lunes, 5 de abril de 2010

¡EL SEÑOR RESUCITÓ! Cristianos celebran la Pascua con manifestaciones de alegría

El Arzobispo de Sucre convocó a los católicos a dar testimonio de su fe

Sucre/CORREO DEL SUR

El pueblo católico de Sucre celebró ayer, Domingo de Gloria, la Pascua de la Resurrección de Jesucristo, a tres días de su crucifixión. En la eucaristía central, presidida por el Arzobispo de Sucre, se oró por el acto eleccionario, para que la decisión en libertad favoreciera al bien común.

Algunas autoridades del Poder Judicial, uno que otro ex funcionario jerárquico de la Alcaldía y el pueblo en general asistieron a la misa dominical que celebró el arzobispo de Sucre, monseñor Jesús Pérez, en la Catedral Metropolitana, en conmemoración de la fiesta más importante para todos los cristianos: el Domingo de Resurrección o Pascua.

"¡Aleluya, Aleluya! ¡El Señor resucitó! Rebosantes de alegría por el triunfo del Redentor, digámosle al mundo entero que somos seguidores de Cristo, que Él es nuestro Dios y Señor, que nuestra vida tiene sentido en Él", dijo el Pastor de la Iglesia chuquisaqueña.

Con este hecho culminó la Semana Santa y se abrió el nuevo período litúrgico: la Pascua de Resurrección. Cristo triunfó sobre la muerte y abrió las puertas del Cielo a los creyentes.

En la Misa se encendió el Cirio Pascual que representa la luz de Cristo Resucitado y que permanecerá prendido hasta el día de la Ascensión, cuando se conmemora la subida de Jesús al Cielo.

En este nuevo periodo, los cristianos recordarán la Resurrección y las sucesivas apariciones de Jesús a los apóstoles, a la Virgen y a las Santas Mujeres. El tiempo en que Jesús Resucitado, ya habiendo vencido a la muerte, permaneció aún en la Tierra.

En la misa se dio gran importancia al simbolismo de la Luz y se incluyó una extensa lectura de las Sagradas Escrituras.

Asimismo, se oró por la Iglesia, por el Papa, por el Obispo, por los Presbíteros y Diáconos, por todos los cristianos, por la misión permanente en la que está comprometida la iglesia, por todos los enfermos y las personas que están sufriendo. También se pidió por el acto eleccionario que se vivió ayer y por todos, para que la vida esté al servicio de los demás.

El cristiano que vive en profundidad la alegría de Jesús resucitado y su propia resurrección es el que de verdad se ha encontrado con Cristo. De este regalo de conocer a Cristo nace la necesidad de compartirlo con los demás, dijo el prelado.

La experiencia del encuentro con Cristo, hace sentir la necesidad de ser mensajeros, discípulos misioneros. Por ello, llama a ponerse en la vía misionera para ofertar la fe mediante el testimonio y la palabra.

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