martes, 14 de diciembre de 2010

México se rinde a la “Guadalupana”

Las tradicionales procesiones para venerar a la Virgen de Guadalupe, al cumplirse el 479 aniversario de su aparición, continuaron en la capital federal, donde se calcula el desfile de más de seis millones de fieles católicos.

Por las cinco principales autopistas que se conectan a Ciudad de México se aproximaron a la urbe interminables caravanas de peregrinos procedentes de todos los estados del país, mientras que otra cantidad similar lo hacía en transportes automotores de todo tipo y también en bicicletas.

El flujo humano continuó en dos sentidos; quienes aún llegaban para acercarse a la Basílica de Guadalupe y de los que tomaron el camino de retorno, después de que a las 12 de la noche artistas famosos del país, unidos a la italiana Filipa Giordano, le cantaron la tradicional Las Mañanitas a la “Guadalupana”.

Medidas de seguridad

Para cuidar de la seguridad de la marea humana formada por los feligreses que se aproximaron a la Calzada de Guadalupe, al final del céntrico Paseo de la Reforma, se montó un operativo de seguridad de miles de policías, con siete puntos de control para revisiones minuciosas.

Además, para atender a los fieles fueron montados en la cercanía de la explanada de la Basílica, al pie del cerro de Tepeyac, 450 puntos de auxilio médico, que en medio de bajas temperaturas que azotan al Distrito Federal, atendieron ya incontables casos de hipotermia y de ampollas en los pies de los fieles.

Las razones de una devoción

Juan Diego Romero, quien ha escrito 17 libros en torno a la figura y el mito de la aparición de la Virgen Morena en las alturas del Tepeyac, expresó a la prensa que la sociedad mexicana necesita en la actualidad, por su particular naturaleza humana, “de los símbolos de santos buenos”.

479

años se cumplen de la aparición de la Virgen de Guadalupe, la más venerada del mundo.

El historiador religioso sostiene que el guadalupanismo, como manifestación popular que vincula en sus creencias a la Guadalupana con la Santa Muerte, sigue en ascenso, contrario a la caída de muchos paradigmas, tanto dentro de México como en todo el mundo donde la religión se relativiza.

La tradición de esta veneración contempla asimismo la solidaridad de creyentes capitalinos, que montan puestos con alimentos calientes gratuitos para auxiliar a las interminables filas de peregrinos, quienes se desplazan caminando hasta emblemático santuario durante horas por decenas y decenas de kilómetros desde sus hogares.

Víctor Hugo Lobo, delegado del municipio Gustavo Madero, donde está enclavado el espacioso templo, dijo que la ayuda humanitaria para os devotos a la Virgen de Guadalupe creció este año un 20% en relación a 2009.

Una Virgen para el pueblo mexicano
Juan Diego Romero, considerado como un especialista en apariciones marianas, escribe en uno de sus textos: “El hecho más glorioso y trascendental en la historia de nuestra patria, es, sin género de duda, el de las apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe al indio Juan Diego en la Colina del Tepeyac, los días del 9 al 12 de diciembre de 1531”.

“Lo interesante es que la Virgen se apareció a un indio pobre y abandonado, y no a un sacerdote o a un gachupín (español). Esto quiere decir, sin duda, que ella es la Virgen del pueblo y así se la venera, morena, como la mayoría de nosotros (...). Pero al mismo tiempo la aparición ayudó a que los pueblos indígenas aceptaran la religión católica, ya que hasta ese entonces se negaban a ello”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario