobre algunos consejos para atraer la buena suerte Carmelo resaltó que hay varias posibilidades desde fumadas y fetos. Explicó que el feto de llama sirve para buscar el bienestar en la casa, el de cerdo para atraer el dinero y el de oveja para frenar los pleitos legales. “También usamos feto de venado para que los mineros salgan bien librados de la mina y los de gato y perro, juntos, pueden lograr que una mujer abandonada recupere a su marido”, dijo.
Añadió también que si de triángulos amorosos se trata, lo mejor es que la esposa abandonada bautice a un perro y a un gato con el nombre de su marido y el de su nueva pareja, que los ponga al brasero y espere a que se peleen “como perros y gatos” para que el hombre vuelva a su hogar.
“Una vez comprados todos los elementos para alimentar a la Pachamama, puede llamarme a mi celular para que hagamos el trabajito”, dice Carmelo mientras relata que el ritual se realiza con un chispeante brasero que consume el feto, al tiempo que la casa o el negocio se impregnan del humo sagrado. Acto seguido, los restos son enterrados en una ceremonia en la que se da de comer y beber a la tierra.
El costo de sus servicios, como el de otros adivinos oscila entre 5 y 10 bolivianos (70 centavos y 1,4 dólares). Carmelo dice que sus habilidades paranormales le vienen de ser gemelo, lo que en el mundo aimara se considera una rareza.

El ritual para adivinar la suerte
El adivino invoca a los “achachilas” (espíritus andinos) para obtener información del más allá, pronuncia nombres de deidades en aimara y también invoca a santos católicos, en un fuerte sincretismo religioso.
Luego rocía con alcohol la mano de su cliente como parte del ritual de “limpieza” o “purificación” para una mayor transparencia en el contacto con el otro mundo. Acomoda las cartas que va eligiendo el consultante y procede a la lectura.
Lo tradicional es que la lectura se haga en hojas de coca y cartas pero hoy también se emplea plomo, cerveza, huevo, leche e incluso café.
La adivinación también forma parte de los saberes ancestrales que se transmiten de generación en generación. Carmelo dice que aprendió de su abuelo, un amauta o sabio aimara. A unos pocos metros se encuentra una mujer que cumple el mismo oficio.

Amautas mujeres
La lectura de la suerte era una función ritual destinada casi exclusivamente a los varones, pero ahora es más frecuente ver que también la desempeñan las mujeres. La clientela de las mujeres es preferentemente femenina. Ser gemelas o haber sobrevivido a un rayo es una de las señales.
“Me ha caído el rayo en la provincia Los Andes, por eso he sido señalada por Dios, que me ha dado sabiduría para practicar esta tradición”, reveló Luisa quien afirmó estar esperando a una clienta que viene todos los martes a visitarla. “Es tradición comenzar a leer la suerte después de San Juan, el 24 de junio para saber el destino. Este período dura hasta el 29 y 30 de junio, fechas en las que se celebran las festividades de San Pedro y San Pablo, así nos vamos por toda Bolivia”, aseguró la adivinadora.

lectura de la suerte
Plomo. La suerte se lee en las figuras del metal derretido que se contrae en agua fría.
Huevo. El destino está escrito en la forma en la que cae un huevo en un vaso de agua o cerveza.
Coca. La lectura de las hojas de coca es la tradición milenaria que se practica en los Andes.

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