martes, 3 de mayo de 2011

Obispo resaltó la obra del Papa Juan Pablo II y el ímpetu de los trabajadores

Monseñor Bialasik presidió la celebración eucarística de la Divina Misericordia
En la Fiesta de la Divina Misericordia, el Obispo de la Diócesis de Oruro, Cristóbal Bialasik, resaltó la obra del Papa Juan Pablo II, su beatificación y el ímpetu de los trabajadores, en la misa realizada en la iglesia cuyo nombre está dedicado a ésta celebración a horas 15:00.

"Desde el año 1954 por decisión del Papa Pio XII, el 1° de mayo se celebra la fiesta de San José Obrero, conmemorando a todos los trabajadores que se ocupan de proporcionar en sus hogares el pan de cada día y mantener a su familia", dijo.

"En los últimos tiempos, esta fecha se denomina como el Día Internacional del Trabajo, pues en el año de 1886, 200.000 trabajadores iniciaron una huelga en Chicago, exigiendo al Gobierno estadounidense mejores condiciones, años más tarde, los comunistas se aprovecharon de este acto para fines políticos", afirmó el obispo.

"Tal vez es coincidencia, que justo esta fecha, celebramos en el mismo día la fiesta de la Divina Misericordia, la beatificación del Papa Juan Pablo II, quien vino de Polonia, un Gobierno socialista donde sufrió mucho, porque conoció los peligros del totalitarismo", dio a conocer el Monseñor.

El obispo dijo que el Santo Padre fue embajador de 25 países del mundo donde protegió la dignidad de cada persona reclamando los derechos de los obreros, la unidad familiar, la vida en abundancia y la voluntad del Señor.

Cuando vino a Bolivia, particularmente a Oruro, a estrechar la mano del pueblo y bendecir a los obreros, uno de los mineros le pidió al Santo Padre, Juan Pablo II interceda por nosotros y tengamos una vida digna, siguiendo a Dios. El Santo Padre jamás se olvidó de Bolivia puesto que siempre consultaba a los obispos de este país ya que el Papa tenía una memoria privilegiada.

Asimismo, monseñor agradeció a Dios, por la imagen del Papa, porque a través de él se aprendió a amar, ser misericordiosos y seguir al Señor, "así como él lo hizo hasta el último suspiro, sirviendo a Dios".

Santa Faustina, dejó el mensaje de Dios, escribiendo que la misericordia del Señor es la única esperanza para toda la humanidad, "Jesús en ti confió", reiteró el Obispo.

El Papa Juan Pablo II instituyó hoy, como el día de derramamiento de la Divina Misericordia, "gozamos de alegría, porque el sucesor del Papa Benedicto XVI lo beatificó", enfatizó la autoridad religiosa.

Es importante que la invocación de la Divina Misericordia brote de lo más íntimo de los corazones llenos de sufrimiento, de temor e incertidumbre porque están en busca de un rayo de esperanza. El obispo, explicó que el Señor le dijo a Santa Faustina "hija mía di a todos que soy el amor y la misericordia", además le pidió que este segundo domingo de pascua sea dedicado a la festividad de la Divina Misericordia.

Por otra parte Monseñor dijo, necesitamos tener paz hoy más que nunca porque nuestro país sufrió mucho, para mirar nuestro futuro con más esperanza, fe y entrega al Señor, rezando a Jesús misericordioso y particularmente la coronilla.

Lo que el señor nos quiere demostrar en esta fiesta es que debemos creer en su amor que se expresa en el perdón cuando nos acercamos con humildad, pero también se debe dominar nuestras pasiones y egoísmos, buscando la paz del señor, amando a nuestra familia, el trabajo y la escuelas, venciendo los deseos material, la violencia, la pereza, y dejar de descuidar a los hijos, conyugues y familiares, viviendo en armonía en los hogares, manifestó el Obispo.

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