miércoles, 8 de diciembre de 2010

Una caminata por fe a la Mamita

Una vez más los hijos de la Mamita de Cotoca llegaron a sus pies. Desde muy temprano miles de peregrinos recorrieron los 18 kilómetros que hay desde la capital cruceña hasta el santuario, con la esperanza de recibir favores de la patrona del departamento o para pagar promesas.
Aun cuando el sol estaba en lo más alto del cielo, los fieles empezaron a llenar la carretera a Cotoca. Familias completas, jóvenes, niños y ancianos se volcaron a la ruta que estuvo ‘sembrada’ por todo tipo de comerciantes, que esperan ganar algunos pesos extras vendiendo comidas, bebidas, chinelas, paraguas y hasta ungüentos para soportar el trajín de la vía.
“Hace dos años que vengo a pedirle a la virgencita que mis tres hijos siempre tengan la fortuna de encontrar trabajo y tener una buena salud”, dijo algo cansada Ana María Gonzales.
De chinelas y con una falda azul desgastada, vestía una blusa blanca. Sin más compañía que su fe, pero con la alegría a cuestas por haber llegado a destino, prendía de a una las velas blancas por devoción a la Purísima.
Con el mismo recogimiento, doña Melchora Surubí, de 81 años, rezaba en silencio una oración en medio del calor de las cientos de velas ya encendidas por otros devotos.
“Vivo en Pozo del Tigre, pero todos los años hago lo imposible por venir”, comentó la mujer, que debido a los achaques propios del paso del tiempo, tuvo que llegar hasta los pies de la Mamita luego de tres horas de viaje en tren, junto a una de 11 hijas y a tres nietas.
El monseñor Sergio Gualberti, que ofició una de las primeras misas de ayer, además de dar la bienvenida a los fieles les recordó el lema de este año: María, estrella de la unidad y la esperanza.
El prelado pidió por la paz del país, al que ve enfrentado y dividido, en un verdadero encuentro con el Señor.

Detalles de la peregrinación

Trancaderas. El retén del cobro de peajes antes del puente a Cotoca, que el fin de semana pasado fue atracado violentamente, se convirtió en un cuello de botella por la cantidad de motorizados que intentaban pasar por allí, antes de que la ruta hacia el Santuario quede cerrada hasta hoy.

Devoción. Muchas personas, durante su caminata hacia Cotoca, iban rezando el Rosario o entonando canciones de alabanza a Dios. Una de estas personas era Juana Saucedo, que junto a un grupo de colegas de trabajo se mantuvo en la carretera haciendo plegarias a la Virgen para que la ayude a llegar.

Animación. Luego de que se rezara en la plaza principal de Cotoca y con la imagen de la patrona de los cruceños la última noche de la novena, varios grupos de música cristiana animaron la velada que se prolongó hasta la madrugada de hoy. La música de estos conjuntos hizo que muchos fieles, pese al cansancio de sus cuerpos por la caminata, se pusieran de pie y aplaudieran animados las canciones.

Prensa. Varias redes de televisión nacionales, ubicaron desde muy temprano sus unidades móviles para hacer despachos al vivo de la fiesta de la Mamita de Cotoca. Camarógrafos, técnicos y presentadores de estos medios de comunicación pasaron la noche en el lugar.

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