domingo, 31 de octubre de 2010

CELEBRA EN TODO BOLIVIA Todos Santos: el origen y el significado de las ofrendas y figuras de las mesas

Para los vecinos, sobre todo de las zonas periféricas, no hay la más mínima posibilidad de que la tradicional fiesta de Todos los Santos desaparezca porque cada año se recuperan las vivencias, el significado de ofrendas, las figuras hechas de pan, en especial la personificación de las almas.

La Paz como otras ciudades se vio inundada de caña y fruta para armar las mesas en memoria de los muertos. Recuperar las vivencias de Todos los Santos es devolverle al espíritu de la ciudad un sentido muy preciso, pues lo que diferencia a los pueblos son las maneras de nacer, amar y morir.

Rescatar las vivencias de Todos los Santos es devolverle al espíritu de la ciudad un sentido muy preciso, pues lo que diferencia a los pueblos son las maneras de nacer, amar y morir.

La fiesta de Todos Santos es uno de los momentos trascendentales del calendario. En esta fiesta se cultiva la memoria a los muertos, floreciendo sus tumbas. El cementerio se llena todo el día y las familias van a rendir sus homenajes a la memoria de sus antepasados.

El culto a los difuntos se mantiene, sobretodo en el campo donde el evento se prepara semanas antes de la fecha. El ritual es complejo, porque las familias que perdieron a sus seres queridos hacen grandes esfuerzos para recibir a las almas, ya que deben comprar todos los artículos para armar las mesas.

Esta fiesta se inicia el 1 de noviembre con los preparativos de la mesa para recibir el alma de los difuntos, de manera que al mediodía esté todo listo para su llegada. En esta fecha se cantan "los alabados" o "alabanzas" siendo en su mayoría coplas de inspiración popular que constituyen una tradición en la fiesta que acompañan los sicus y la tropa de tarkas.

La mesa, o altar del difunto, debe estar preparada pues se dice que las almas llegan el primero de noviembre justo al mediodía. Su estructura tiene un lenguaje simbólico de color y disposición de los diferentes elementos que la componen.

Se coloca un mantel negro para las almas de personas mayores y blanco cuando se trata de niños, muchas veces el altar puede ser para ambas edades, mitad blanco y mitad negro.

Para las almas pequeñas, jóvenes y solteros no hay bebidas embriagantes, sólo refrescos, dulces, galletas, frutas, guirnaldas multicolores, predominando el color blanco, como color de pureza del difunto llamado "angelito".

En el altar se colocan los elementos rituales hechos de pan, como escaleras, la cruz cristiana, los Phillus (roscones para colocarse en el cuello de los pasantes de la fiesta), aves diversas, como los cóndores; luego están las conocidas t?ant?a wawas en sus diferentes variedades.

En muchos casos en este lugar se encuentra el epitafio del difunto con su fotografía y la inscripción del nombre y día de su fallecimiento. Encima del altar, cogido por las cañas están las pasanqallas multicolores que asemejan las estrellas del cielo.

Luego viene el espacio donde se colocan las bebidas, las comidas, las galletas, la t?ant?a wawa, t?ant?a caballos, t?ant?a titis (gatos), t?ant?a llamas. De la misma manera están presentes las bebidas, refrescos, cerveza, coca, frutas, biscochuelos, dulces y masitas.

En la parte inferior de la mesa se colocan flores de color blanco y amarillas como la retama, además de los tallos de cebolla (tocoros) que proporcionan a las almas el agua para calmar su sed. En las cuatro esquinas de la mesa se colocan las cañas, que representa los bastones de los difuntos y se adorna la mesa con coronas y suspiros de colores.

Durante esta primera jornada de día y de noche se reciben a los rezadores que visitan las casas donde hay mesas instaladas. El 2 de noviembre se visitan los cementerios con panes, caña, frutas y comida y se hace rezar a las personas que visitan el cementerio. Al mediodía rezan por el almuerzo y por la tarde rezan por las cosas que están en la mesa.

El Alma despacho consiste en recoger la mesa al mediodía pidiendo al alma que regrese al año siguiente para volver a compartir. El ritual de despacho dura tres años hasta que el alma se va satisfecha y no retorne.

El "levantar la mesa" que así se denomina a la invitación a rezar, finaliza con la repartición de las golosinas y manjares que se han puesto a la vista de los asistentes rezadores.

La comida y la bebida son importantes para celebrar y saciar el hambre y la sed de las almas. Hay que cocinar los alimentos y preparar la bebida que le gustaba al ser querido cuando vivía en la familia.

También se preparan los alimentos tradicionales de la época como ají de arvejas, sopa de arroz y trigo, timphu de cordero, sajta de pollo, ají de fideo, kanka o asado de cordero, las masas de quinua llamadas kispiña, mote, habas y queso.

Estos días de celebración de Todos Santos o Día de los Difuntos, las comunidades rurales, los pueblos y las ciudades andinas esperan para despedir a las almas (espíritus) de los difuntos.

La tradición de rezar a las almas es una herencia colonial que por influencia de la Iglesia Católica se sobrepuso a la fiesta de los ajayus o espíritus. Por eso, la oración por las almas forma parte de la celebración de los muertos.

Los resiris somos todos los que vivimos y participamos de la fiesta de los difuntos, cuando se visita a una familia lo primero que se hace es dirigirse a la mesa del altar, allí se hace una oración en memoria del difunto, acción que es retribuida con panes o comida.

El 2 o 3 de noviembre, dependiendo de la región, se despide a las almas hasta el próximo año. Durante este día se sacuden las prendas de los familiares cercanos para que las penas se alejen de la familia. Que los difuntos no se conviertan en almas en pena.

Las almas reviven tradiciones

Sabina Arce tiene 87 años, 50 de los cuales los ha dedicado a hacer coronas de plástico para vender en el Día de los Difuntos. Empezó trayéndolas desde su natal Cochabamba, pero cuando se vino a vivir a Santa Cruz, trajo consigo este oficio.
Hoy, cansada y delicada de salud, sólo mira cómo su nuera, Lidia Chávez, le heredó esta habilidad. Pero no se trata de una tarea fácil. Lidia, que empezó a hacer la primera corona a los 18 años, comienza en junio a comprar el material y se pone manos a la obra. “Lo más difícil es ensartar uno por uno los pétalos de las flores para armarlas y amarrarlas en el bejuco con alambre”, explica esta mujer, que lleva sus coronas desde el barrio La Costanera hasta el mercado La Ramada para venderlas.
Sus hijos y sobrinos le ayudan, porque a medida que se aproxima la festividad de Todos Santos y Día de los Difuntos, faltan manos. Elabora alrededor de 400 coronas y, si tiene suerte, las logra vender en dos días. Ella dice que se necesita creatividad y saber combinar los colores, pues la gente prefiere los tonos morado, negro y rojo para los difuntos mayores, y el celeste, blanco y rosado para los niños.
Sus principales clientes son gente adulta que tiene sus muertos en nichos y los que perdieron a sus seres queridos en una carretera.
A diferencia de Sabina y Lidia, Felipe, un vecino del Plan Tres Mil, se dedica a preparar masitas de todo tipo para esta festividad. El viernes finalizó su labor con la distribución de su producto en los diferentes mercados.
Martha Castro, otra vecina, se dedica desde hace 10 años a elaborar caretas o máscaras para las ‘tantawawas’, pues hay muchas familias que las prefieren. Sus máscaras las vende en cuatro, cinco y diez bolivianos la docena, todo depende del tamaño.
Es que el 2 de noviembre, Día de los Difuntos, para muchos es una fecha en que los muertos vuelven a la tierra para visitar a sus seres queridos. Cada cultura lo celebra de forma distinta, pero el objetivo es el mismo: recordar a los que ya partieron, ya sea llevándoles flores, coronas, música, ofrendas, comida, bebida o simplemente rezando por sus almas.
Es una oportunidad en la que las costumbres salen a flote. Por ejemplo, la zona andina tiene prácticas en las que destacan las comidas y bebidas, mientras que en la región oriental las celebraciones son menos pomposas. Sin embargo, ambas han perdido parte de su esencia, pero también han incluido elementos nuevos. Hay otras, como el pueblo guaraní, que no tienen templos, ídolos y tampoco imágenes para venerar, aunque se caracteriza por su gran espiritualidad.
La fiesta de Todos Santos, que tiene origen prehispánico, se denominaba Wiñay Pacha (eternidad). En esa época sacaban los cuerpos momificados de las chullpas (cadáveres enterrados en posición fetal en la zona altiplánica), se realizaban ofrendas y se compartían comidas y bebidas con los antepasados. Se conversaba sobre la vida del difunto.
En las chullpas se encontraron restos de comida y utensilios que se colocaban para que los muertos los usen en la otra vida. Dichos rituales se mantienen con la preparación de panes y comidas para compartir con la persona que se ha ido.
En las culturas quechua y aimara no existe la palabra muerte, por eso el alma, dentro de estas culturas, no muere, es eterna.

Costumbres que se arraigan

- Música. Familiares contratan grupos musicales para rememorar las canciones que le gustaban al difunto. Otros despiden a sus muertos con música al momento de enterrarlos. Es una tradición nueva que se ha extendido.

- Masas. Hay fruta seca, masitas, panqueques, caramelos en forma de animalitos, escaleras de pan, coca, chicha, instrumentos de música y ‘tantawawas’ (pan con figura de niños). Los familiares se sientan alrededor de la mesa y reciben toda la noche a visitantes, que les acompañan en su rito de recuerdo al difunto, en sus oraciones, y por supuesto comparten las comidas y bebidas.

- Rezos. Los niños acostumbran recorrer los cementerios para elevar oraciones a los difuntos o al alma de éstos a cambio de unas cuantas monedas. Algunos también reciben masitas y comida. Antiguamente se acostumbraba rezar siete padre nuestros e igual cantidad de ave- marías.

- Altares. Hay familias, como la de Maita Quispe, que con anticipación prepara cada uno de los elementos que tendrá el altar de sus difuntos. Llevan al cementerio una mesa, le colocan un mantel y encima ponen doce tipos de comidas. Todas deben ser del gusto del difunto, además los refrescos y bebidas que le gustaban. Y en la cabecera de la mesa una foto del muerto.

- Dulces. En el mercado existe una variedad de formas y colores. Se colocan en los altares, junto a las frutas secas, las ‘tantawawas’, las comidas y las bebidas. Hay en forma de cruces y animalitos.

- En los cementerios privados. A diferencia de los cementerios municipales, en los privados no se observa este tipo de ritos. Por el contrario, la mayoría de las lápidas que lleva el nombre del difunto sólo posee flores naturales o artificiales. Tampoco es frecuente ver grupos musicales rememorando las canciones de los muertos, ni chicos pidiendo elevar una oración para el alma del difunto a cambio de monedas o masitas.

La diversidad y la riqueza cultural aflora en las provincias

- Pueblo guaraní
Ellos creen en la vida después de la muerte. Según sus creencias, la muerte es un hecho natural y los conduce a una vida mejor, pero para entrar en ella deben recorrer el inframundo, donde existen muchos peligros antes de llegar a la “tierra sin mal”.
Para los guaraníes, el espíritu de sus antepasados y de sus héroes siempre vive en la comunidad, no sólo de manera simbólica, sino también real en los símbolos que utilizan. Por eso sienten que existen relaciones estrechas entre los vivos y los muertos, ya que consideran que éstos les envían alimentos, la lluvia y velan por su seguridad y los estimulan en la guerra.
Todo ese ideario hace que los guaraníes no tengan cementerios porque enterraban a sus muertos en tinajas en pleno centro de la ‘tenta’, amplio techo sin paredes que hacía de casa. Hoy ese rito ya no se practica y en las comunidades hay lugares destinados para los muertos.
Sin embargo, la tradicional fiesta de Todos Santos es una fecha poco menos que desconocida por las comunidades guaraníes. No se afanan para ir al cementerio a limpiar los nichos, llevar flores o rezar algunas oraciones a sus muertos.
“Para nosotros, la muerte es parte natural de la vida”, dice la profesora Elsa Aiyeru, nacida y criada en la comunidad de Eyti, en el gran Kaipipendi Karovaicho. “Es cierto que lloramos a nuestros muertos, pero sabemos que es un hecho natural y estamos preparados para ello”, añade.
Hasta no hace mucho tiempo, después de enterrar al difunto en pleno centro de la casa, los guaraníes lo lloraban por la mañana, con la vista al este, y por la tarde, con la vista al oeste, que es por donde se oculta el sol. Este rito duraba tres meses. “Cuando los parientes llegaban desde otros lugares, por ejemplo Argentina, los familiares que enterraron al difunto lo esperaban con llanto, hombres y mujeres, yo todavía lo viví cuando era niña”, recuerda la profesora Aireyu.

- Vallegrande
Cuentan los moradores antiguos que la fiesta de Todos Santos empezaba el 1 de noviembre y finalizaba el día 2. La gente iba al cementerio desde las primeras horas y se quedaba toda la jornada en el camposanto hasta las 18:00. El 1 de noviembre sólo se velaba a los niños, sacerdotes y monjas que estaban enterrados, pues la gente los consideraba santos.
El segundo día se velaba a los muertos desde las 4:00 hasta las 18:00 ó 19:00. No había consumo de bebidas alcohólicas porque se consideraba un delito. Las flores eran hechas en la casa de la familia del difunto, utilizando papel de colores y estañado que se sacaba de las cajetillas de cigarrillo; los alambres se recogían también con anticipación de las coronas viejas del cementerio para volverlos a utilizar, y los dolientes acudían vestidos de color negro, sobre todo las mujeres, que además incluían un mantón negro.
Ahora todo ha cambiado. Lo comercial le ha ganado a lo espiritual. Las flores ya no se hacen en la casa, se las compra. Los dolientes asisten vestidos de cualquier color al camposanto, y fuera de los cementerios está un enjambre de comerciantes ofreciendo velas, flores y agua. También están los albañiles y pintadores, así como los músicos, listos para tocar la música que le gustaba al difunto.
El escritor vallegrandino Pastor Aguilar asegura que antiguamente, en noviembre, se acostumbraba hacer los compadrazgos. Cuando una señora mandaba a una amiga o amigo una charola con una guagua de masa de pan tapadita para que la haga bautizar. De común acuerdo, fijaban hora y fecha para la fiesta con orquesta e invitados para el bautizo.

- San José de Chiquitos
El 2 de noviembre, Día de las Almas, es cuando la gente, bien temprano, se va al cementerio con ramos de flores que se colocan en las tumbas y cruces de los difuntos.
Al mediodía, el pueblo se reúne en el cementerio con bateas y canastas de masitas, galletas, bizcochos, empanadas, refrescos y botellas de mistela para hacer rezar por sus difuntos. La costumbre es que los niños y personas mayores rezan una estación con siete padrenuestros y siete avemarías, en honor del alma que se va a encomendar, para luego recibir un platillo con masitas y refrescos.
La ceremonia se cumple toda la tarde en el cementerio principal y otros que están ubicados en los alrededores de la ciudad.

Hasta hoy se permite arreglo de tumbas

La intensa lluvia que cayó ayer en la ciudad provocó un día de retraso para que los particulares arreglen sus mausoleos. Sin embargo, la municipalidad anunció que el plazo establecido para la autorización del pintado y las refacciones vence hoy, como se anunció inicialmente y desde mañana no se permitirá el ingreso de los obreros privados.
“En más de medio día no he tenido ni un encargo. Voy a seguir esperando para poder ganar algo de platita”, expresó el albañil Darwin Amelunge, que se trasladó desde el km 9 de la doble vía a La Guardia hasta el cementerio La Cuchilla para buscar trabajo.
Jorge Queirolo, director municipal de Cementerios, anunció que en caso de continuar las lluvias hasta hoy, se analizará una ampliación del plazo de medio día del lunes, pero si el clima mejora, se mantendrá lo establecido.
“La población tuvo más de diez días para realizar los trabajos. Siempre esperan hasta el último momento, pero tendrán que respetar las normas”, anunció el funcionario.
Asimismo, el concejal Carlos Manuel Saavedra acompañó a Queirolo a inspeccionar las obras que se estrenarán en los cementerios municipales, como los nuevos pasillos, instalación de grifos y el pintado.
Saavedra anunció que 300 guardias municipales custodiarán el interior y exterior de los cementerios para el feriado.

Recomendaciones

- Prohibiciones. De acuerdo con lo establecido en la Ordenanza Municipal 036/2001, se prohíbe el ingreso de grupos musicales y bandas y el consumo de bebidas alcohólicas en los cementerios.

- Prevención. La municipalidad pide a los vecinos que llenen sus floreros con arena húmeda para evitar la propagación del mosquito aedes aegypti, transmisor del dengue.

Tumbas de 4 niños fallecidos trágicamente son de las más visitadas en el cementerio

Mártires: La población no olvida a los niños Álvaro Tavera, Patricia Flores y a los hermanitos Quispe. Ellos siempre tienen flores y rezos.

“La vida dura un instante, pero basta este instante para emprender cosas eternas”, reza el epitafio que aparece en la tumba de Álvaro Tavera, un niño que fue vejado y asesinado en septiembre de 1986 y cuya muerte conmovió a la población. A pesar de los años transcurridos, las flores y los rezos por su alma nunca faltan en su tumba, así como en la de otros menores fallecidos de forma trágica y que yacen en el Cementerio General de La Paz.

Al sepulcro de Patricia Flores tampoco le faltan visitas. En agosto de 1999, cuando tenía diez años, esta menor fue violada y asesinada en el interior del depósito de la escuela Vicenta Juaristi Eguino, en La Paz.

Los cuerpos de ambos niños descansan en el sector Ensanche vía 10 del camposanto paceño. En cada nicho, a pesar de la data de sus fallecimientos, se observa gran cantidad de flores y sus lápidas se encuentran siempre bien conservadas.

Vanesa y Eduardo Quispe son otros niños, que murieron en septiembre de 2001. El crimen fue cometido por su propia madre, quien después de cometer su delito y ayudada por su pareja los dejó en el río Cajones, en la carretera a Caranavi. El hecho también conmovió a la ciudad.

Al igual que los dos primeros, los hermanitos Quispe tienen muchos visitantes que no son precisamente familiares. Sus restos descansan hace nueve años en el sector antiguo, vía 25, del cementerio, y siempre acompañados de flores.

“Es que estos niños y varios otros, como los pequeños Anahí y Jesús, se perpetuaron en la memoria de las personas; se los considera mártires por las circunstancias en las que murieron”, afirma Víctor Hugo Criales, administrador del Cementerio General paceño.

Sin dejar de mencionar a otros personajes cuyos restos descansan en ese camposanto, como Carlos Palenque o Germán Busch, Criales señala además los sepulcros de los tres normalistas fallecidos en la “masacre de Pando” como los más visitados por la población, no sólo en la fiesta de Todos Santos, sino en cualquier día del año. Ellos se encuentran enterrados en el área denominada cuartel 100.

Melquiades Quispe, un albañil que desde hace dos años trabaja en el camposanto, advierte que, como él, quienes trabajan en este recinto son testigos mudos del dolor ajeno. Y, según cuenta, cada doliente tiene su forma particular de despedir a su ser querido. En los últimos años, por ejemplo, ha notado la irrupción de la música nacional en los entierros.

“Aquí, en el cementerio, la música de actualidad despide a los difuntos. Parecería que los dolientes cumplen el último deseo del que en vida fue, ya que se escuchan mucho las morenadas y cuecas cuando están enterrando a los muertos”.

Entre las canciones que más suenan

—precisa el trabajador— están la morenadas Cuánto cuestas, cuánto vales, el taquirari Una pena tengo yo y la cueca Yo que siempre he vivido llorando.

La mañana del viernes, días antes de la fiesta de Todos los Santos, en el camposanto paceño se advertía más movimiento que el habitual. Los dolientes se afanaban en limpiar los nichos de sus seres queridos, mientras que los trabajadores del cementerio, así como los niños que llevan agua, se apuraban en ofrecer sus servicios para ayudar en estos menesteres.

Pero aun en vísperas de la citada fiesta, un 30 por ciento de los mausoleos, pabellones y cuarteles donde descansan los difuntos están abandonados, apunta Víctor Hugo Criales. “Los familiares entierran a sus difuntos y nunca más vuelven”.

No es el caso de una mujer que descansa en el sector antiguo, en la vía 19. Su tumba llama particularmente la atención, pues parece una casa en miniatura, con la representación de un jardín incluido. Todo está trabajado en madera. Actualmente, en este camposanto, ubicado en la zona Norte de la ciudad, hay 108.000 cuerpos inhumados, sepultados en los sectores de ensanche, antiguo y ampliación. En estas tres áreas se encuentran distribuidos alrededor de 759 mausoleos, entre institucionales y familiares, y 157 cuarteles y 40 pabellones.

Hay “casitas” de todos los precios

Las lápidas son consideradas como la casa de los difuntos donde tienen su descanso eterno. Una tradición manda que un allegado de la familia doliente regale esta pieza como muestra de su aprecio por la persona que falleció.

Según Víctor Hugo Chinchero, vendedor de Lápidas Salazar, los costos de “las casitas de los muertos”, es decir, de las lápidas, varían entre 200 y 2.500 bolivianos. Las más baratas están fundidas en aluminio y tienen fondo de cerámica, mientras que las más caras tienen dos marcos de bronce con fondo de mármol.

Pero las más solicitadas son aquellas de precios más accesibles, apunta Chinchero. Las hay de alrededor de 700 bolivianos, que son de aluminio pero incluyen algunos detalles ornamentales, como el epitafio y un portarretrato para el difunto.

Chinchero agrega que actualmente se puede poner color a los fondos de las lápidas. Éstos pueden llevar, por ejemplo, los colores de los equipos The Strongest (amarillo y negro) o Bolívar (celeste) en el caso de los hombres, y rosado o tumbo para las mujeres. Si el fallecido era policía, se elige el verde; si era un niño, el blanco.

En cuanto a los epitafios, dice, en la mayoría de los casos aparecen versículos de la Biblia. Pocas son las ocasiones en las que los familiares ponen sus propias dedicatorias.

Buscan revertir mausoleos olvidados

Unos 40 mausoleos familiares de los 759 existentes en el Cementerio General, entre éstos y los institucionales, serán revertidos en favor del Gobierno Municipal de La Paz, con miras a recuperar y preservar su valor histórico y arquitectónico.

Según el encargado de Mantenimiento del camposanto, Bismark Elías, el objetivo de esta medida es restaurar estos recintos, que desde hace varios años están abandonados y descuidados.

Por ejemplo, precisa el funcionario, el mausoleo de la familia Clavijo, donde el nicho más antiguo data de 1889, no es visitado desde hace mucho tiempo y ningún familiar pregunta por él. Por esta razón, los albañiles que trabajan en la necrópolis lo usan como depósito de sus herramientas, como palas y picotas.

“Una vez que se haga la reversión de los mausoleos considerados como patrimonio —explica Elías—, nosotros trataremos de restaurarlos para que queden como un monumento en buenas condiciones. La reversión significa que el nombre de la familia doliente quedará plasmado, pero una vez que nos hagamos cargo del mausoleo, ésta no tendrá derecho de inhumaciones, exhumaciones u otro tipo de servicios”. El mausoleo familiar es una construcción que generalmente es de una planta, pertenece a una familia en específico y donde pueden situarse nichos de cuerpo mayor y sarcófagos. El recinto está ornamentado con monumentos o estatuas que tienen una característica específica.

Otro de los mausoleos considerados patrimonio cultural es la capilla de la familia Ascarrunz. Éste se encuentra totalmente descuidado, a pesar de que alberga ocho nichos, el más antiguo es de 1953.

Elías dijo que la reversión es un proyecto que durará al menos un año; ahora están en el proceso de evaluación de los mausoleos en mal estado.

sábado, 30 de octubre de 2010

Tradición y fe se mezclan en celebración de Todos Santos

Florencio Ortiz (75), recuerda con nostalgia años de su infancia cuando conmemorar el día de los difuntos era una jornada sencilla pero llena de amor y verdadera fe. Atrás quedaron aquellos años en que lo único que reinaba era el respeto a los difuntos con sencillas ofrendas de flores y velas.
"Ahora a la gente más le preocupa poner la música o entregar comida en lugar de rezar con devoción a su difunto", dice Florencio.
Y es que de un tiempo a esta parte la celebración en los cementerios de la capital cruceña se ha convertido en una verdadera fiesta donde los protagonistas son las masas o llamadas tantawawas, dulces, flores, confites, alimentos y bebidas propios de las creencias occidentales que además de aumentar creyentes aumenta los ingresos de los comerciantes que se dedican a comercializar los productos que se venden en grandes cantidades.

Ancestral . Tita Villarroel, procedente de Cochabamba, además de practicar las creencias que le enseñaron sus ancestros, logra generar ganancias con la realización de masas, dulces y confites, pues afirma que cada año vende al menos 5.000 productos en el mercado La Ramada. "Es una manera de manifestar el amor y de dar al difunto lo que le gustó en la vida cuando llegue y nos visite", afirma la mujer.
El ritual, que consiste en colocar los alimentos sobre la mesa para ofrecer al difunto y agradecer a quien se acuerde del alma, va acompañado en la mayoría de los casos con bebida y música. Sin embargo, debido al abuso y exceso de muchas personas la Alcaldía Municipal estableció la prohibición de las bandas y bebidas a los camposantos.
Feriado . El Ministerio de Trabajo ratificó el feriado nacional previsto para el martes próximo por la celebración de Todos Santos con suspensión de actividades en entidades públicas y privadas. "En el marco de la normativa legal vigente, el Ministerio de Trabajo ratifica el feriado nacional previsto para el 2 de noviembre, por la fiesta de Todos Santos, con suspensión de actividades en instituciones públicas y privadas", señaló la directora de Trabajo, Jhenny Oblitas. También se instruye para el lunes próximo horario continuo en las instituciones públicas, que debe cumplirse entre las 8.00 y 16.00.

Ofrendas

Panes • Hay diversidad de formas, pero los que priman son los gallos, canastos y cántaros, es una manera de hacer recordar la infancia del difunto.

Comida • La costumbre consiste en llevar el alimento que más gustaba al difunto y ponerlo sobre su tumba.

Música • Por lo general responden a solicitudes que hicieron los difuntos en vida y una manera de recordar la alegría.

migas

Feria Tributaria en el Distrito Municipal 9
Después del éxito alcanzado en los distritos 15, 8, 6 y 5, la Secretaría de Recaudaciones y Gestión Catastral, ayer se realizó la Feria Tributaria Municipal en el Distrito 9. El evento permitió a los vecinos de la zona adquirir conocimientos concretos sobre la importancia del pago tributario y su repercusión en el desarrollo y crecimiento integral de la ciudad. Se explicó los tres tipos de pagos tributarios.

Habilitan caminos vecinales en El Palmar
Dentro del plan de mejoramiento de caminos vecinales se concluyó el tramo de 5 Km de Palmar Viruez – Jardines del Sur, ubicado en el distrito 14. Paralelamente el municipio está ejecutando otros 16 km, beneficiando a los distritos 14 y 15, conectando de esta forma al sur de la ciudad, explicó Edward Monfort, director de Infraestructura de Obras Públicas.

La gente vuelve a echar basura al canal
Días después que la empresa municipal de Aseo Urbano (Emacruz) limpiara los predios del canal Chivato entre el séptimo y octavo anillo, algunas personas inescrupulosas volvieron a echar sus desperdicios a la zona, lo cual causa mal olor e incluso incomodidad para los vehículos que transitan por allí porque el camino está lleno de cascotes y podas de árboles.

viernes, 29 de octubre de 2010

Rumbo al IV Congreso Educativo Episcopal Iglesia Católica evaluará realidad educativa en Bolivia

La Diócesis de Oruro y la Delegación Episcopal Jurisdiccional de Oruro, analizarán y evaluarán la realidad educativa boliviana para elaborar un documento de conclusiones y recomendaciones como aporte al IV Congreso Educativo Episcopal de la Iglesia Católica en Bolivia a realizarse a partir del 28 de marzo al 1 de abril de 2011 con el lema “Una educación general de calidad que comprenda la dimensión espiritual y religiosa de la persona”.

Para preparar el documento se emitió la convocatoria al IV Congreso Educativo Episcopal Jurisdiccional de la Diócesis de Oruro que se realizará el 30 y 31 de octubre en ambientes del Colegio Santa María Magdalena Postel a partir de las 08:30 horas según informaron el obispo de la Diócesis de Oruro, monseñor Cristóbal Bialasik y la delegada episcopal para la educación, Bertha Conde en una conferencia de prensa realizada ayer en el Obispado de la Diócesis de Oruro.

Monseñor Bialasik informó que en el encuentro se elaborará la propuesta de Oruro que deberá ser presentada a nivel nacional, junto a delegados de las unidades educativas católicas, directores y todas las personas que coadyuvan con la educación de los niños en las obras o instituciones que dependen de la Iglesia Católica.

La delegada episcopal para la educación, informó que existen varios objetivos para la realización del congreso como la renovación y actualización del servicio educativo de la iglesia local, en base a tres dimensiones: técnico -educativa, teológico - pastoral y jurídico - administrativo para profundizar la construcción colectiva del proceso educativo católico con la participación de todos los actores del servicio dependiente de la Diócesis.

En el encuentro también se realizará una evaluación de la ejecución de las conclusiones y recomendaciones del III Congreso Educativo de la Iglesia Católica; asimismo, se revisarán documentos de las conferencias episcopales latinoamericanas, las nuevas fronteras del servicio educativo, la educación integral de calidad y la identidad eclesial y educadora, además de elegir a los representantes jurisdiccionales al IV Congreso Nacional.

domingo, 3 de octubre de 2010

Crecimiento. Las iglesias Poder de Dios y Pare de Sufrir se expanden en el país

Hace 30 años, la iglesia Poder de Dios nació en una plaza, hoy este culto tiene un edificio que cuesta dos millones y medio de dólares. En la mitad de ese tiempo la congregación Pare de Sufrir abrió 35 templos en el país.

En los últimos años, estas dos iglesias hicieron grandes inversiones para consolidar su presencia. El líder de la primera agrupación, Luis Guachalla, se disgregó de Ekklesía y fundó su propio ministerio hace 30 años, aunque su personería jurídica la obtuvo hace 20.

Según el pastor Luis Zelada, la congregación Poder de Dios surgió “como iglesia en la plaza Villarroel donde nos reuníamos, ahí eran los cultos abiertos”. Luego se trasladaron al Técnico Ayacucho, pasaron al cine Madrid, luego al Esmeralda y donde obtuvieron más fama fue en el cine Monumental Robby.

El gran salto lo dieron hace ocho años cuando compraron un terreno de 3.000 metros cuadrados en medio millón de dólares.

Ahí se construyó lo que ahora es conocida como “La Casa de Dios”, una edificación de cuatro pisos con dos templos, uno mayor que tiene capacidad para más de siete mil personas. Zelada explicó que la construcción está cotizada “en 15 millones de dólares pero nosotros hemos gastado dos millones y medio de dólares porque los fondos han sido bien utilizados”.

Esta congregación es el único templo que tiene, aunque dirige a otras 20 iglesias que manejan sus recursos de manera autónoma. Además, cuenta con una empresa el “Sistema de Radio y Televisión Poder de Dios” que tiene un canal de televisión y dos radioemisoras una en FM y otra en AM.

Según Zelada, todos los bienes que obtuvo la iglesia fueron con dinero que se recauda de los diezmos y las ofrendas que dan los creyentes. Su principal líder “se sustenta con sus librerías”.

Mientras que la iglesia Pare de Sufrir, de origen brasileño, se instaló en el país hace 15 años, desde entonces abrió 35 templos. “Nuestro objetivo en adelante es tener 60 iglesias en el país en todos los departamentos”, reveló el líder espiritual de esta congregación en Bolivia, José Irineu Silva.

El domingo 26 de septiembre inauguró un templo en Villa Adela, el ex cine Ross fue refaccionado con una inversión de Bs 189.000 y aún falta terminar. Silva anunció que su sede central en La Paz, en la calle Ayacucho, también será refaccionada y se convertirá en un templo moderno.

Pare de Sufrir no tiene medios de comunicación en Bolivia, pero sí espacios alquilados en la red Uno y Unitel. Además, saca un periódico casi semanalmente con un tiraje de 9.000 ejemplares. En esta congregación, los recursos que se recaudan a través de diezmos y ofrendas son administrados de manera conjunta y luego se reparten a cada templo para su mantenimiento.

El material de la casa de Dios

El templo de la Casa de Dios tiene una cubierta en el techo especial que no permite que salga el sonido que se hace adentro, ni que se escuche el ruido de afuera, como por ejemplo el granizo. Tiene una capacidad para más de 7.000 personas. El material de construcción “fue de primera calidad”.

El Gobierno recibe informes

Las asociaciones religiosas en el país deben presentar un informe anual de sus actividades y del movimiento económico al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.

“Ese informe debe reflejar el manejo del fondo general del movimiento económico de la gestión, mediante un resumen de ingresos y egresos”, explicó el viceministro de Gestión Institucional, Eugenio Mendoza, a través de un cuestionario escrito que respondió a La Razón.

La autoridad también señala en su texto que las organizaciones cristianas deben presentar un informe de respaldo, en el que de manera voluntaria, muestren la relación de los principales bienes sujetos a registro, debidamente inscritos a nombre de la institución. “Esta información es confidencial”.

Actualmente, en el país hay 340 asociaciones religiosas en vigencia y desde el año 2008 hasta la fecha han sido inscritas 20 nuevas, un número similar está en proceso de obtención de personería jurídica, acota Mendoza.

La iglesia ‘Pare de Sufrir’
El ex cine Ross, en Villa Adela, hoy es el templo de la iglesia Pare de Sufrir, fue inaugurado recientemente tras una refacción total que se hizo en las instalaciones. El local está en alquiler, pero se efectuó una inversión de 189.000 bolivianos para adecuar el inmueble y todavía falta terminar. Este templo estará abierto todos los días. Esta congregación cristiana nació en Bolivia hace 15 años en este mismo lugar, luego se trasladó al ex cine Tesla (La Paz).

Templo ‘Poder de Dios’
El edificio de la congregación cristiana Poder de Dios quedará como se observa en la maqueta. Actualmente, tiene cuatro pisos y está pronto a concluir su construcción, hasta ahora se invirtió dos millones y medio de dólares sólo en la edificación y se invirtió medio millón de dólares en el terreno. Aunque el templo principal ya fue inaugurado, aún falta concluir otros ambientes. La iglesia funcionaba en un local en alquiler.

Un mercado cristiano
El patio mayor de la congregación cristiana “Ministerio del Nuevo Pacto Poder de Dios” los domingos se convierte en un mercado popular donde se encuentran platos típicos, como el tradicional chairo y el chicharrón. En otros puestos se expenden libros, videos y todo tipo de material cristiano, recursos que son destinados a la iglesia. Pero los vecinos también aprovechan la masiva concurrencia de la gente para ganar dinero con la venta de productos.

La oración diaria
A esta misma iglesia, de lunes a sábado acuden decenas de personas para contar sus problemas y pedir cura a sus enfermedades. Un templo menor está abierto siempre para que la gente pueda orar. Ahí se realiza plegarias, alabanzas y reuniones, especialmente con los jóvenes. En la radio de la congregación (90.1 FM y 600 AM) se transmiten programas en vivo en las que el pastor Luis Guachalla ora por las personas que atraviesan dificultades.

Búsqueda de sanidad
Decenas de personas acuden a este templo para pedir sanidad a sus dolencias. Oran para que Dios haga milagros en su vida y muchos aseguran que sus peticiones fueron escuchadas. Constantemente dan testimonio del cambio que ocurrió en ellas y ahora buscan ayuda para sus familiares. Solicitan que vuelva el esposo o que el hijo descarriado encuentre el camino correcto. Otros llevan ofrendas especiales en señal de agradecimiento.

Un testimonio de fe
“Hace 20 años decidí entregar mi vida al Señor, escuche al pastor, a la pastora y mi vida cambió”, relata Marcos López, asistente del pastor Luis Guachalla. Este joven asegura que si no entregaba su vida a Dios “ya estaría en la tumba” como ocurrió con muchos de sus amigos que, como él, eran amantes de las bebidas alcohólicas y las drogas. “Después de mucho tiempo encontré a mis amigos y me cuentan que muchos han fallecido”.