jueves, 3 de junio de 2010

El Corpus Christi se celebra desde el siglo XIII

El Corpus Christi (Cuerpo de Cristo) es una fiesta de la Iglesia Católica que se celebra desde el siglo XIII para conmemorar la eucaristía y la presencia de Jesús entre los hombres. Su origen se remonta al “Milagro de Bolsena”, ocurrido en Italia en 1264.

El sacerdote y rector de la Universidad Salesiana de Bolivia, Thelian Argeo Corona, explica que el Corpus Christi, que se recuerda hoy, forma parte de una serie de celebraciones “encadenadas” del catolicismo que comienza con la Pascua de Resurrección y continúa 40 días después con la Ascensión de Cristo. Luego de 10 días se recuerda Pentecostés, que simboliza la llegada del Espíritu Santo entre los hombres.

Ocho días después de Pentecostés se celebra la fiesta de Trinidad (Dios, Padre y Espíritu Santo) y luego de cinco, Corpus Christi.

Por un lado, tiene su origen en Bolsena, Italia, donde sucedió el “Milagro de Bolsena”. La historia cuenta que el cura Pedro de Praga ofrecía una misa y al momento de consagrar la hostia empezó a salir sangre de ésta. El corporal (lienzo sobre el que se ponen el cáliz y la hostia) quedó manchado como prueba de lo ocurrido. “Debido a este milagro se realizó una gran cruzada de adoración a la sangre y cuerpo de Cristo”, indica el Rector de la Salesiana. El suceso impulsó al papa Urbano IV a construir la catedral de Orvieto, al norte de Roma, en donde surgió la gran celebración de la fiesta.

El Sumo Pontífice, que por aquel entonces tenía su corte en Orvieto, fijó oficialmente, en el siglo XIII, la festividad del Corpus Christi con el objetivo de reafirmar la “verdad sustantiva” (que Cristo está entre los hombres) del cuerpo y sangre de Cristo a través de la Eucaristía. El sacerdote asegura que fue Tomás de Aquino el que escribió textos sobre la presencia de Cristo en la Eucaristía.

Otra versión del origen de la celebración, según la agencia católica Aciprensa, es atribuida a un movimiento eucarístico generado en la abadía de Cornillón (Bélgica), que promovió varias costumbres católicas, como la exposición y bendición de la hostia, el uso de campanillas durante la misa. Entonces, Juliana de Mont Cornillón, tuvo una visión que reflejó que el sacramento de la eucaristía no tenía la suficiente devoción y que era necesario realizar una celebración para éste.

Impulsos a la fiesta

Clemente V, en el concilio de Viena (1311), ordenó adoptar la celebración y Juan XXII promulgó una recopilación de leyes para su extensión al mundo.

Los festejos en otros países

El mundo católico celebra hoy el Corpus Christi con procesiones y misas, recuerda el sacerdote Thelian Argeo Corona, rector de la Universidad Salesiana.

En Italia se hacen peregrinaciones “hermosas”, en las que una custodia lleva la imagen de Jesús en un trono de oro y piedras preciosas y resplandecientes. “En estas grandes procesiones también se echan muchos pétalos en el recorrido”. En Roma, la procesión abarca desde la Basílica de San Juan de Letrán hasta la basílica Mayor.

En varias provincias de España, el festejo es el domingo debido a que el jueves no es feriado. El padre Thelian comenta que en Toledo, las peregrinaciones reúnen a personas de distintos estratos sociales. “Señoras con sus mantones, la nobleza, aristocracia y el pueblo están ahí”.

En este lado del mundo, en Cusco, luego de la romería, la gente come platos típicos preparados para la fiesta y en Colombia, específicamente en Alomaina (Cundinamarca) y Mogotes (Santander), se celebra la fecha durante tres días. Allí se efectúan cabalgatas, procesiones y exhibiciones acompañadas con celebraciones religiosas de gran colorido tradicional.

Iglesia exhorta a ser fraternos y justos

Monseñor Óscar Aparicio, Obispo Auxiliar de La Paz y Secretario General de la Conferencia Episcopal Boliviana, explica que el sentido trascendental y espiritual de la fiesta del Corpus Christi tiene que ver con los valores de justicia, solidaridad y fraternidad.

De acuerdo con monseñor Aparicio, esta celebración es también una oportunidad para todos los cristianos católicos de vivir el sentido de la adoración al Santísimo Sacramento de la Eucaristía, de contemplar y alimentarse de la presencia real de Jesucristo, el momento más sublime de encuentro con el Maestro.

Este encuentro personal, añade, exige de parte del creyente una madurez en su fe y una disposición total para vivir y testimoniar esa sintonía espiritual con Jesucristo, Pan de Vida y Bebida de Salvación.

Al hacer la invitación a todos los fieles a participar de los actos de hoy, monseñor Aparicio expresa su deseo y pedido de que todo cristiano “priorice esta ocasión privilegiada de encuentro con Nuestro Señor y que este encuentro lo fortalezca en su testimonio de vida, en medio de todas las situaciones que le toca asumir, prefigurando los valores de justicia, solidaridad y fraternidad”, según un comunicado de la Conferencia Episcopal Boliviana.

Sebastián Obermaier
Los católicos deben ir a la procesión
La Iglesia Católica apostólica romana tiene 1.140 millones de fieles en el mundo y en Bolivia, 6,5 millones son católicos. Somos algo chiquito en relación a la gran iglesia, pero aún así los católicos del país se integran al gran movimiento del pueblo, hacen su procesión (en Corpus Christi) y se alegran porque Jesús está con nosotros. Él está con su cuerpo sacramental en la comunión y nosotros lo festejamos. Por eso, cuando los fieles ven una luz roja en las parroquias se ponen de rodillas porque saben que Él está con nosotros. Jesús dice ‘yo me quedo con ustedes hasta el fin del mundo’, entonces celebramos que Él está con nosotros con su cuerpo sacramental en la santa comunión y, por eso en todo el mundo, la Iglesia Católica se reúne en la calle junto con Jesus, y Él pasa por las calles de todo el mundo. Pasa por las calles de los pobres, de los ricos, de las madres, de los padres, para darles su bendición. Y por todo esto, nosotros estamos felices, porque este jueves Él está con su iglesia y la iglesia está con su Señor. Es un día feriado, pero no debemos considerarlo como un día para no hacer nada, sino que es un feriado para que todos los católicos acompañen a sus seres a la calle en la gran procesión. Así ustedes señores que no van a trabajar este jueves, los invito a estar con Jesús en la procesión.

Sebastián Obermaier
es sacerdote

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